/ jueves 19 de marzo de 2020

Espacio INE | #UnDíaSinNosotras

Jesús Martínez Hernández*

  • El 9 de marzo de 2020, nuestro país vivió una manifestación sin precedentes; en un ejemplo claro de participación ciudadana, las mujeres decidieron manifestar su contundente rechazo a la situación de extrema inseguridad y vulnerabilidad que viven, ausentándose de su actividad cotidiana en nuestra sociedad; y, esa ausencia, efectivamente, se notó, en las calles, en las oficinas públicas, en las escuelas, en las empresas, en todos lados, con imágenes de ciudades semivacías y con poca actividad.

Con esta ausencia, las mujeres dieron muestra de su gran fuerza social, política, económica e ideológica, demostrando a una sociedad, que ha sido catalogada como tradicionalmente machista, lo que se puede lograr si existe unión, organización y un fin común.

Para nadie es un secreto que las mujeres son mayoría en nuestro país; si hablamos de población, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay 94.4 hombres por cada 100 mujeres; con relación al Padrón Electoral, a nivel nacional, existen 47,056,808 mujeres registradas, por 43,793,207 hombres; y, en el caso particular del estado de Tlaxcala, se cuenta con un Padrón Electoral de 946,061 registros; de los cuales, 496,626 corresponden a mujeres.

Las cifras son contundentes, las mujeres son mayoría en cualquier instancia en nuestro país, pero ello no se ve reflejado en las esferas públicas ni privadas, en los puestos de gobierno, en la iniciativa privada, ni siquiera en el campo del deporte.

  • En este contexto, podríamos estar frente a un punto de ruptura, en el que el hartazgo por los niveles de inseguridad y una tradición histórica machista, nos han llevado al extremo de las manifestaciones de inconformidad, en un par de jornadas sumamente significativas; un domingo 8 de marzo lleno de marchas y acciones de protesta y rechazo en todo el país (tampoco se deben justificar las acciones violentas); y, un lunes 9 de marzo, con una ausencia que ha calado profundamente en la sociedad, haciéndola reflexionar.

A pesar de lo anterior, también hay que reconocer, como se ha demostrado a lo largo de la historia, que todas las luchas sociales, las grandes revoluciones, las grandes trasformaciones las hace, precisamente, la sociedad en su conjunto; no sólo una parte o un segmento de ella; por eso, habrá que cobijar este movimiento, abrazarlo, porque no se trata de hombres contra mujeres, sino de una transformación social interna, que debe desarrollarse en el seno de la propia sociedad, de manera que se reinvente y, por qué no, se sienten las bases de una mejor sociedad, con mejores condiciones, en el que las mujeres no sean violentadas por el solo hecho de ser mujeres; incluso, en la que nadie sea violentado por ninguna razón.

Se ha iniciado el camino, hay que regar y cuidar esta semilla, hacerla trascender y que un día se cristalice en una mejor sociedad.

*Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 03 / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala

Jesús Martínez Hernández*

  • El 9 de marzo de 2020, nuestro país vivió una manifestación sin precedentes; en un ejemplo claro de participación ciudadana, las mujeres decidieron manifestar su contundente rechazo a la situación de extrema inseguridad y vulnerabilidad que viven, ausentándose de su actividad cotidiana en nuestra sociedad; y, esa ausencia, efectivamente, se notó, en las calles, en las oficinas públicas, en las escuelas, en las empresas, en todos lados, con imágenes de ciudades semivacías y con poca actividad.

Con esta ausencia, las mujeres dieron muestra de su gran fuerza social, política, económica e ideológica, demostrando a una sociedad, que ha sido catalogada como tradicionalmente machista, lo que se puede lograr si existe unión, organización y un fin común.

Para nadie es un secreto que las mujeres son mayoría en nuestro país; si hablamos de población, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay 94.4 hombres por cada 100 mujeres; con relación al Padrón Electoral, a nivel nacional, existen 47,056,808 mujeres registradas, por 43,793,207 hombres; y, en el caso particular del estado de Tlaxcala, se cuenta con un Padrón Electoral de 946,061 registros; de los cuales, 496,626 corresponden a mujeres.

Las cifras son contundentes, las mujeres son mayoría en cualquier instancia en nuestro país, pero ello no se ve reflejado en las esferas públicas ni privadas, en los puestos de gobierno, en la iniciativa privada, ni siquiera en el campo del deporte.

  • En este contexto, podríamos estar frente a un punto de ruptura, en el que el hartazgo por los niveles de inseguridad y una tradición histórica machista, nos han llevado al extremo de las manifestaciones de inconformidad, en un par de jornadas sumamente significativas; un domingo 8 de marzo lleno de marchas y acciones de protesta y rechazo en todo el país (tampoco se deben justificar las acciones violentas); y, un lunes 9 de marzo, con una ausencia que ha calado profundamente en la sociedad, haciéndola reflexionar.

A pesar de lo anterior, también hay que reconocer, como se ha demostrado a lo largo de la historia, que todas las luchas sociales, las grandes revoluciones, las grandes trasformaciones las hace, precisamente, la sociedad en su conjunto; no sólo una parte o un segmento de ella; por eso, habrá que cobijar este movimiento, abrazarlo, porque no se trata de hombres contra mujeres, sino de una transformación social interna, que debe desarrollarse en el seno de la propia sociedad, de manera que se reinvente y, por qué no, se sienten las bases de una mejor sociedad, con mejores condiciones, en el que las mujeres no sean violentadas por el solo hecho de ser mujeres; incluso, en la que nadie sea violentado por ninguna razón.

Se ha iniciado el camino, hay que regar y cuidar esta semilla, hacerla trascender y que un día se cristalice en una mejor sociedad.

*Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 03 / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala