/ jueves 13 de agosto de 2020

Espacio INE | Las elecciones 2020-2021 y sus retos

  • César Lara Cano*

El próximo mes de septiembre dará inicio el proceso electoral federal 2020-2021 y posteriormente el proceso electoral local, de tal manera que los últimos dos meses del año en curso se estarán realizando actividades relativas a la preparación de la Jornada Electoral a celebrarse el primer domingo de junio de 2021, lo cual representa un verdadero reto para las autoridades electorales, partidos políticos y sobre todo a la ciudadanía. Nuestro país por mandato constitucional se rige por un sistema democrático, lo que conlleva a que el electorado elija a sus representantes populares de manera pacífica y periódica, ya que de esta manera se logra la estabilidad institucional.

Como en todo proceso electoral existen diversidad de retos y desafíos que generalmente no son previstos, para el proceso electoral 2020-2021 con su ya inminente inicio se suma uno más que hace unos meses no se imaginaba, como es la pandemia por Covid-19 causante del SARS-CoV-2, mismo que es un reto mayor, puesto que la sociedad se ha visto en la necesidad de cambiar su manera de vivir, de tener una cotidianeidad diferente; todo lo anterior por causa de un virus que de no tomar medidas hasta cierto grado extremas en nuestros hábitos de higiene, de educación, de alimentación, de salud, de convivencia social entre otras, puede ser causa de contagio y como última consecuencia la muerte de las personas, tal es el grado que un virus puede evidenciar a las instituciones de un país en cuanto hace a su fragilidad o lo que es peor a su insuficiencia.

En lo que se refiere al ámbito electoral debido a la pandemia mundial por Covid-19, algunos procesos electorales se han aplazado con la finalidad de proteger a la ciudadanía de algún contagio, aunque como consecuencia de postergar una elección se han tenido como resultado costos sociales y políticos, además de crear incertidumbre en los cargos políticos a ocuparse.

En el mundo, aproximadamente 34 elecciones han sido aplazadas, entre los que se encuentran el plebiscito chileno que estaba programado para el mes de abril pasado, la elección presidencial de Bolivia, las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo, entre otras; algunos países decidieron no interrumpir los procesos electorales, destacando el de Corea del Sur en el que aún con pandemia logró un alto porcentaje de votación debido a que puso en práctica diversas medidas de protección, tanto a la ciudadanía como al personal encargado de recibir la votación.

Postergar las elecciones por mucho tiempo puede ser causa de generar una incertidumbre de gobernabilidad, ya que al extender un periodo de gobierno sin existir la rotación natural del poder sería una contravención a los principios democráticos. De tal forma que todo proceso electoral debe realizarse observando todas las etapas que establezca la legislación electoral respectiva, de lo contrario la alteración de alguna de éstas puede crear duda de toda la elección y dar como consecuencia su nulidad.

Las elecciones son consideradas como la piedra angular de la democracia, por lo tanto de acuerdo con IDEA Internacional (Instituto para la Democracia y Asistencia Electoral), la legitimidad de toda elección debe mantenerse y frente a la pandemia del Covid-19, ha advertido una serie de elementos que en caso de no cumplirse provocarían serias consecuencias, por lo que recomiendan lo siguiente: no perder la voz ciudadana, en razón de que las elecciones son el medio para que la ciudadanía alce la voz; efecto de la participación; evitar que los gobiernos actúen de manera unilateral en beneficio propio; evitar la debilitación de la participación ciudadana, y, durante la pandemia, garantizar la información y la difusión de las campañas políticas.

Frente a todas las circunstancias que rodean al próximo proceso electoral con relación a la pandemia, es necesario que todos los actores políticos lleguen a consensos con la finalidad de definir procedimientos y protocolos que deberán ponerse en práctica con el objetivo de que la ciudadanía esté en posibilidad de ejercer su derecho al voto, tomar medidas adecuadas de higiene, estrategias de comunicación pertinentes, el uso de la tecnología en todas las etapas del proceso electoral y sobre todo observar las experiencias exitosas de países que han tenido elecciones en la pandemia de la Covid-19, así como las recomendaciones del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la Organización de Estados Americanos.

  • *Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 02 / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala
  • César Lara Cano*

El próximo mes de septiembre dará inicio el proceso electoral federal 2020-2021 y posteriormente el proceso electoral local, de tal manera que los últimos dos meses del año en curso se estarán realizando actividades relativas a la preparación de la Jornada Electoral a celebrarse el primer domingo de junio de 2021, lo cual representa un verdadero reto para las autoridades electorales, partidos políticos y sobre todo a la ciudadanía. Nuestro país por mandato constitucional se rige por un sistema democrático, lo que conlleva a que el electorado elija a sus representantes populares de manera pacífica y periódica, ya que de esta manera se logra la estabilidad institucional.

Como en todo proceso electoral existen diversidad de retos y desafíos que generalmente no son previstos, para el proceso electoral 2020-2021 con su ya inminente inicio se suma uno más que hace unos meses no se imaginaba, como es la pandemia por Covid-19 causante del SARS-CoV-2, mismo que es un reto mayor, puesto que la sociedad se ha visto en la necesidad de cambiar su manera de vivir, de tener una cotidianeidad diferente; todo lo anterior por causa de un virus que de no tomar medidas hasta cierto grado extremas en nuestros hábitos de higiene, de educación, de alimentación, de salud, de convivencia social entre otras, puede ser causa de contagio y como última consecuencia la muerte de las personas, tal es el grado que un virus puede evidenciar a las instituciones de un país en cuanto hace a su fragilidad o lo que es peor a su insuficiencia.

En lo que se refiere al ámbito electoral debido a la pandemia mundial por Covid-19, algunos procesos electorales se han aplazado con la finalidad de proteger a la ciudadanía de algún contagio, aunque como consecuencia de postergar una elección se han tenido como resultado costos sociales y políticos, además de crear incertidumbre en los cargos políticos a ocuparse.

En el mundo, aproximadamente 34 elecciones han sido aplazadas, entre los que se encuentran el plebiscito chileno que estaba programado para el mes de abril pasado, la elección presidencial de Bolivia, las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo, entre otras; algunos países decidieron no interrumpir los procesos electorales, destacando el de Corea del Sur en el que aún con pandemia logró un alto porcentaje de votación debido a que puso en práctica diversas medidas de protección, tanto a la ciudadanía como al personal encargado de recibir la votación.

Postergar las elecciones por mucho tiempo puede ser causa de generar una incertidumbre de gobernabilidad, ya que al extender un periodo de gobierno sin existir la rotación natural del poder sería una contravención a los principios democráticos. De tal forma que todo proceso electoral debe realizarse observando todas las etapas que establezca la legislación electoral respectiva, de lo contrario la alteración de alguna de éstas puede crear duda de toda la elección y dar como consecuencia su nulidad.

Las elecciones son consideradas como la piedra angular de la democracia, por lo tanto de acuerdo con IDEA Internacional (Instituto para la Democracia y Asistencia Electoral), la legitimidad de toda elección debe mantenerse y frente a la pandemia del Covid-19, ha advertido una serie de elementos que en caso de no cumplirse provocarían serias consecuencias, por lo que recomiendan lo siguiente: no perder la voz ciudadana, en razón de que las elecciones son el medio para que la ciudadanía alce la voz; efecto de la participación; evitar que los gobiernos actúen de manera unilateral en beneficio propio; evitar la debilitación de la participación ciudadana, y, durante la pandemia, garantizar la información y la difusión de las campañas políticas.

Frente a todas las circunstancias que rodean al próximo proceso electoral con relación a la pandemia, es necesario que todos los actores políticos lleguen a consensos con la finalidad de definir procedimientos y protocolos que deberán ponerse en práctica con el objetivo de que la ciudadanía esté en posibilidad de ejercer su derecho al voto, tomar medidas adecuadas de higiene, estrategias de comunicación pertinentes, el uso de la tecnología en todas las etapas del proceso electoral y sobre todo observar las experiencias exitosas de países que han tenido elecciones en la pandemia de la Covid-19, así como las recomendaciones del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la Organización de Estados Americanos.

  • *Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 02 / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala