/ martes 21 de septiembre de 2021

Inseguridad que sigue en aumento

Pese a haber otorgado todas las facilidades al gobierno de Morena, para el mejoramiento de las condiciones de seguridad del país, las cifras, hechos y resultados están a la vista de todos.

Hoy contamos con una debatida Guardia Nacional, que se planteó como una herramienta de inhibición y prevención de los delitos del fuero federal, y un brazo operador que trabajarían de manera coordinada con los gobiernos estatales y municipales: nada de esto ocurrió.

Este fin de semana en Salamanca, Guanajuato, un artefacto explosivo acabó con la vida de dos personas, en un hecho que claramente eleva el nivel que las organizaciones delictivas están dispuestas a ejecutar, en un país donde la ley es selectiva y solamente aplicada, para la oposición y los enemigos del Presidente de la República.

Claramente la estrategia de seguridad ha sido equivocada, no existe pretexto alguno para que la autoridad federal no asuma su responsabilidad de los hechos que han seguido escalando conforme avanza el gobierno de ‘la cuarta’.

Tan solo en 2020, México tuvo 36.579 homicidios dolosos. Hemos vivido tres años en los que la tasa de asesinatos no se ha reducido significativamente, lo que claramente evidencia que la política de ‘abrazos, no balazos’ sólo ha fortalecido a los grupos delictivos y ha encrudecido aún más el clima de inseguridad en el país.

Cabe señalar que la seguridad representa uno de los principales factores que contribuyen para la migración; es también uno de los elementos que más contribuyen en el desarrollo económico de un país, pues abona a la falta de estabilidad y certidumbre para atraer la inversión privada, de tal manera que, un país que no puede garantizar la seguridad para los ciudadanos, es automáticamente un lugar que deja de estar en la mira de los inversionistas.

Visita Incómoda

Inmerecido recibimiento de un dictador en una democracia, así es como percibo la presencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, quien con bombo y platillo fue recibido en pleno festejo de la conmemoración del inicio de la lucha de independencia.

Se trata de un mal mensaje para el mundo y para el pueblo cubano, quien en recientes fechas inició un levantamiento con el fin de acabar con un gobierno que reprime y lacera a su gente.

¿Qué mensaje enviamos como país, al recibir a un dictador en una democracia? No escuchamos ningún reclamo del presidente respecto de la ausencia del respeto a los derechos humanos de las y los cubanos, y mucho menos una voz firme contra la opresión ante las constantes denuncias.

Aunado a esto, la investigación del #CubaGate que presentó el coordinador del GPPAN en el Senado, Julen Rentería, quien expuso un fraude de más de 255 millones de pesos, al contratar a 585 médicos falsos, para atender pacientes mexicanos con Covid-19.

Pese a haber otorgado todas las facilidades al gobierno de Morena, para el mejoramiento de las condiciones de seguridad del país, las cifras, hechos y resultados están a la vista de todos.

Hoy contamos con una debatida Guardia Nacional, que se planteó como una herramienta de inhibición y prevención de los delitos del fuero federal, y un brazo operador que trabajarían de manera coordinada con los gobiernos estatales y municipales: nada de esto ocurrió.

Este fin de semana en Salamanca, Guanajuato, un artefacto explosivo acabó con la vida de dos personas, en un hecho que claramente eleva el nivel que las organizaciones delictivas están dispuestas a ejecutar, en un país donde la ley es selectiva y solamente aplicada, para la oposición y los enemigos del Presidente de la República.

Claramente la estrategia de seguridad ha sido equivocada, no existe pretexto alguno para que la autoridad federal no asuma su responsabilidad de los hechos que han seguido escalando conforme avanza el gobierno de ‘la cuarta’.

Tan solo en 2020, México tuvo 36.579 homicidios dolosos. Hemos vivido tres años en los que la tasa de asesinatos no se ha reducido significativamente, lo que claramente evidencia que la política de ‘abrazos, no balazos’ sólo ha fortalecido a los grupos delictivos y ha encrudecido aún más el clima de inseguridad en el país.

Cabe señalar que la seguridad representa uno de los principales factores que contribuyen para la migración; es también uno de los elementos que más contribuyen en el desarrollo económico de un país, pues abona a la falta de estabilidad y certidumbre para atraer la inversión privada, de tal manera que, un país que no puede garantizar la seguridad para los ciudadanos, es automáticamente un lugar que deja de estar en la mira de los inversionistas.

Visita Incómoda

Inmerecido recibimiento de un dictador en una democracia, así es como percibo la presencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, quien con bombo y platillo fue recibido en pleno festejo de la conmemoración del inicio de la lucha de independencia.

Se trata de un mal mensaje para el mundo y para el pueblo cubano, quien en recientes fechas inició un levantamiento con el fin de acabar con un gobierno que reprime y lacera a su gente.

¿Qué mensaje enviamos como país, al recibir a un dictador en una democracia? No escuchamos ningún reclamo del presidente respecto de la ausencia del respeto a los derechos humanos de las y los cubanos, y mucho menos una voz firme contra la opresión ante las constantes denuncias.

Aunado a esto, la investigación del #CubaGate que presentó el coordinador del GPPAN en el Senado, Julen Rentería, quien expuso un fraude de más de 255 millones de pesos, al contratar a 585 médicos falsos, para atender pacientes mexicanos con Covid-19.