Por primera vez en este siglo, la mayoría del pueblo de México llega al Poder Legislativo, por tanto, no es que las pasadas legislaturas no estuvieran integradas por senadores y diputados elegidos por el pueblo, solo que los votantes siempre fueron engañados, opinión que se demuestra con leyes elaboradas para beneficiar a empresarios nacionales y extranjeros, los que no compartieron las ganancias de sus capitales.
Tanto la Cámara de Diputados como el Senado de la República están dirigidos por el partido Morena, que tiene la mayoría de legisladores que han obtenido el voto de confianza del pueblo necesitado de justicia social, que todo gobierno democrático debe llevar a la práctica, cuya evidencia de esa falta de aplicación entre el pueblo es la desmedida desigualdad y marginación en la que se encuentra la mitad de la población mexicana.
El futuro gobierno federal que entrará en vigor constitucional el próximo uno de diciembre, tiene en la mira basarse en leyes emitidas por los poderes legislativos, quienes (se espera) tendrán que abrogar algunas leyes que están lesionando a la población nacional; asimismo, tendrán que elaborar otras leyes que protejan la vida del país atendiendo aspectos integrales: políticos, financieros, y humanos, con el propósito de lograr equilibrio social.
La Cámara de Diputados está dirigida por un personaje (Porfirio Muñoz Ledo) que desafió al gobierno en el poder, separándose del partido hegemónico del pasado, para fundar un partido nuevo del que renunció porque sus dirigentes lo habían enlodado, lo mismo hizo Cuauhtemoc Cárdenas, también fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El nuevo representante de la bancada morenista cuenta con amplio dominio de las leyes; asimismo, tiene profundo conocimiento de la actual estructura política que opera en el gobierno de Peña Nieto, la que ha puesto coto al crecimiento integral de la nación. Por tanto las leyes que emanen de la actual legislatura estarán bien estructuradas para garantizar el futuro desarrollo integral que requiere la nación. Esas leyes deberán estar vigentes por mucho tiempo, con el propósito de mejorar las generaciones actuales y venideras. La leyes que emanen de ese cuerpo de diputaos morenistas deberá legislar para mejorar las condiciones del pueblo. Dejará ejemplo de honestidad y patriotismo aprobando leyes justas para el buen desarrollo integral del país.
A partir de ayer, los diputados tienen una gran labor a desempeñar, porque existen leyes que deben derogar y otras que deben estructurar basándose en necesidades que requiere satisfacer el Estado en favor del pueblo, existen tantas injusticias y arbitrariedades que son ejercidas legalmente, pero que son altamente lesivas a las comunidades y a la nación entera, como es el caso del “Nuevo Sistema de Justicia Penal”, que establece alta protección para el victimario y leve justicia o ninguna para la víctima. Padeciendo el pueblo este tipo de Ley, se tome la justicia por su propia mano, como el caso de los recién incinerados plagiarios de niños. ¿Y los magnates cuya influencia económica ante los políticos en el poder atentan contra pueblos mexicanos en distintos puntos de la nación? ¿Quedarán impunes sus abusos amparados por leyes elaboradas en este y otros sexenios? Caso concreto: la población de Salaverna, estado de Zacatecas, donde el poderoso magnate Carlos Slim, en contubernio con el gobierno ha destruido con máquinas casas, escuela e iglesia, para despojarlos de sus propiedades y explotar mina productora de oro y plata. Roberto de la Rosa, campesino habitante del poblado antes mencionado, narra: El dueño de la mina ha querido desposeerlos de sus propiedades con medios terroristas utilizando explosivos de alta potencia para destruir bienes materiales propiedad del pueblo; comenta que mientras la comunidad había acudido ante autoridades para dar término al despojo, maquinaria pesada de la minera inició la destrucción de la escuela, iglesia y casas de habitantes, acto que el citado campesino tilda de terrorista. Además; hace una reflexión atinada, pues la supuesta mina iba a traer desarrollo, sin embargo; lo dejado es destrucción, envenenamiento de tierra y miseria de un pueblo. Casos como el descrito debe atenderlos en justicia el Poder Legislativo. No más leyes para proteger a políticos y magnates insaciables de poder.
