/ jueves 18 de junio de 2020

Espacio ITE | Revolución electoral (primera parte)

  • Edgar Alfonso Aldave Aguilar

A pocos meses de que inicie de manera formal el proceso electoral federal (intermedio) y el respectivo local en Tlaxcala (total), es importante reflexionar hacia donde se dirige nuestro sistema electoral.No está de más hacer una pequeña remembranza de la forma en que hemos venido eligiendo a nuestros representantes últimamente, siendo importante destacar que con la reforma electoral de 1988, se aprueba la creación de una autoridad independiente para la organización de las elecciones que, para 1990 nace el entonces Instituto Federal Electoral, quitando de manera parcial la injerencia del gobierno en estos asuntos.

En 1993, se consolidan dos facultades de gran importancia para hoy en día, el Registro Federal de Electores y la expedición de la credencial para votar. Para 1996, en el IFE ya no figura la injerencia del Ejecutivo y se modula la participación de las representaciones del Poder Legislativo y los partidos políticos (su participación se limitó al derecho a voz). En el año 2014, se crea lo que conocemos actualmente como INE, en el que confluyen diversas reformas constitucionales y estructurales que se suscitaron desde el año 2000.

Con este breviario histórico me atrevo a afirmar, de manera personal, que los cambios en el sistema electoral han sido causales y casuales; causales por la indiscutible lucha de poderes y pugna por el mismo que en la doctrina de la ciencia política se considera como natural o elemental; y casuales, porque a determinadas decisiones o incluso a determinados hechos sociales, la historia les otorga un valor legal o legítimo.

Como ejemplo de la causal, considero era inevitable que el terreno ganado por las fuerzas políticas minoritarias (en algún momento nulificadas), consiguieran un peso específico en la toma de decisiones, y que ello propiciara la transición de poder en el Ejecutivo Federal, tomando en consideración que para 1997 varias entidades federativas y curules en el Legislativo eran representadas por el partido opositor, que llegaría a la silla presidencial en el 2000 con ayuda de alianzas políticas.

Como ejemplo casual está la credencial para votar, también conocida como credencial de elector, "la IFE" o actualmente "la INE"; que de ser un instrumento de control para la emisión del voto en las elecciones, me atrevo a escribir que actualmente es incluso más importante que otros documentos de identificación oficial como el acta de nacimiento o la CURP.

  • No es óbice para su servidor, que a partir del 14 de junio del año que corre se realiza la cuenta regresiva para el inicio del proceso electoral federal y, al menos en esa cancha, se ha agotado el plazo para hacer modificaciones a las leyes que regirán la elección federal de 2021.

De ello deriva este primer comentario, los hechos sociales por los que transitamos, bajo mi perspectiva, nos darán la oportunidad de reinventar, o al menos considerar, la forma en que se organizan las elecciones y la forma de votar; es decir, la casualidad de la pandemia por la que transitamos, a pocos meses de que inicien los procesos electorales en el país, con independencia de las reformas legales aprobadas y por aprobarse (en el caso de las elecciones locales), nos permitirá u obligará a realizar cambios, y como todo cambio, generará resistencias.

  • *Consejero electoral
  • Edgar Alfonso Aldave Aguilar

A pocos meses de que inicie de manera formal el proceso electoral federal (intermedio) y el respectivo local en Tlaxcala (total), es importante reflexionar hacia donde se dirige nuestro sistema electoral.No está de más hacer una pequeña remembranza de la forma en que hemos venido eligiendo a nuestros representantes últimamente, siendo importante destacar que con la reforma electoral de 1988, se aprueba la creación de una autoridad independiente para la organización de las elecciones que, para 1990 nace el entonces Instituto Federal Electoral, quitando de manera parcial la injerencia del gobierno en estos asuntos.

En 1993, se consolidan dos facultades de gran importancia para hoy en día, el Registro Federal de Electores y la expedición de la credencial para votar. Para 1996, en el IFE ya no figura la injerencia del Ejecutivo y se modula la participación de las representaciones del Poder Legislativo y los partidos políticos (su participación se limitó al derecho a voz). En el año 2014, se crea lo que conocemos actualmente como INE, en el que confluyen diversas reformas constitucionales y estructurales que se suscitaron desde el año 2000.

Con este breviario histórico me atrevo a afirmar, de manera personal, que los cambios en el sistema electoral han sido causales y casuales; causales por la indiscutible lucha de poderes y pugna por el mismo que en la doctrina de la ciencia política se considera como natural o elemental; y casuales, porque a determinadas decisiones o incluso a determinados hechos sociales, la historia les otorga un valor legal o legítimo.

Como ejemplo de la causal, considero era inevitable que el terreno ganado por las fuerzas políticas minoritarias (en algún momento nulificadas), consiguieran un peso específico en la toma de decisiones, y que ello propiciara la transición de poder en el Ejecutivo Federal, tomando en consideración que para 1997 varias entidades federativas y curules en el Legislativo eran representadas por el partido opositor, que llegaría a la silla presidencial en el 2000 con ayuda de alianzas políticas.

Como ejemplo casual está la credencial para votar, también conocida como credencial de elector, "la IFE" o actualmente "la INE"; que de ser un instrumento de control para la emisión del voto en las elecciones, me atrevo a escribir que actualmente es incluso más importante que otros documentos de identificación oficial como el acta de nacimiento o la CURP.

  • No es óbice para su servidor, que a partir del 14 de junio del año que corre se realiza la cuenta regresiva para el inicio del proceso electoral federal y, al menos en esa cancha, se ha agotado el plazo para hacer modificaciones a las leyes que regirán la elección federal de 2021.

De ello deriva este primer comentario, los hechos sociales por los que transitamos, bajo mi perspectiva, nos darán la oportunidad de reinventar, o al menos considerar, la forma en que se organizan las elecciones y la forma de votar; es decir, la casualidad de la pandemia por la que transitamos, a pocos meses de que inicien los procesos electorales en el país, con independencia de las reformas legales aprobadas y por aprobarse (en el caso de las elecciones locales), nos permitirá u obligará a realizar cambios, y como todo cambio, generará resistencias.

  • *Consejero electoral