/ jueves 24 de junio de 2021

Espacio ITE | Participación ciudadana

  • Denisse Hernández Blas*

El pasado 6 de junio la ciudadanía tlaxcalteca acudió a emitir su voto, 6 de cada 10 ciudadanos y ciudadanas salieron a ejercer su derecho a elegir, concretamente con un 65.6% de participación ciudadana, lo que ubica a Tlaxcala como la entidad con mayor participación a nivel nacional.

Esto refleja el alto interés ciudadano en la toma de decisiones y la confianza en las autoridades electorales, lo que -como autoridad- nos compromete a seguir con altos estándares en la organización de los procesos electorales.

El alto porcentaje de participación ciudadana también hace posible que las autoridades electas gocen de mayor aceptación en el ejercicio de su cargo y sean autoridades legítimas; es decir, que las autoridades han sido electas conforme a las normas previamente establecidas y gozan de veracidad y certeza ante la población.

Este nivel de participación es notable, además, por el contexto de pandemia en que aún nos encontramos, el resultado de este proceso electoral demuestra la enorme capacidad de adaptación de todos los actores políticos y sobre todo de la ciudadanía que, cumpliendo con los protocolos de seguridad y las reglas en las casillas, de por sí implementadas, acudió a votar.

La violencia siempre es reprochable y el acceso al poder público no debe ser controlado por hechos que pretenden mermar la voluntad ciudadana; por ello es notable que a pesar de que dos días previos a la jornada electoral un colaborador del Instituto Nacional Electoral fue asesinado y el mismo día de la jornada electoral hubo actos de violencia en cinco casillas de las 1605 instaladas en el territorio tlaxcalteca la ciudadanía tlaxcalteca acudió a las urnas.

Es normal que en una contienda electoral haya personas que consideren vulnerados sus derechos político-electorales con los resultados y/o acciones desarrolladas durante la jornada electoral y los cómputos electorales; por ello nuestro sistema electoral mexicano está diseñado para que esas inconformidades sean presentadas antes las autoridades jurisdiccionales quienes tienen la responsabilidad de determinar si les asiste la razón o no. Estas inconformidades solo pueden ser resueltas mediante estos mecanismos previa y legalmente establecidos y no mediante la violencia o presión social.

Dejemos que ahora las autoridades jurisdiccionales determinen el curso de los resultados y si los mismos deben reponerse se harán, si algo debe corregirse se hará, lo mismo que si del estudio correspondiente deviene algún tipo de responsabilidad, se procederá conforme a lo establecido en la ley.

La forma de organizar elecciones en México es única en el mundo y aunque compleja, ha garantizado la transición pacífica de las autoridades. Si bien hay mecanismos que mejorar, lo cierto es que la ley se ha diseñado para blindar acciones contrarias a la norma y para garantizar que la última y única palabra sea la de la ciudadanía. Las autoridades electorales a nivel local se han ido consolidando a partir de este nuevo modelo de organizar elecciones, hoy tenemos autoridades profesionales que responden a las exigencias de la sociedad, por eso no se puede más que agradecer y reconocer la civilidad y compromiso democrático de la ciudadanía tlaxcalteca. Usted votó, usted decidió.

  • *Consejera Electoral del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones
  • Denisse Hernández Blas*

El pasado 6 de junio la ciudadanía tlaxcalteca acudió a emitir su voto, 6 de cada 10 ciudadanos y ciudadanas salieron a ejercer su derecho a elegir, concretamente con un 65.6% de participación ciudadana, lo que ubica a Tlaxcala como la entidad con mayor participación a nivel nacional.

Esto refleja el alto interés ciudadano en la toma de decisiones y la confianza en las autoridades electorales, lo que -como autoridad- nos compromete a seguir con altos estándares en la organización de los procesos electorales.

El alto porcentaje de participación ciudadana también hace posible que las autoridades electas gocen de mayor aceptación en el ejercicio de su cargo y sean autoridades legítimas; es decir, que las autoridades han sido electas conforme a las normas previamente establecidas y gozan de veracidad y certeza ante la población.

Este nivel de participación es notable, además, por el contexto de pandemia en que aún nos encontramos, el resultado de este proceso electoral demuestra la enorme capacidad de adaptación de todos los actores políticos y sobre todo de la ciudadanía que, cumpliendo con los protocolos de seguridad y las reglas en las casillas, de por sí implementadas, acudió a votar.

La violencia siempre es reprochable y el acceso al poder público no debe ser controlado por hechos que pretenden mermar la voluntad ciudadana; por ello es notable que a pesar de que dos días previos a la jornada electoral un colaborador del Instituto Nacional Electoral fue asesinado y el mismo día de la jornada electoral hubo actos de violencia en cinco casillas de las 1605 instaladas en el territorio tlaxcalteca la ciudadanía tlaxcalteca acudió a las urnas.

Es normal que en una contienda electoral haya personas que consideren vulnerados sus derechos político-electorales con los resultados y/o acciones desarrolladas durante la jornada electoral y los cómputos electorales; por ello nuestro sistema electoral mexicano está diseñado para que esas inconformidades sean presentadas antes las autoridades jurisdiccionales quienes tienen la responsabilidad de determinar si les asiste la razón o no. Estas inconformidades solo pueden ser resueltas mediante estos mecanismos previa y legalmente establecidos y no mediante la violencia o presión social.

Dejemos que ahora las autoridades jurisdiccionales determinen el curso de los resultados y si los mismos deben reponerse se harán, si algo debe corregirse se hará, lo mismo que si del estudio correspondiente deviene algún tipo de responsabilidad, se procederá conforme a lo establecido en la ley.

La forma de organizar elecciones en México es única en el mundo y aunque compleja, ha garantizado la transición pacífica de las autoridades. Si bien hay mecanismos que mejorar, lo cierto es que la ley se ha diseñado para blindar acciones contrarias a la norma y para garantizar que la última y única palabra sea la de la ciudadanía. Las autoridades electorales a nivel local se han ido consolidando a partir de este nuevo modelo de organizar elecciones, hoy tenemos autoridades profesionales que responden a las exigencias de la sociedad, por eso no se puede más que agradecer y reconocer la civilidad y compromiso democrático de la ciudadanía tlaxcalteca. Usted votó, usted decidió.

  • *Consejera Electoral del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones