/ lunes 22 de noviembre de 2021

El Espectador | Tiemblan los de Huawei

Altos directivos de la china Huawei están en aprietos, nerviosos, pues el mensaje que lanzó la semana pasada el presidente López Obrador desde Washington les hace entender que el gobierno de México está más del lado de Estados Unidos que de Xi Jinping, aunque a veces parezca que su inclinación por los gobiernos pobres del sur de América puede influir en su trato con empresas competencia de la potencia que hasta hace poco era líder induscutible en tecnología.

“La integración económica, con respeto a nuestras soberanías, es el mejor instrumento para hacer frente a la competencia derivada del crecimiento de otras regiones del mundo, en particular, la expansión productiva y comercial de China. No olvidemos que mientras Canadá, Estados Unidos y México representamos el 13 por ciento del mercado mundial; China domina el 14.4 por ciento. Y este desnivel viene de hace apenas 30 años, pues en 1990, la participación de China era de 1.7 por ciento y la de América del Norte del 16 por ciento”, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en Washington la semana pasada, frente a Joe Biden y Justin Trudeau.

Aunque los diarios de Estados Unidos y Canadá no retomaron sus palabras, los representantes de China en México y empresarios asiáticos escucharon con mucha preocupación las palabras del mandatario mexicano, quien prácticamente en público rompió los posibles lazos de cooperación y diversificación con Xi Jinping.

“De mantenerse la tendencia de la última década, en otros 30 años, para el 2051, China tendría el dominio del 42 por ciento del mercado mundial y nosotros, Estados Unidos, México y Canadá nos quedaríamos con el 12 por ciento; lo cual, además de ser una desproporción inaceptable en el terreno económico, mantendría viva la tentación de apostar a resolver esta disparidad con el uso de la fuerza, lo cual nos pondría en peligro a todos. Por eso, lo mejor, lo más conveniente, es fortalecer nuestras economías, fortalecernos comercialmente en América del Norte y en todo el continente”, señaló el mandatario mexicano.

Una de las empresas que más se preocupan por este mensaje es Huawei, que en México encabeza Liu Jiude. Ellos desde hace años han estado en la mira de las autoridades de Estados Unidos, desde la CIA hasta el FBI, pasando por los sabuesos del Departamento de Estado y de Comercio, pues han conseguido crecer en el negocio de la infraestructura de las comunicaciones modernas a un nivel que pocas empresas del país del norte han logrado copiar.

Estados Unidos tiene miedo de que Huawei se meta a proveer servicios de telecomunicaciones e infraestructura a las dependencias de gobierno, temen por su seguridad nacional, pues ligan directamente a los de Reng Zhenfei con el ejército chino. Ahora con el golpe que lanza López Obrador desde Washington se cuestionan mucho al interior de Huawei qué tanto ha servido el cabildeo y los millones de dólares que han invertido en esta nación para tratar de conquistar América Latina y mantener su control tecnológico en la región.

Altos directivos de la china Huawei están en aprietos, nerviosos, pues el mensaje que lanzó la semana pasada el presidente López Obrador desde Washington les hace entender que el gobierno de México está más del lado de Estados Unidos que de Xi Jinping, aunque a veces parezca que su inclinación por los gobiernos pobres del sur de América puede influir en su trato con empresas competencia de la potencia que hasta hace poco era líder induscutible en tecnología.

“La integración económica, con respeto a nuestras soberanías, es el mejor instrumento para hacer frente a la competencia derivada del crecimiento de otras regiones del mundo, en particular, la expansión productiva y comercial de China. No olvidemos que mientras Canadá, Estados Unidos y México representamos el 13 por ciento del mercado mundial; China domina el 14.4 por ciento. Y este desnivel viene de hace apenas 30 años, pues en 1990, la participación de China era de 1.7 por ciento y la de América del Norte del 16 por ciento”, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en Washington la semana pasada, frente a Joe Biden y Justin Trudeau.

Aunque los diarios de Estados Unidos y Canadá no retomaron sus palabras, los representantes de China en México y empresarios asiáticos escucharon con mucha preocupación las palabras del mandatario mexicano, quien prácticamente en público rompió los posibles lazos de cooperación y diversificación con Xi Jinping.

“De mantenerse la tendencia de la última década, en otros 30 años, para el 2051, China tendría el dominio del 42 por ciento del mercado mundial y nosotros, Estados Unidos, México y Canadá nos quedaríamos con el 12 por ciento; lo cual, además de ser una desproporción inaceptable en el terreno económico, mantendría viva la tentación de apostar a resolver esta disparidad con el uso de la fuerza, lo cual nos pondría en peligro a todos. Por eso, lo mejor, lo más conveniente, es fortalecer nuestras economías, fortalecernos comercialmente en América del Norte y en todo el continente”, señaló el mandatario mexicano.

Una de las empresas que más se preocupan por este mensaje es Huawei, que en México encabeza Liu Jiude. Ellos desde hace años han estado en la mira de las autoridades de Estados Unidos, desde la CIA hasta el FBI, pasando por los sabuesos del Departamento de Estado y de Comercio, pues han conseguido crecer en el negocio de la infraestructura de las comunicaciones modernas a un nivel que pocas empresas del país del norte han logrado copiar.

Estados Unidos tiene miedo de que Huawei se meta a proveer servicios de telecomunicaciones e infraestructura a las dependencias de gobierno, temen por su seguridad nacional, pues ligan directamente a los de Reng Zhenfei con el ejército chino. Ahora con el golpe que lanza López Obrador desde Washington se cuestionan mucho al interior de Huawei qué tanto ha servido el cabildeo y los millones de dólares que han invertido en esta nación para tratar de conquistar América Latina y mantener su control tecnológico en la región.