/ jueves 16 de enero de 2020

Espacio INE | Nuevo modelo de Credencial para Votar

  • EILEEN ZACUALA CÁRDENAS*

Desde finales del año pasado, el anuncio de un nuevo modelo de Credencial para Votar ha generado opiniones encontradas y dudas sobre la producción y las nuevas medidas de seguridad con las que cuenta, particularmente en lo que a los Códigos QR se refiere.

En diciembre pasado, las y los consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) presentaron, desde las instalaciones del Centro de Producción de Credenciales para votar, ubicado en Naucalpan, Estado de México, las características de la nueva Credencial para Votar con Fotografía que a partir del día 19 de dicho mes, comenzaron a emitirse y que tienen un costo aproximado de 280 pesos cada una (entre producción, verificación, envío, entre otros), mismo que seguirá sin ser absorbido directamente por la ciudadanía, esto es, la Credencial para Votar seguirá entregándose a quien así lo solicite y cumpla con los requisitos establecidos, de manera gratuita.

Para comenzar, se debe mencionar que este nuevo formato cuenta con 24 medidas de seguridad, así como con códigos bidimensionales QR de alta densidad con información básica del ciudadano o ciudadana. Pero, ¿qué información contienen estos códigos y para qué sirven? Bien, los tres códigos se encuentran en el reverso de la nueva credencial; dos del mismo tamaño y uno más pequeño. Este último sirve para que las y los usuarios puedan acceder, de manera inmediata, al sitio oficial del INE y obtener información sobre la ubicación de los Módulos de Atención Ciudadana o, en periodo electoral, la ubicación de las casillas, por lo que es el único que se puede leer con cualquier teléfono inteligente o a través de alguna aplicación de lectura de QR. Respecto de los otros dos códigos, se encuentran vinculados, es decir, no funcionan el uno sin el otro y, en conjunto, almacenan 17 de los 26 datos que incluye la credencial (nombre, CURP, Clave de Elector, entre otros) y sirven básicamente para comprobar la autenticidad del documento de identidad.

Nunca antes se había emitido un documento con tantas medidas de seguridad lo cual convierte a la Credencial para Votar en un documento seguro e infalsificable que garantiza el derecho a la identidad de una persona, así como, por supuesto, su derecho a votar y ser votada.

Fue a través de un concurso público a convocatoria del INE, en el que las empresas Veridos, Informática El Corte Ingles, Giesecke+Devrient y SeguriData obtuvieron el contrato para, a partir de diciembre de 2019 y por un periodo de cinco años, producir la Credencial para Votar. Actualmente, se tiene la capacidad de producir 90 mil credenciales diariamente, a un costo que representa una reducción aproximada de 9.6 por ciento respecto del costo de los formatos anteriores, pudiendo producir 15 millones de micas al año, lo que significa que la producción durante los cinco años que estará vigente el contrato con las empresas ganadoras del concurso, será de entre 74.7 y 81.7 millones de credenciales para votar.

Es necesario puntualizar que aquellas credenciales con diez años de antigüedad, ya no serán válidas como documento de identificación oficial ni para votar y, por tanto, será necesario que sus titulares las renueven a la mayor brevedad posible. Por otra parte, las credenciales que hayan sido tramitadas entre 2010 y 2019, se encuentran aún vigentes, por lo que no es necesario hacer el canje, aun cuando no cuenten con el nuevo formato. La renovación de estas últimas será gradual, en el momento en que la ciudadanía lo requiera ya sea por modificar su domicilio o corregir alguno de sus datos personales, entre otras razones. Sin embargo, no hay que perder de vista que las credenciales 2010, perderán vigencia el próximo 31 de diciembre de 2020.

Por otra parte, no sobra decir que, en un escenario en el que el INE genera productos tan confiables como la Credencial para Votar, así como el Padrón Electoral y la Lista Nominal de Electores, se cuenta tanto con la disposición como con las herramientas y recursos materiales, técnicos y humanos para constituir, por ejemplo y como complemento, el Registro Nacional de Menores y emitir una cédula de identidad para esta parte de la población, garantizando la seguridad y la protección de los datos personales de niñas, niños y adolescentes, con el mismo compromiso que para la Credencial para Votar y, por si fuera poco, garantizando de igual manera el derecho a la identidad de las y los menores.

  • * Vocal del Registro Federal de Electores
  • Junta Local Ejecutiva del INE en Tlaxcala
  • EILEEN ZACUALA CÁRDENAS*

Desde finales del año pasado, el anuncio de un nuevo modelo de Credencial para Votar ha generado opiniones encontradas y dudas sobre la producción y las nuevas medidas de seguridad con las que cuenta, particularmente en lo que a los Códigos QR se refiere.

En diciembre pasado, las y los consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) presentaron, desde las instalaciones del Centro de Producción de Credenciales para votar, ubicado en Naucalpan, Estado de México, las características de la nueva Credencial para Votar con Fotografía que a partir del día 19 de dicho mes, comenzaron a emitirse y que tienen un costo aproximado de 280 pesos cada una (entre producción, verificación, envío, entre otros), mismo que seguirá sin ser absorbido directamente por la ciudadanía, esto es, la Credencial para Votar seguirá entregándose a quien así lo solicite y cumpla con los requisitos establecidos, de manera gratuita.

Para comenzar, se debe mencionar que este nuevo formato cuenta con 24 medidas de seguridad, así como con códigos bidimensionales QR de alta densidad con información básica del ciudadano o ciudadana. Pero, ¿qué información contienen estos códigos y para qué sirven? Bien, los tres códigos se encuentran en el reverso de la nueva credencial; dos del mismo tamaño y uno más pequeño. Este último sirve para que las y los usuarios puedan acceder, de manera inmediata, al sitio oficial del INE y obtener información sobre la ubicación de los Módulos de Atención Ciudadana o, en periodo electoral, la ubicación de las casillas, por lo que es el único que se puede leer con cualquier teléfono inteligente o a través de alguna aplicación de lectura de QR. Respecto de los otros dos códigos, se encuentran vinculados, es decir, no funcionan el uno sin el otro y, en conjunto, almacenan 17 de los 26 datos que incluye la credencial (nombre, CURP, Clave de Elector, entre otros) y sirven básicamente para comprobar la autenticidad del documento de identidad.

Nunca antes se había emitido un documento con tantas medidas de seguridad lo cual convierte a la Credencial para Votar en un documento seguro e infalsificable que garantiza el derecho a la identidad de una persona, así como, por supuesto, su derecho a votar y ser votada.

Fue a través de un concurso público a convocatoria del INE, en el que las empresas Veridos, Informática El Corte Ingles, Giesecke+Devrient y SeguriData obtuvieron el contrato para, a partir de diciembre de 2019 y por un periodo de cinco años, producir la Credencial para Votar. Actualmente, se tiene la capacidad de producir 90 mil credenciales diariamente, a un costo que representa una reducción aproximada de 9.6 por ciento respecto del costo de los formatos anteriores, pudiendo producir 15 millones de micas al año, lo que significa que la producción durante los cinco años que estará vigente el contrato con las empresas ganadoras del concurso, será de entre 74.7 y 81.7 millones de credenciales para votar.

Es necesario puntualizar que aquellas credenciales con diez años de antigüedad, ya no serán válidas como documento de identificación oficial ni para votar y, por tanto, será necesario que sus titulares las renueven a la mayor brevedad posible. Por otra parte, las credenciales que hayan sido tramitadas entre 2010 y 2019, se encuentran aún vigentes, por lo que no es necesario hacer el canje, aun cuando no cuenten con el nuevo formato. La renovación de estas últimas será gradual, en el momento en que la ciudadanía lo requiera ya sea por modificar su domicilio o corregir alguno de sus datos personales, entre otras razones. Sin embargo, no hay que perder de vista que las credenciales 2010, perderán vigencia el próximo 31 de diciembre de 2020.

Por otra parte, no sobra decir que, en un escenario en el que el INE genera productos tan confiables como la Credencial para Votar, así como el Padrón Electoral y la Lista Nominal de Electores, se cuenta tanto con la disposición como con las herramientas y recursos materiales, técnicos y humanos para constituir, por ejemplo y como complemento, el Registro Nacional de Menores y emitir una cédula de identidad para esta parte de la población, garantizando la seguridad y la protección de los datos personales de niñas, niños y adolescentes, con el mismo compromiso que para la Credencial para Votar y, por si fuera poco, garantizando de igual manera el derecho a la identidad de las y los menores.

  • * Vocal del Registro Federal de Electores
  • Junta Local Ejecutiva del INE en Tlaxcala