- Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez
Este mes entró en funciones el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que sustituyó al mal llamado Seguro Popular, porque no era seguro ni popular, sino ineficiente y costoso por la corrupción con la que venía funcionando.
Lógicamente, este cambio ha generado dudas y hasta incertidumbre entre la población, por lo que es importante recordar el proceso que derivó en la creación del nuevo Insabi.
El pasado mes de noviembre, los senadores aprobamos por mayoría de votos diversas modificaciones a las leyes General de Salud y de los Institutos Nacionales de Salud para garantizar la universalidad de los servicios en esta materia en el país, y ofrecer a las familias mexicanas su acceso gratuito a los mismos.
El gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió un sistema de salud que carecía de médicos, especialistas, medicamentos e infraestructura; que tenía más personal administrativo que médicos y enfermeras, y ejercía ineficientemente su presupuesto, porque era visto como un negocio.
Estas condiciones, evidentemente, se tenían que corregir por el bien de México, como parte del compromiso de cambio del proyecto de la Cuarta Transformación, que defiende el patrimonio colectivo, la dignidad, la justicia y el bienestar del pueblo.
Por ello, la reforma al sistema de salud dejo establecido que los servicios en esta materia y de asistencia social deben satisfacer eficaz y oportunamente las necesidades de toda la población, sin discriminación, lo que se logrará a través de la prestación gratuita de servicios que incluyan medicamentos, operaciones, hospitalización, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación, incluso insumos asociados a la atención de los pacientes, como radiografías y tomografías.
Y en esta labor, la Secretaría de Salud federal se auxiliará del nuevo Insabi, que este año entró en funciones para brindar servicios médicos en el primer y segundo nivel de atención para todas las personas que no cuentan con seguridad social.
En este sentido, se determinó que la universalidad de estos servicios será financiada solidariamente por la Federación y los gobiernos estatales, para lo cual el Insabi y las entidades federativas podrán celebrar acuerdos de coordinación, bajo un modelo nacional que la Secretaría de Salud establecerá, tomando en consideración la opinión de los gobiernos estatales, para mejorar los esquemas de atención y modernizar la administración de los servicios.
Esto es importante, porque para sustentar la prestación gratuita de los servicios de salud y demás insumos, los gobiernos estatales deben aportar recursos sobre la base de lo que se establezca en los acuerdos de coordinación con el gobierno federal, porque el objetivo final es que las personas sin seguridad social reciban en igualdad y sin distinciones todos los servicios de salud y los medicamentos correspondientes, sin costo alguno, para la atención de cualquier enfermedad.
Estimados tlaxcaltecas: el gobierno del presidente Andrés Manuel López busca que el sistema de salud sea gratuito en todo el país, y para ello se necesita de la colaboración y voluntad de los gobiernos estatales para facilitar las modificaciones aprobadas por los legisladores federales, y la comprensión de los ciudadanos para entender que se han emprendido modificaciones que atacan la corrupción.
En días recientes se han ventilado posiciones y críticas que, lamentablemente, confunden a la población, porque tienen motivaciones políticas, pero más allá de todo ello lo importante es garantizar el derecho a la salud, conseguir que la gente siga recibiendo atención, y que esta sea mejor, con médicos y medicinas suficientes, incluso, en las comunidades más apartadas.
Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.
