/ jueves 21 de abril de 2022

Espacio INE | ¿Y después de la Revocación de Mandato qué?

  • Andrés Corona Hernández*

Al término de la Revocación de Mandato del titular del Poder Ejecutivo, cada quien lo interpretó como mejor le parece o mejor le acomoda según el papel que juegan en el espectro político. Los del partido del presidente, sus aliados y el propio mandatario lo consideran un éxito rotundo por el porcentaje de participación que hubo y con el discurso de que no hubo más participación porque el Instituto Nacional Electoral (INE) no instaló todas las casillas, no le dio difusión o las instaló muy lejos de los lugares donde habitualmente se instalan.

Para los partidos de oposición, el ejercicio fue un fracaso total y dinero tirado a la basura, que bien pudo ser utilizado en rubros mucho más importantes y de mayor impacto para la población. Que con todo y el acarreo de personas beneficiarias de programas sociales y la coacción de los gobiernos estatales a sus trabajadores para que salieran a emitir su opinión, el porcentaje fue magro y una victoria pírrica.

En mundo monocromático donde no existen matices ni términos medios, la polarización está igual o peor, la ciudadanía dividida en dos bandos los buenos y los malos, los honestos y los corruptos, los liberales y los conservadores que defienden a capa y espada su visión del resultado de la Consulta de Revocación de Mandato según al bando al que pertenezcan.

Pero, fuera de este apasionamiento y a la luz del derecho y la realidad ingrata ¿qué sigue?, ¿hay ganadores y perdedores?

El presidente López Obrador continuará en su encargo hasta septiembre de 2024, así fue el periodo por el que se eligió, de seis años (2018-2024). En realidad, la ciudadanía quiere que termine su encargo por el tiempo que fue electo, nadie que no fuera el mismo grupo en el poder gestionó la Revocación de Mandato. México es un país de paradojas, no pidieron la Revocación los inconformes, sino los que gobiernan, más para medir su capacidad de movilización, que por tener un resultado adverso y concluya de manera anticipada el periodo de gobierno. El umbral para que sea vinculante es muy alto, ya que se requiere el 40% de participación de la Lista Nominal, mismo que se alcanza en elecciones presidenciales ordinarias.

Nadie puede decirse ganador o perdedor, porque no hubo nada en juego, pero sí hubo daños colaterales. El primer daño, es para la misma figura de Revocación de Mandato, pues, si bien es cierto que en pocos países se realiza para el nivel nacional, en México, bien gestionado o que hubiera sido solicitado por la ciudadanía inconforme con el desempeño presidencial, habría sido un buen termómetro para medir el desempeño del gobierno, pero tal como fue ejecutado, no tuvo el impacto deseado, porque fue visto como algo innecesario.

El segundo daño es para el INE, ante el discurso incendiario y lleno de verdades a medias o de plano mentiras por parte del partido en el gobierno con la narrativa de que, la participación ciudadana fue baja por culpa del Instituto; sin embargo, la ciudadanía refrendó su confianza porque aceptó participar como funcionariado de Mesas Directivas de Casillas, y ya se ha dicho hasta el cansancio que las elecciones no las hace el INE, las hacen las y los ciudadanos que reciben los votos u opiniones de sus vecinos y familiares; el INE somos todas y todos.

Y dentro de todas las malas siempre hay una buena. La Organización de Estados Americanos (OEA) hizo un reconocimiento al Instituto Nacional Electoral, por el trabajo que realizó en la consulta de la Revocación de Mandato, ya que, pese a los ataques desde los Poderes Ejecutivo y Legislativo, el partido en el gobierno y sus aliados y simpatizantes del presidente al crear un ambiente hostil, las limitaciones presupuestarias y el poco tiempo para organizarlas, el ejercicio ciudadano se realizó, como siempre, con los más altos estándares de calidad.

Después de la Revocación de Mandato, solo queda expresar gratitud a la ciudadanía que participó como funcionariado de casilla, por refrendar su confianza en esta institución, pues para la democracia contamos todas, contamos todos.

  • *Vocal Ejecutivo 01 Junta Distrital Ejecutiva / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala
  • Andrés Corona Hernández*

Al término de la Revocación de Mandato del titular del Poder Ejecutivo, cada quien lo interpretó como mejor le parece o mejor le acomoda según el papel que juegan en el espectro político. Los del partido del presidente, sus aliados y el propio mandatario lo consideran un éxito rotundo por el porcentaje de participación que hubo y con el discurso de que no hubo más participación porque el Instituto Nacional Electoral (INE) no instaló todas las casillas, no le dio difusión o las instaló muy lejos de los lugares donde habitualmente se instalan.

Para los partidos de oposición, el ejercicio fue un fracaso total y dinero tirado a la basura, que bien pudo ser utilizado en rubros mucho más importantes y de mayor impacto para la población. Que con todo y el acarreo de personas beneficiarias de programas sociales y la coacción de los gobiernos estatales a sus trabajadores para que salieran a emitir su opinión, el porcentaje fue magro y una victoria pírrica.

En mundo monocromático donde no existen matices ni términos medios, la polarización está igual o peor, la ciudadanía dividida en dos bandos los buenos y los malos, los honestos y los corruptos, los liberales y los conservadores que defienden a capa y espada su visión del resultado de la Consulta de Revocación de Mandato según al bando al que pertenezcan.

Pero, fuera de este apasionamiento y a la luz del derecho y la realidad ingrata ¿qué sigue?, ¿hay ganadores y perdedores?

El presidente López Obrador continuará en su encargo hasta septiembre de 2024, así fue el periodo por el que se eligió, de seis años (2018-2024). En realidad, la ciudadanía quiere que termine su encargo por el tiempo que fue electo, nadie que no fuera el mismo grupo en el poder gestionó la Revocación de Mandato. México es un país de paradojas, no pidieron la Revocación los inconformes, sino los que gobiernan, más para medir su capacidad de movilización, que por tener un resultado adverso y concluya de manera anticipada el periodo de gobierno. El umbral para que sea vinculante es muy alto, ya que se requiere el 40% de participación de la Lista Nominal, mismo que se alcanza en elecciones presidenciales ordinarias.

Nadie puede decirse ganador o perdedor, porque no hubo nada en juego, pero sí hubo daños colaterales. El primer daño, es para la misma figura de Revocación de Mandato, pues, si bien es cierto que en pocos países se realiza para el nivel nacional, en México, bien gestionado o que hubiera sido solicitado por la ciudadanía inconforme con el desempeño presidencial, habría sido un buen termómetro para medir el desempeño del gobierno, pero tal como fue ejecutado, no tuvo el impacto deseado, porque fue visto como algo innecesario.

El segundo daño es para el INE, ante el discurso incendiario y lleno de verdades a medias o de plano mentiras por parte del partido en el gobierno con la narrativa de que, la participación ciudadana fue baja por culpa del Instituto; sin embargo, la ciudadanía refrendó su confianza porque aceptó participar como funcionariado de Mesas Directivas de Casillas, y ya se ha dicho hasta el cansancio que las elecciones no las hace el INE, las hacen las y los ciudadanos que reciben los votos u opiniones de sus vecinos y familiares; el INE somos todas y todos.

Y dentro de todas las malas siempre hay una buena. La Organización de Estados Americanos (OEA) hizo un reconocimiento al Instituto Nacional Electoral, por el trabajo que realizó en la consulta de la Revocación de Mandato, ya que, pese a los ataques desde los Poderes Ejecutivo y Legislativo, el partido en el gobierno y sus aliados y simpatizantes del presidente al crear un ambiente hostil, las limitaciones presupuestarias y el poco tiempo para organizarlas, el ejercicio ciudadano se realizó, como siempre, con los más altos estándares de calidad.

Después de la Revocación de Mandato, solo queda expresar gratitud a la ciudadanía que participó como funcionariado de casilla, por refrendar su confianza en esta institución, pues para la democracia contamos todas, contamos todos.

  • *Vocal Ejecutivo 01 Junta Distrital Ejecutiva / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala