/ jueves 19 de noviembre de 2020

Fuera de Agenda | Los mensajes del Ejército

Fueron 34 días en los que el cruce de mensajes abrió por lo menos dos frentes. El primero lo delineó el canciller Marcelo Ebrard en la conferencia matutina del miércoles 17 de noviembre, donde destacó las conversaciones que tuvo con el fiscal estadounidense William Barr sobre el grave daño en los mecanismos de cooperación para combatir el crimen causado por la detención del general de división retirado Salvador Cienfuegos Zepeda.

Durante estas conversaciones que iniciaron desde el 15 de octubre cuando el ex secretario de la Defensa Nacional fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles, el gobierno de México de forma paulatina endureció su postura. Incluso se llegó a considerar la posibilidad de expulsar del país a los agentes de la DEA y limitar la cooperación en las investigaciones internacionales contra organizaciones de tráfico de drogas, de acuerdo a una versión difundida por el periódico The New York Times y el sitio VICE News.

Mientras esto ocurría, fuera del foco mediático en Sinaloa en un segundo frente el Ejército lanzaba una ofensiva pocas veces vista contra la red de intereses de Ismael “el Mayo” Zambada, el capo más buscado por las agencias estadounidenses y líder del cartel de Sinaloa.

El viernes 6 de noviembre el Ejército decomisó en la comunidad de Carrizal, en Culiacán, mas de tres toneladas de cristal, paquetes de cocaína, goma de opio y cientos de pastillas de fentanilo con valor de 30 millones de dólares.

El 12 de noviembre en el poblado serrano de Mexcaltitán, en el municipio de Cosalá, el Ejército incautó un laboratorio donde había tres toneladas y media de clorhidrato de metanfetamina, ocho mil 659 litros de mentanfetamina líquida y varias toneladas de precursores químicos. Al día siguiente en la colonia Lomas del Boulevard, en Culiacán, dos personas fueron aseguradas con armas de grueso calibre en posesión de 40 mil pastillas de fentanilo.

El sábado 14 de noviembre en la comunidad de Carrizal, cercana al poblado de El Salado, territorio del Mayo Zambada, el Ejército decomisó en una bodega 300 kilos de mariguana y más de tres mil 500 litros de precursores químicos. En ninguna de estas acciones participaron agentes de la DEA.

Por esos días se supo que los abogados defensores del general Cienfuegos analizaban opciones de negociación con la fiscalía de Nueva York.

Vino el desestimiento de los cargos que se dio por un “balance de intereses”, según el fiscal Seth Ducharme cuando habló en la audencia del miércoles 18 de noviembre sobre el el retiro de la acusación contra el general Cienfuegos. El gobierno estadounidense cree que la medida será beneficiosa para la relación entre México y Estados Unidos, aseguró.

El expediente del caso Cienfuegos está desde el 11 de noviembre en la Fiscalía General de la República, donde se decidirá si se le inicia una investigación penal o se le exime. Si la dependencia verifica y se allega de evidencias para encauzarlo, el caso podría marcar un hito en la procuración de justicia del país. En caso contrario la sombra de la sospecha flotaría en el ambiente, algo que quizá podría desactivarse si se transparentarán los procedimientos por los cuales se decidiría no proceder en su contra.

Fueron 34 días en los que el cruce de mensajes abrió por lo menos dos frentes. El primero lo delineó el canciller Marcelo Ebrard en la conferencia matutina del miércoles 17 de noviembre, donde destacó las conversaciones que tuvo con el fiscal estadounidense William Barr sobre el grave daño en los mecanismos de cooperación para combatir el crimen causado por la detención del general de división retirado Salvador Cienfuegos Zepeda.

Durante estas conversaciones que iniciaron desde el 15 de octubre cuando el ex secretario de la Defensa Nacional fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles, el gobierno de México de forma paulatina endureció su postura. Incluso se llegó a considerar la posibilidad de expulsar del país a los agentes de la DEA y limitar la cooperación en las investigaciones internacionales contra organizaciones de tráfico de drogas, de acuerdo a una versión difundida por el periódico The New York Times y el sitio VICE News.

Mientras esto ocurría, fuera del foco mediático en Sinaloa en un segundo frente el Ejército lanzaba una ofensiva pocas veces vista contra la red de intereses de Ismael “el Mayo” Zambada, el capo más buscado por las agencias estadounidenses y líder del cartel de Sinaloa.

El viernes 6 de noviembre el Ejército decomisó en la comunidad de Carrizal, en Culiacán, mas de tres toneladas de cristal, paquetes de cocaína, goma de opio y cientos de pastillas de fentanilo con valor de 30 millones de dólares.

El 12 de noviembre en el poblado serrano de Mexcaltitán, en el municipio de Cosalá, el Ejército incautó un laboratorio donde había tres toneladas y media de clorhidrato de metanfetamina, ocho mil 659 litros de mentanfetamina líquida y varias toneladas de precursores químicos. Al día siguiente en la colonia Lomas del Boulevard, en Culiacán, dos personas fueron aseguradas con armas de grueso calibre en posesión de 40 mil pastillas de fentanilo.

El sábado 14 de noviembre en la comunidad de Carrizal, cercana al poblado de El Salado, territorio del Mayo Zambada, el Ejército decomisó en una bodega 300 kilos de mariguana y más de tres mil 500 litros de precursores químicos. En ninguna de estas acciones participaron agentes de la DEA.

Por esos días se supo que los abogados defensores del general Cienfuegos analizaban opciones de negociación con la fiscalía de Nueva York.

Vino el desestimiento de los cargos que se dio por un “balance de intereses”, según el fiscal Seth Ducharme cuando habló en la audencia del miércoles 18 de noviembre sobre el el retiro de la acusación contra el general Cienfuegos. El gobierno estadounidense cree que la medida será beneficiosa para la relación entre México y Estados Unidos, aseguró.

El expediente del caso Cienfuegos está desde el 11 de noviembre en la Fiscalía General de la República, donde se decidirá si se le inicia una investigación penal o se le exime. Si la dependencia verifica y se allega de evidencias para encauzarlo, el caso podría marcar un hito en la procuración de justicia del país. En caso contrario la sombra de la sospecha flotaría en el ambiente, algo que quizá podría desactivarse si se transparentarán los procedimientos por los cuales se decidiría no proceder en su contra.