- Todo parece indicar que la toma de protesta del nuevo Consejo Político Estatal del PRI, realizada este domingo, significó el punto inicial de una estrategia que contempla trabajar por todos los cargos de elección popular rumbo al 2021
El dirigente nacional del Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas, no sólo reconoció el trabajo emprendido por el Gobernador Marco Mena en Tlaxcala, sino que también le reiteró su respaldo como líder y jefe político, lo que significa que el mandatario llevará mano en la toma de decisiones y el trabajo político que llevará a cabo el tricolor rumbo a las elecciones del año próximo.
Alejandro Moreno describió a Mena como un hombre comprometido, sensato y responsable, y como un gobernante que, con su labor, está prestigiando al PRI, por los resultados que ha conseguido para los tlaxcaltecas en rubros como crecimiento económico, seguridad pública y combate a la pobreza.
Las últimas encuestas que han seguido de cerca el desempeño de los gobiernos estatales en la atención de la pandemia de Covid-19 han ubicado a Marco Mena en los primeros cinco lugares a nivel nacional, lo que ha fortalecido su ascendencia dentro del partido, y con ello la confianza de la dirigencia nacional, que ve en él a un cuadro con capacidad para lograr que el priismo tlaxcalteca sea más competitivo.
Esta circunstancia empata, precisamente, con la labor iniciada por el Comité Directivo Estatal en los últimos meses para reestructurar y reorganizar al partido en la entidad, y hacerlo política y electoralmente más efectivo, por lo que no sería inteligente, por parte de la oposición, darlo por muerto.
El tricolor está listo para dar la batalla, y requerirá de la participación creativa de sus cuadros y militantes para recuperar la confianza de la ciudadanía. Como lo planteó el propio mandatario estatal, la clave está en aprender del pasado y construir la unidad a partir de la convicción de los propios priistas, porque esa es la primera condición para regresar a un partido fuerte.
Por ello, será decisivo que el PRI elija a sus candidatos a los diversos cargos en condiciones de equidad; sin embargo, ellos deben ser los primeros en reconocer que, en este momento adverso, lo más sensato es que los abanderados a la gubernatura, las diputaciones, los ayuntamientos y las presidencias de comunidad, sean quienes tengan el mayor apoyo popular.
La condición de respaldar a aquellos que tienen mayor competitividad es fundamental para ganar, al igual que los acuerdos en torno a los métodos, procedimientos y calendarios para el desarrollo de los procesos internos, a fin de que la centralización de decisiones no los complique.
Por lo visto, Marco Mena, como primer priista en la entidad, será factor de unidad, y con prudencia señalará internamente los riesgos que pongan al PRI en un escenario vulnerable. Tal es su visión que no cierra la posibilidad de analizar alianzas multipartidistas que contribuyan al proyecto de lograr que Tlaxcala siga creciendo, como lo ha hecho en los últimos años.
Sin duda eso es lo que requiere el PRI: políticos con inteligencia, con estrategia y con la cercanía a la realidad del estado, para enriquecer la plataforma y la propuesta del partido, y hacerlo de nuevo una alternativa ganadora en beneficio de los tlaxcaltecas.