/ lunes 17 de enero de 2022

Infierno en la Tierra

Entra como la humedad… poco a poco y casi sin sentirse; un día se percibe tristeza infinita y se piensa que el siguiente día mejorará el estado de ánimo, pero no. El día siguiente y el siguiente y todos los subsecuentes serán cada vez peores hasta llegar a un letargo emocional que solo puede compararse a vivir en un desierto sin fin, a la desolación absoluta, a la falta cotidiana de ganas de vivir. Es la depresión, ha llegado y se ha instalado en la mente de quien la padece.

De nada servirá que quienes aman a esa persona le alienten, le digan que tiene que echarle ganas, ponerle sabor a la vida, de nada servirá que se le abrace y comprenda; la depresión es una enfermedad química del cerebro que debe tratarse sin estigmas ni medias tintas. Solo el psiquiatra puede determinar medicamentos, dosis y tiempo. Hay, hay que dejar de lado las creencias absurdas que tratar una enfermedad mental es estar condenado a ser distinto, loco, fuera de los cabales, e infinitas formas de calificar como defectuosos a quienes sufren ésta y otros trastornos mentales.

¿Cómo saber si se está ante depresión o ante solo una época de tristeza? Algunos síntomas son: incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas durante al menos dos semanas, tristeza persistente, pérdida de interés en las actividades que normalmente disfrutaban, estado de ánimo deprimido, insomnio o hipersomnia, pérdida o aumento significativo en el peso corporal, sentimientos de inutilidad o culpabilidad exacerbados, disminución de la capacidad de pensamiento o concentración, entre otros.

Es tan grave la pandemia de depresión en el mundo, que se ha determinado al día 13 de enero de cada año como el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, este padecimiento afecta a más de 350 millones de personas en el mundo y este año será la segunda causa de discapacidad a nivel global. En México, el INEGI aplicó la Primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021 con el propósito de producir información estadística sobre distintas dimensiones de la medición del bienestar de la población adulta en México. Los resultados son a la vez sorprendentes y preocupantes, a saber:

El balance anímico alcanzó un promedio de 5.07 entre la población adulta en México en una escala de -10 a +10. Las mujeres muestran en promedio menor balance anímico respecto a los hombres en todos los grupos de edad. La mayor brecha se observa entre hombres y mujeres de 30 a 44 años. El balance entre haberse sentido con energía o vitalidad en contraste con haberse sentido cansado o sin vitalidad es el indicador que presenta un menor puntaje: 4.24 en el total de adultos; 3.73 en las mujeres y 4.81 en los hombres. Es en este balance específico donde se observa la mayor brecha entre mujeres y hombres.

La proporción de población con síntomas de depresión asciende a 15.4 % de la población adulta, pero entre las mujeres alcanza 19.5 por ciento. El 19.3 % de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, mientras otro 31.3 % revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado. ¿Las razones principales? De acuerdo con la encuesta, 14.8 % de la población adulta perdió su trabajo o negocio entre julio de 2020 y julio de 2021 sin poder recuperarlo. La expectativa de no poder sufragar los gastos del mes (indicador de pobreza subjetiva), afecta a 43.4 % de la población adulta, en tanto que 11.3 % manifestó incertidumbre al respecto.

El 8.9 % de la población adulta con pareja reconoce no tener una buena relación con ella. Se destaca que entre las mujeres 11.9 % de los casos no reconoce un aspecto positivo de su pareja, contra un 6.4 % de los hombres.

La encuesta captó 85.7 % de la población adulta con alguna manifestación de empatía con la vida no humana, esto es, ha hecho algo para evitar la crueldad o el sufrimiento animal y/o cuidar plantas y árboles en su entorno; en tanto que 73.4 % declaró cohabitar con mascotas. A nivel de hogares, 69.8 % cuenta con algún tipo de mascotas. En total se tiene un acumulado de 80 millones de mascotas: 43.8 millones de ellas son caninos, 16.2 millones felinos y 20 millones una variedad miscelánea de otras mascotas pequeñas. Las mascotas ayudan, son compañía que no juzga y hacen sentir útil, respnsable ante otra vida y vailoso a quiene las poseen.

Es vital que todas y todos tengamos bien abiertos los ojos ante estos síntomas. La depresión se cronifica, puede convertirse en el infierno en la tierra para quienes la sufren y llevarle a buscar el suicidio como salida desesperada. Toca buscar ayuda profesional. Si además se vive o se ha vivido en entornos violentos, de abuso o adicciones, la terapia debe ser para desensibilizar el trastorno de estrés post traumático. Buscar ayuda no solo es correcto, es vital y puede signifcar la dirferencia entre vivir o morir.

Entra como la humedad… poco a poco y casi sin sentirse; un día se percibe tristeza infinita y se piensa que el siguiente día mejorará el estado de ánimo, pero no. El día siguiente y el siguiente y todos los subsecuentes serán cada vez peores hasta llegar a un letargo emocional que solo puede compararse a vivir en un desierto sin fin, a la desolación absoluta, a la falta cotidiana de ganas de vivir. Es la depresión, ha llegado y se ha instalado en la mente de quien la padece.

De nada servirá que quienes aman a esa persona le alienten, le digan que tiene que echarle ganas, ponerle sabor a la vida, de nada servirá que se le abrace y comprenda; la depresión es una enfermedad química del cerebro que debe tratarse sin estigmas ni medias tintas. Solo el psiquiatra puede determinar medicamentos, dosis y tiempo. Hay, hay que dejar de lado las creencias absurdas que tratar una enfermedad mental es estar condenado a ser distinto, loco, fuera de los cabales, e infinitas formas de calificar como defectuosos a quienes sufren ésta y otros trastornos mentales.

¿Cómo saber si se está ante depresión o ante solo una época de tristeza? Algunos síntomas son: incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas durante al menos dos semanas, tristeza persistente, pérdida de interés en las actividades que normalmente disfrutaban, estado de ánimo deprimido, insomnio o hipersomnia, pérdida o aumento significativo en el peso corporal, sentimientos de inutilidad o culpabilidad exacerbados, disminución de la capacidad de pensamiento o concentración, entre otros.

Es tan grave la pandemia de depresión en el mundo, que se ha determinado al día 13 de enero de cada año como el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, este padecimiento afecta a más de 350 millones de personas en el mundo y este año será la segunda causa de discapacidad a nivel global. En México, el INEGI aplicó la Primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021 con el propósito de producir información estadística sobre distintas dimensiones de la medición del bienestar de la población adulta en México. Los resultados son a la vez sorprendentes y preocupantes, a saber:

El balance anímico alcanzó un promedio de 5.07 entre la población adulta en México en una escala de -10 a +10. Las mujeres muestran en promedio menor balance anímico respecto a los hombres en todos los grupos de edad. La mayor brecha se observa entre hombres y mujeres de 30 a 44 años. El balance entre haberse sentido con energía o vitalidad en contraste con haberse sentido cansado o sin vitalidad es el indicador que presenta un menor puntaje: 4.24 en el total de adultos; 3.73 en las mujeres y 4.81 en los hombres. Es en este balance específico donde se observa la mayor brecha entre mujeres y hombres.

La proporción de población con síntomas de depresión asciende a 15.4 % de la población adulta, pero entre las mujeres alcanza 19.5 por ciento. El 19.3 % de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, mientras otro 31.3 % revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado. ¿Las razones principales? De acuerdo con la encuesta, 14.8 % de la población adulta perdió su trabajo o negocio entre julio de 2020 y julio de 2021 sin poder recuperarlo. La expectativa de no poder sufragar los gastos del mes (indicador de pobreza subjetiva), afecta a 43.4 % de la población adulta, en tanto que 11.3 % manifestó incertidumbre al respecto.

El 8.9 % de la población adulta con pareja reconoce no tener una buena relación con ella. Se destaca que entre las mujeres 11.9 % de los casos no reconoce un aspecto positivo de su pareja, contra un 6.4 % de los hombres.

La encuesta captó 85.7 % de la población adulta con alguna manifestación de empatía con la vida no humana, esto es, ha hecho algo para evitar la crueldad o el sufrimiento animal y/o cuidar plantas y árboles en su entorno; en tanto que 73.4 % declaró cohabitar con mascotas. A nivel de hogares, 69.8 % cuenta con algún tipo de mascotas. En total se tiene un acumulado de 80 millones de mascotas: 43.8 millones de ellas son caninos, 16.2 millones felinos y 20 millones una variedad miscelánea de otras mascotas pequeñas. Las mascotas ayudan, son compañía que no juzga y hacen sentir útil, respnsable ante otra vida y vailoso a quiene las poseen.

Es vital que todas y todos tengamos bien abiertos los ojos ante estos síntomas. La depresión se cronifica, puede convertirse en el infierno en la tierra para quienes la sufren y llevarle a buscar el suicidio como salida desesperada. Toca buscar ayuda profesional. Si además se vive o se ha vivido en entornos violentos, de abuso o adicciones, la terapia debe ser para desensibilizar el trastorno de estrés post traumático. Buscar ayuda no solo es correcto, es vital y puede signifcar la dirferencia entre vivir o morir.