/ jueves 26 de marzo de 2020

Fuera de Agenda | Militares contra Covid-19

Sin previo aviso la mañana de este miércoles oficiales de sanidad militar comenzaron a apersonarse en los hospitales del sector salud donde la cifra de infectados se ha disparado en los últimos días. En Guadalajara, el mayor foco de contagios a nivel nacional solo después de la ciudad de México, militares llegaron a solicitar información operativa, logística y de recursos en general, ante funcionarios del sector salud un día después de que se anunciara la intervención de las fuerzas armadas en labores de apoyo a la población ante el inicio de la fase 2 del plan de contigencia por el Coronavirus.

La intervención de la Marina y el Ejército en esta fase no es algo fuera de lugar, llega como una ampliación del Plan DN-III de auxilio a la población civil en casos de desastre natural, y se adecuará a la circunstancia que comienza a complicarse por la pandemia en estados como Jalisco, Nuevo León, Estado de México, Quintana Roo y la ciudad de México, donde se concentra el mayor número de casos de Covid-19.

Una primera lectura de la intervención militar es que habrá un mayor control de la información sobre el número de casos confirmados y pacientes que presentan síntomas. Estos datos le permitirán al gobierno federal, navegar en medio de la turbulencia si se llegara desbordar la demanda de servicios.

El martes el secretario de la Defensa Nacional, en su intervención en la conferencia de prensa mañanera, dijo que se habilitarán 17 hospitales del sector salud en todo México para que los médicos militares puedan trabajar. Estos centros serán aparte de los nosocomios castrenses distribuidos estratégicamente en las 12 regiones militares en las que está dividido el país.

Un dato importante que dio el general Luis Crescensio Sandoval González es que sumados a los 16 mil 750 militares que integran el servicio de sanidad militar, se les sumarán tres mil 694 mas que se contratarán. En la logística de apoyo médico también participará la Marina con su infraestructura distribuida en puertos y zonas navales.

Estamos ante un escenario donde por primera ocasión en la historia reciente del país, las Fuerzas Armadas se involucraran con toda su infraestrucura en apoyo a la población civil en una situación de alerta sanitaria como la del coronavirus.

Más allá del anuncio la realidad de los servicios sanitarios de las fuerzas armadas es que se encuentran muy mermadas a raíz de las irregularidades, y recortes que hubo en los últimos sexenios. Hasta hace unos meses era constante la queja de militares retirados, y aquellos que padecen algún tipo de afectación física adquirida en servicio, por la falta de medicamentos y la poca calidad en los servicios médicos.

Un factor poco conocido es el desanimo que impera entre los oficiales de sanidad que de un día a otro les suprimieron el reconocimiento al finalizar sus estudios. Antes se graduaban con el grado de mayor de sanidad, hoy día lo hacen como subtenientes, es decir en lo mas bajo del escalafón de los oficiales.

El presidente de la república quizá no esté enterado que la moral de los oficiales del servicio de sanidad no está en su mejor momento. Convendría que supiera cómo saldrán equipados los médicos militares a dar apoyo a la población ante la pandemia.

Sin previo aviso la mañana de este miércoles oficiales de sanidad militar comenzaron a apersonarse en los hospitales del sector salud donde la cifra de infectados se ha disparado en los últimos días. En Guadalajara, el mayor foco de contagios a nivel nacional solo después de la ciudad de México, militares llegaron a solicitar información operativa, logística y de recursos en general, ante funcionarios del sector salud un día después de que se anunciara la intervención de las fuerzas armadas en labores de apoyo a la población ante el inicio de la fase 2 del plan de contigencia por el Coronavirus.

La intervención de la Marina y el Ejército en esta fase no es algo fuera de lugar, llega como una ampliación del Plan DN-III de auxilio a la población civil en casos de desastre natural, y se adecuará a la circunstancia que comienza a complicarse por la pandemia en estados como Jalisco, Nuevo León, Estado de México, Quintana Roo y la ciudad de México, donde se concentra el mayor número de casos de Covid-19.

Una primera lectura de la intervención militar es que habrá un mayor control de la información sobre el número de casos confirmados y pacientes que presentan síntomas. Estos datos le permitirán al gobierno federal, navegar en medio de la turbulencia si se llegara desbordar la demanda de servicios.

El martes el secretario de la Defensa Nacional, en su intervención en la conferencia de prensa mañanera, dijo que se habilitarán 17 hospitales del sector salud en todo México para que los médicos militares puedan trabajar. Estos centros serán aparte de los nosocomios castrenses distribuidos estratégicamente en las 12 regiones militares en las que está dividido el país.

Un dato importante que dio el general Luis Crescensio Sandoval González es que sumados a los 16 mil 750 militares que integran el servicio de sanidad militar, se les sumarán tres mil 694 mas que se contratarán. En la logística de apoyo médico también participará la Marina con su infraestructura distribuida en puertos y zonas navales.

Estamos ante un escenario donde por primera ocasión en la historia reciente del país, las Fuerzas Armadas se involucraran con toda su infraestrucura en apoyo a la población civil en una situación de alerta sanitaria como la del coronavirus.

Más allá del anuncio la realidad de los servicios sanitarios de las fuerzas armadas es que se encuentran muy mermadas a raíz de las irregularidades, y recortes que hubo en los últimos sexenios. Hasta hace unos meses era constante la queja de militares retirados, y aquellos que padecen algún tipo de afectación física adquirida en servicio, por la falta de medicamentos y la poca calidad en los servicios médicos.

Un factor poco conocido es el desanimo que impera entre los oficiales de sanidad que de un día a otro les suprimieron el reconocimiento al finalizar sus estudios. Antes se graduaban con el grado de mayor de sanidad, hoy día lo hacen como subtenientes, es decir en lo mas bajo del escalafón de los oficiales.

El presidente de la república quizá no esté enterado que la moral de los oficiales del servicio de sanidad no está en su mejor momento. Convendría que supiera cómo saldrán equipados los médicos militares a dar apoyo a la población ante la pandemia.