Edmundo Plutarco Flores Luna*
A pesar de que algunos no parecen darse por enterados, todo indica que la de este año es la primera campaña presidencial que en México se ha subordinado, en el diseño y estrategias aplicadas por cada equipo, a los dictados de las redes sociales, la caja de Pandora de la que se espera surjan cambios en las preferencias del electorado y en las tendencias que, con opacidad y altas dosis de confusión, están mostrando las encuestas.
En esa nueva realidad, los candidatos quedan convertidos en instrumentos que pueden y deben ser conducidos al igual que lo hace un director de cine o de televisión con el actor o actriz principal y el resto del elenco. Las estrategias brotan de sofisticados juegos de guerra que se inventan y reproducen en los war rooms, donde cada día se dan cita publicistas y comunicadores, reunidos, apenas sale el sol, para leer los titulares de los diarios y dictar lo que candidatos y voceros deben decir en los minutos que ocuparán, ese mismo día, en los noticieros de televisión y radio.
Los efectos, para bien y mal, de esta forma de planear y desarrollar las campañas de los candidatos presidenciales pudimos verlos, en vivo y en directo, en el Palacio de Minería en el centro histórico de la Ciudad de México, el domingo 22 de abril y el 20 de mayo desde el gimnasio de la Universidad Autónoma de Baja California, en la ciudad de Tijuana, Baja California, de tres encuentros que tendrán los aspirantes a ocupar el despacho presidencial.
Ahí, todos los contendientes a la presidencia se declararon ganadores; predominaron los insultos más que las propuestas para acabar con la problemática que afronta el país. Hay que recordar que la elección la hace la ciudadanía, las encuestas son guiadas, pero la realidad la sabremos el primero de julio.
El Instituto Nacional Electoral está preparado para organizar la elección donde el voto será respetado con la transparencia e imparcialidad que exige la democracia en nuestro país. Hagamos de esta elección una fiesta democrática donde prevalezca la paz y la tranquilidad.
En Tlaxcala los partidos políticos han mostrado civilidad respetando los espacios que les fueron proporcionados por el Instituto Nacional Electoral para su propaganda electoral, y es digno de reconocer que no han invadido el equipamiento urbano, como sucedió en el proceso pasado. A treinta y un días de la elección, nuestro estado se encuentra tranquilo con mucha efervescencia política.
Ciudadano, antes de emitir tu voto razónalo y elige al mejor.
*Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 01
