/ viernes 22 de junio de 2018

JAULAS DE CONCENTRACIÓN INFANTIL

Es mucho menos pesado tener a un niño en brazos que cargarlo sobre la conciencia

Médico francés / Jérome Lejeune

Las noticias internacionales han dado a conocer lo que se supone ya era historia, sin embargo las imágenes de niños enjaulados en la frontera sur del vecino país del norte reviven las imágenes de alguna película de la II Guerrea Mundial en donde niños, son arrebatados de los brazos de madres polacas por los nazis, niños separados de sus padres para jamás volverse a ver. Porque los padres fueron remitidos a los campos de exterminio para ser asesinados, de los niños no se supo el destino de sus vidas. Inhumana la actitud del actual gobierno de los Estados Unidos, que se supone es un país demócrata y de los avanzados en el aspecto tecnológico y cultural, y que hoy muestra no el pueblo, sino su gobierno: extremada “drasticidad” hacia migrantes que buscan en otros lugares ajenos a su tierra, trabajo y protección.

Hay un hecho despreciable aplicado por el Gobierno Federal de los EE. UU., demostrado por ese cuadro desgarrador y falto del mínimo sentimiento humano, donde la niña pequeñita clama los brazos de su madre a la que contra su voluntad la separan para llevarla a la cárcel. Con esta actitud gubernamental se está aplicando el nazismo alemán del siglo pasado, al que se suponía ya estaba exterminado con el triunfo de países amantes de la libertad en la Segunda Guerra Mundial.

No es creíble, pero es cierto, que el gobierno del país vecino soslaye los derechos humanos más elementales, y con arrogancia pase sobre ellos, es inadmisible que los niños sean tratados como criminales, hacinados en jaulas y recibiendo como abrigo una lámina de metal y, además dotar como alimento una manzana y una botella conteniendo agua para 24 horas.

Los arrestos a inmigrantes se están realizando masivamente desde el mes de abril, período en que se ha estado llevando a cabo la separación familiar de padres e hijos. Aquí una pregunta: ¿Losniños deben recibir trato inhumando de ese gobierno? Y otra más: ¿De qué crimen se les acusa apara ser tratados como si fueran animales? Se hace esta reflexión porque ni a los auténticos criminales les pisotean sus derechos humanos. Estas acciones en contra de padres e hijos, tienen el tinte del pasado nazismo, el que ahora vemos ha vuelto a florecer con acciones del gobierno del país norteño.

Doloroso saber que infantes enjaulados son custodiados por la policía, como si fuesen verdaderos delincuentes, y lo peor: son utilizados por el gobernante (Trump), para tratar de doblegar al gobierno mexicano para que pague la muralla de acero que pretende edificar, ello en lugar de tender puentes que sirvan para estrechar la amistad y el comercio de ambas fronteras (México-EE. UU.). El gobernante citado, trata de extorsionar con lo más sublime del sentimiento humano quebrantando el amor de hijos hacia la madre y viceversa. Como se juzgue, es un acto inhumano lleno de crueldad al atentar contra el vínculo del amor filial.

Esos niños hijos de inmigrantes hoy tratados como presidiarios, los han traumatizado psicológicamente para toda su vida y martirizados a padres de familia que han buscado el bien para sus hijos en el país que les ha dado oportunidad de emplear su fuerza de trabajo a los que el señor Trump ha señalado como delincuentes, sin considerar que muchos ilegales buscan protección de la persecución política que opera en su nación, huyen de la violencia y la miseria que viven, y… que obligadamente tienen que desplazarse fuera de su patria, la que está gobernada por un régimen que no puede o no desea el bienestar del pueblo.

Voces de reprobación de las exprimeras damas presidenciales de Estados Unidos, reprobaron las acciones inhumanas cometidas en contra de la separación familiar, esos reclamos se escucharon antes del pronunciamiento del Canciller de mexicano.

Padres de familia e hijos ahora lastimados por la ley norteamericana, son producto de la marginación, el desempleo y violencia que los gobiernos de su nación han generado y sostenido. Los ilegales son víctimas de un gobierno que no se preocupado por subsanar el malestar socioeconómico del pueblo. Son víctimas de un sistema político en decadencia lleno de corrupción, que no se ha preocupado por crear nuevos centros de trabajo.





Es mucho menos pesado tener a un niño en brazos que cargarlo sobre la conciencia

Médico francés / Jérome Lejeune

Las noticias internacionales han dado a conocer lo que se supone ya era historia, sin embargo las imágenes de niños enjaulados en la frontera sur del vecino país del norte reviven las imágenes de alguna película de la II Guerrea Mundial en donde niños, son arrebatados de los brazos de madres polacas por los nazis, niños separados de sus padres para jamás volverse a ver. Porque los padres fueron remitidos a los campos de exterminio para ser asesinados, de los niños no se supo el destino de sus vidas. Inhumana la actitud del actual gobierno de los Estados Unidos, que se supone es un país demócrata y de los avanzados en el aspecto tecnológico y cultural, y que hoy muestra no el pueblo, sino su gobierno: extremada “drasticidad” hacia migrantes que buscan en otros lugares ajenos a su tierra, trabajo y protección.

Hay un hecho despreciable aplicado por el Gobierno Federal de los EE. UU., demostrado por ese cuadro desgarrador y falto del mínimo sentimiento humano, donde la niña pequeñita clama los brazos de su madre a la que contra su voluntad la separan para llevarla a la cárcel. Con esta actitud gubernamental se está aplicando el nazismo alemán del siglo pasado, al que se suponía ya estaba exterminado con el triunfo de países amantes de la libertad en la Segunda Guerra Mundial.

No es creíble, pero es cierto, que el gobierno del país vecino soslaye los derechos humanos más elementales, y con arrogancia pase sobre ellos, es inadmisible que los niños sean tratados como criminales, hacinados en jaulas y recibiendo como abrigo una lámina de metal y, además dotar como alimento una manzana y una botella conteniendo agua para 24 horas.

Los arrestos a inmigrantes se están realizando masivamente desde el mes de abril, período en que se ha estado llevando a cabo la separación familiar de padres e hijos. Aquí una pregunta: ¿Losniños deben recibir trato inhumando de ese gobierno? Y otra más: ¿De qué crimen se les acusa apara ser tratados como si fueran animales? Se hace esta reflexión porque ni a los auténticos criminales les pisotean sus derechos humanos. Estas acciones en contra de padres e hijos, tienen el tinte del pasado nazismo, el que ahora vemos ha vuelto a florecer con acciones del gobierno del país norteño.

Doloroso saber que infantes enjaulados son custodiados por la policía, como si fuesen verdaderos delincuentes, y lo peor: son utilizados por el gobernante (Trump), para tratar de doblegar al gobierno mexicano para que pague la muralla de acero que pretende edificar, ello en lugar de tender puentes que sirvan para estrechar la amistad y el comercio de ambas fronteras (México-EE. UU.). El gobernante citado, trata de extorsionar con lo más sublime del sentimiento humano quebrantando el amor de hijos hacia la madre y viceversa. Como se juzgue, es un acto inhumano lleno de crueldad al atentar contra el vínculo del amor filial.

Esos niños hijos de inmigrantes hoy tratados como presidiarios, los han traumatizado psicológicamente para toda su vida y martirizados a padres de familia que han buscado el bien para sus hijos en el país que les ha dado oportunidad de emplear su fuerza de trabajo a los que el señor Trump ha señalado como delincuentes, sin considerar que muchos ilegales buscan protección de la persecución política que opera en su nación, huyen de la violencia y la miseria que viven, y… que obligadamente tienen que desplazarse fuera de su patria, la que está gobernada por un régimen que no puede o no desea el bienestar del pueblo.

Voces de reprobación de las exprimeras damas presidenciales de Estados Unidos, reprobaron las acciones inhumanas cometidas en contra de la separación familiar, esos reclamos se escucharon antes del pronunciamiento del Canciller de mexicano.

Padres de familia e hijos ahora lastimados por la ley norteamericana, son producto de la marginación, el desempleo y violencia que los gobiernos de su nación han generado y sostenido. Los ilegales son víctimas de un gobierno que no se preocupado por subsanar el malestar socioeconómico del pueblo. Son víctimas de un sistema político en decadencia lleno de corrupción, que no se ha preocupado por crear nuevos centros de trabajo.