/ miércoles 4 de abril de 2018

Elecciones 1 de julio y las redes sociales

Decíamos en nuestra entrega anterior algo sobre el mal uso de las redes sociales, principalmente de Facebook, pero algunos lectores nos solicitaron explicar de qué se trata este problema, quién lo opera, qué beneficios obtienen y cómo nos podría afectar en Tlaxcala en particular y en México, en las próximas elecciones el 1 de julio.

La intervención de las redes sociales en las elecciones norteamericanas fue determinante la contratación que hizo Steve Bannon, asesor de Trump, con el financiamiento del multimillonario Robert Mercer, contratando a la empresa “Cambridge Analitica” y a su filial “SCL Elections” a cargo del canadiense Christopher Wylie, pues su intervención determinó el resultado electoral.

La estrategia se volcó, principalmente, en bombardear con mensajes de estas empresas a tres estados de la unión americana: Wisconsin, Pennsylvania y Michigan, la clave fue contar con la información privada de los votantes, utilizando la base de datos de Facebook con información que todos les autorizamos a utilizar, luego, crear noticias y mensajes con datos falsos e influir en electorado, así, obtuvieron el triunfo de Donald Trump, noticias falsas o sea con trampa.

¿Cómo operan estas empresas? el primer eslabón es el servicio que otorga, como ejemplo, la empresa Facebook a sus usuarios en Tlaxcala y en México, a través de las redes, para lo cual, exige a cada cliente que le autorice a Facebook manejar sus datos privados resultado de la interacción de cada usuario en las redes.

Adicionalmente, solicitan autorización para meterse a los archivos e información de sus contactos, fotos, escritos, correos, así Facebook, utilizando operaciones matemáticas complejas conocidas como algoritmos, acomodan millones de archivos, clasificándolos por gustos, miedos, deseos, afectos, rutinas, preferencias comerciales, culturales, religiosas y políticas de usuarios.

Así, estos enormes archivos se convierten en una riqueza comercial inimaginable, ya con la autorización de usuarios, estas empresas, utilizan la información e influyen en las decisiones de sus usuarios, tanto en preferencias comerciales, en decisiones políticas, esta última parte, es muy delicada y muy riesgosa, no solo para los usuarios de redes, sino para el ejercicio de la soberanía de los tlaxcaltecas y, por supuesto, para toda nuestra nación.

Con estos datos y los algoritmos, diseñan mensajes sutiles que saben por el tipo de gustos, miedos y preferencias de los usuarios que van a ser aceptadas como verdad, van así construyendo una red de mensajes, correos y noticias cargadas de noticias falsas, conocidas como “fake news” y terminan influyendo en la decisión de votantes a favor del partido que les paga.

Esta intervención en la elección es ilegal, aunque la adquisición de datos sea “legal”, la intervención viola los principios electorales y socaban los soportes de los principios democráticos principalmente relacionados con nuestra soberanía.

Podría apostar a que, menos del uno por ciento de usuarios mexicanos de redes sociales, incluso Facebook, ha leído las condiciones en que se nos otorga el servicio en redes y menos, este es el principio de nuestro fin, frente a estos monstruos digitales.

Este abuso a los usuarios no está regulado por ninguna autoridad, las redes como bienes públicos requieren la custodia colectiva para ser utilizados con cierta ética pública, con equidad y respeto a la información privada y como tales deben ser regulados, ojo a nuestros diputados federales, estatales y autoridades del INE, se debe trabajar arduamente para proteger a los usuarios mexicanos de internet, de Facebook y de todos los servicio de redes que se ofrecen en línea, que en conjunto, exhiben la ausencia de gobierno, no solo en Tlaxcala sino en todas las entidades federativas y en el país.

La operación de estas empresas la cobran con enormes cantidades de dinero a los gobiernos o partidos políticos que las contratan. El INE ha negado que estas empresas hayan sido contratadas en México y no proponen un mecanismo emergente y rápido para proteger del mal uso de las redes sociales durante la siguiente elección del primero de julio.

Hay evidencias de que han trabajado en nuestro país, el PRI nacional se apresuró a negar cualquier nexo con estas empresas, pero se sabe que trabajan para el gobierno federal y para el partido oficial, a decir de la prensa extranjera.

Problema mayor según especialistas, es que la intromisión en nuestra elección socaba principios democráticos de soberanía y coloca el interés público por debajo de los intereses comerciales, una oferta de campaña interesante es asegurar la separación de los intereses económicos de los intereses políticos pero en principio, que se garantice a los votantes el 1 de julio que su voto será respetado.


Decíamos en nuestra entrega anterior algo sobre el mal uso de las redes sociales, principalmente de Facebook, pero algunos lectores nos solicitaron explicar de qué se trata este problema, quién lo opera, qué beneficios obtienen y cómo nos podría afectar en Tlaxcala en particular y en México, en las próximas elecciones el 1 de julio.

La intervención de las redes sociales en las elecciones norteamericanas fue determinante la contratación que hizo Steve Bannon, asesor de Trump, con el financiamiento del multimillonario Robert Mercer, contratando a la empresa “Cambridge Analitica” y a su filial “SCL Elections” a cargo del canadiense Christopher Wylie, pues su intervención determinó el resultado electoral.

La estrategia se volcó, principalmente, en bombardear con mensajes de estas empresas a tres estados de la unión americana: Wisconsin, Pennsylvania y Michigan, la clave fue contar con la información privada de los votantes, utilizando la base de datos de Facebook con información que todos les autorizamos a utilizar, luego, crear noticias y mensajes con datos falsos e influir en electorado, así, obtuvieron el triunfo de Donald Trump, noticias falsas o sea con trampa.

¿Cómo operan estas empresas? el primer eslabón es el servicio que otorga, como ejemplo, la empresa Facebook a sus usuarios en Tlaxcala y en México, a través de las redes, para lo cual, exige a cada cliente que le autorice a Facebook manejar sus datos privados resultado de la interacción de cada usuario en las redes.

Adicionalmente, solicitan autorización para meterse a los archivos e información de sus contactos, fotos, escritos, correos, así Facebook, utilizando operaciones matemáticas complejas conocidas como algoritmos, acomodan millones de archivos, clasificándolos por gustos, miedos, deseos, afectos, rutinas, preferencias comerciales, culturales, religiosas y políticas de usuarios.

Así, estos enormes archivos se convierten en una riqueza comercial inimaginable, ya con la autorización de usuarios, estas empresas, utilizan la información e influyen en las decisiones de sus usuarios, tanto en preferencias comerciales, en decisiones políticas, esta última parte, es muy delicada y muy riesgosa, no solo para los usuarios de redes, sino para el ejercicio de la soberanía de los tlaxcaltecas y, por supuesto, para toda nuestra nación.

Con estos datos y los algoritmos, diseñan mensajes sutiles que saben por el tipo de gustos, miedos y preferencias de los usuarios que van a ser aceptadas como verdad, van así construyendo una red de mensajes, correos y noticias cargadas de noticias falsas, conocidas como “fake news” y terminan influyendo en la decisión de votantes a favor del partido que les paga.

Esta intervención en la elección es ilegal, aunque la adquisición de datos sea “legal”, la intervención viola los principios electorales y socaban los soportes de los principios democráticos principalmente relacionados con nuestra soberanía.

Podría apostar a que, menos del uno por ciento de usuarios mexicanos de redes sociales, incluso Facebook, ha leído las condiciones en que se nos otorga el servicio en redes y menos, este es el principio de nuestro fin, frente a estos monstruos digitales.

Este abuso a los usuarios no está regulado por ninguna autoridad, las redes como bienes públicos requieren la custodia colectiva para ser utilizados con cierta ética pública, con equidad y respeto a la información privada y como tales deben ser regulados, ojo a nuestros diputados federales, estatales y autoridades del INE, se debe trabajar arduamente para proteger a los usuarios mexicanos de internet, de Facebook y de todos los servicio de redes que se ofrecen en línea, que en conjunto, exhiben la ausencia de gobierno, no solo en Tlaxcala sino en todas las entidades federativas y en el país.

La operación de estas empresas la cobran con enormes cantidades de dinero a los gobiernos o partidos políticos que las contratan. El INE ha negado que estas empresas hayan sido contratadas en México y no proponen un mecanismo emergente y rápido para proteger del mal uso de las redes sociales durante la siguiente elección del primero de julio.

Hay evidencias de que han trabajado en nuestro país, el PRI nacional se apresuró a negar cualquier nexo con estas empresas, pero se sabe que trabajan para el gobierno federal y para el partido oficial, a decir de la prensa extranjera.

Problema mayor según especialistas, es que la intromisión en nuestra elección socaba principios democráticos de soberanía y coloca el interés público por debajo de los intereses comerciales, una oferta de campaña interesante es asegurar la separación de los intereses económicos de los intereses políticos pero en principio, que se garantice a los votantes el 1 de julio que su voto será respetado.