/ jueves 28 de enero de 2021

Espacio INE | Las otras pandemias

  • Andrés Corona Hernández*

Ahora que estamos en precampañas y en breve estaremos en campañas, el INE no solo se enfrenta a la pandemia de Covid-19, lo que implica un esfuerzo más que adicional para llevar a buen puerto el proceso electoral que culmina con la calificación de la elección y la entrega de la constancia de mayoría a quien resulte ganador o ganadora de la elección de las diputaciones federales. Es un proceso electoral atípico por decir lo menos, se buscaron nuevas formas de trabajo desde el reclutamiento de las y los Supervisores y Capacitadores-Asistentes Electorales, las sesiones de trabajo de los consejos desde el general hasta los locales y distritales se realizan de manera virtual para disminuir los riesgos de contagio. El acceso a las instalaciones de las juntas distritales esta precedido por estrictas medidas sanitarias como es la toma de temperatura, pasar por el tapete desinfectante y aplicarse gel, se busca proteger tanto a quienes visitan las instalaciones como al personal de los órganos desconcentrados del Instituto.

Pero hay otras pandemias de las que poco podemos hacer; y menciono solo de tres de ellas. La primera, es la pandemia de la desinformación en redes sociales culpando al Instituto por la aplicación de la Ley, sobre lo que establece el octavo párrafo del artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relacionado con la propaganda electoral y la prohibición de utilizar recursos públicos por parte de los servidores, que bien pueden disfrazarse de informes para que el "pueblo" sepa lo que hacen sus gobernantes. Las redes sociales como Twitter y Facebook permiten desde el anonimato de un alias acusar, denostar, agredir, ofender y hasta amenazar a quienes no comparten la misma ideología o visión sobre un determinado gobernante; las redes sociales polarizan la opinión y hacen ver que la dinámica de la sociedad mexicana es en blanco y negro; o estas a favor o en contra, cuando la vitalidad social tiene matices. Para combatir la desinformación es con más información, transparencia y rendición de cuentas

La segunda, es la descalificación desde el Gobierno y las fake news, como que la democracia inicia en 2018 y lo que sucedió antes de esa elección todo fue simulación, acusaciones de fraude que nunca se pudieron probar ante la autoridad jurisdiccional. O que el INE censura al presidente y quiere callarlo para que no informe. El Instituto solo aplica la Ley no la crea, sino están conformes como está redactada actualmente en materia de prohibiciones durante el inicio de los procesos electorales, saben perfectamente cuál es la vía para modificarla. También la descalificación a todos los órganos autónomos porque no son útiles al "pueblo" y esos recursos que gastan mejor entregarlos directamente a las personas con situación de pobreza; cuando en realidad los órganos constitucionales autónomos son contrapeso del Poder Ejecutivo y de cualquier poder constituido del Estado, además son producto de la lucha social y no concesiones del poder. Pero es más redituable políticamente denostar y atacar al árbitro que cumplir con las leyes.

La tercera, tiene que ver con el recorte presupuestal al Instituto, sino puedes controlarlo quítale recursos y déjalo en estado de indefensión. Desde el año pasado el INE ha sido sometido a recortes en su presupuesto que tuvo que dejar de realizar proyectos estratégicos, como explorar formas distintas al voto presencial, precisamente por las condiciones sanitarias que prevalecen actualmente y que bien pudieron estudiarse el voto electrónico, postal o por internet, inclusive el voto anticipado como en Estados Unidos. Aunque eso implica madurez de los partidos políticos para legislar otras formas de votar. Para este año no es la excepción, la Cámara de Diputados recortó el presupuesto solicitado, a pesar de que se realizará en 2021 la elección más grande por el número de cargos a elegir, tanto en el ámbito local como federal. Pero no sólo son las elecciones, también se tiene que organizar la consulta ciudadana que ya aprobó la Corte.

Si a las y los ciudadanos que resultan sorteados para ser funcionarios de casilla, se les ofrece una ayuda para alimentos de 500 pesos y no aceptan, tal vez con el llamado que hizo el presidente de la Republica que lo ayuden con la consulta para enjuiciar a los expresidentes, como si el acceso a la justicia requiere de ese procedimiento. Y si todos los funcionarios de casilla para la consulta no aceptan la ayuda, entonces las y los diputados hicieron el recorte presupuestal correcto; eso lo veremos en agosto.

  • *Vocal Ejecutivo de la 01 Junta Distrital Ejecutiva Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala
  • Andrés Corona Hernández*

Ahora que estamos en precampañas y en breve estaremos en campañas, el INE no solo se enfrenta a la pandemia de Covid-19, lo que implica un esfuerzo más que adicional para llevar a buen puerto el proceso electoral que culmina con la calificación de la elección y la entrega de la constancia de mayoría a quien resulte ganador o ganadora de la elección de las diputaciones federales. Es un proceso electoral atípico por decir lo menos, se buscaron nuevas formas de trabajo desde el reclutamiento de las y los Supervisores y Capacitadores-Asistentes Electorales, las sesiones de trabajo de los consejos desde el general hasta los locales y distritales se realizan de manera virtual para disminuir los riesgos de contagio. El acceso a las instalaciones de las juntas distritales esta precedido por estrictas medidas sanitarias como es la toma de temperatura, pasar por el tapete desinfectante y aplicarse gel, se busca proteger tanto a quienes visitan las instalaciones como al personal de los órganos desconcentrados del Instituto.

Pero hay otras pandemias de las que poco podemos hacer; y menciono solo de tres de ellas. La primera, es la pandemia de la desinformación en redes sociales culpando al Instituto por la aplicación de la Ley, sobre lo que establece el octavo párrafo del artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relacionado con la propaganda electoral y la prohibición de utilizar recursos públicos por parte de los servidores, que bien pueden disfrazarse de informes para que el "pueblo" sepa lo que hacen sus gobernantes. Las redes sociales como Twitter y Facebook permiten desde el anonimato de un alias acusar, denostar, agredir, ofender y hasta amenazar a quienes no comparten la misma ideología o visión sobre un determinado gobernante; las redes sociales polarizan la opinión y hacen ver que la dinámica de la sociedad mexicana es en blanco y negro; o estas a favor o en contra, cuando la vitalidad social tiene matices. Para combatir la desinformación es con más información, transparencia y rendición de cuentas

La segunda, es la descalificación desde el Gobierno y las fake news, como que la democracia inicia en 2018 y lo que sucedió antes de esa elección todo fue simulación, acusaciones de fraude que nunca se pudieron probar ante la autoridad jurisdiccional. O que el INE censura al presidente y quiere callarlo para que no informe. El Instituto solo aplica la Ley no la crea, sino están conformes como está redactada actualmente en materia de prohibiciones durante el inicio de los procesos electorales, saben perfectamente cuál es la vía para modificarla. También la descalificación a todos los órganos autónomos porque no son útiles al "pueblo" y esos recursos que gastan mejor entregarlos directamente a las personas con situación de pobreza; cuando en realidad los órganos constitucionales autónomos son contrapeso del Poder Ejecutivo y de cualquier poder constituido del Estado, además son producto de la lucha social y no concesiones del poder. Pero es más redituable políticamente denostar y atacar al árbitro que cumplir con las leyes.

La tercera, tiene que ver con el recorte presupuestal al Instituto, sino puedes controlarlo quítale recursos y déjalo en estado de indefensión. Desde el año pasado el INE ha sido sometido a recortes en su presupuesto que tuvo que dejar de realizar proyectos estratégicos, como explorar formas distintas al voto presencial, precisamente por las condiciones sanitarias que prevalecen actualmente y que bien pudieron estudiarse el voto electrónico, postal o por internet, inclusive el voto anticipado como en Estados Unidos. Aunque eso implica madurez de los partidos políticos para legislar otras formas de votar. Para este año no es la excepción, la Cámara de Diputados recortó el presupuesto solicitado, a pesar de que se realizará en 2021 la elección más grande por el número de cargos a elegir, tanto en el ámbito local como federal. Pero no sólo son las elecciones, también se tiene que organizar la consulta ciudadana que ya aprobó la Corte.

Si a las y los ciudadanos que resultan sorteados para ser funcionarios de casilla, se les ofrece una ayuda para alimentos de 500 pesos y no aceptan, tal vez con el llamado que hizo el presidente de la Republica que lo ayuden con la consulta para enjuiciar a los expresidentes, como si el acceso a la justicia requiere de ese procedimiento. Y si todos los funcionarios de casilla para la consulta no aceptan la ayuda, entonces las y los diputados hicieron el recorte presupuestal correcto; eso lo veremos en agosto.

  • *Vocal Ejecutivo de la 01 Junta Distrital Ejecutiva Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala