/ martes 25 de enero de 2022

La desprotección infantil por falta de vacunas

El descubrimiento de la vacuna contra la Covid-19 fue una noticia que regresó la esperanza al mundo entero, ante la inminente posibilidad de retornar a la normalidad como la conocíamos hasta antes de la aparición del Sars-Cov-2, para entonces, ya eran millones de personas en todo el mundo que se habían infectado y algunas hasta fallecido a consecuencia de las complicaciones que genera este virus.

En México, la ausencia de una estrategia organizada de salud para contener el virus, provocó que los primeros meses de la pandemia fueran especialmente catastróficos ante la falta de camas de hospital y la saturación de panteones que día y noche recibían a víctimas mortales de este padecimiento.

Hoy, a varios meses de haber iniciado la vacunación a la población, empezando por los adultos mayores y el personal de salud, el Gobierno federal no ha autorizado la aplicación de la vacuna para niños en México, generando así un estado de indefensión ante la posibilidad de contagios que eventualmente puedan complicarse e incentivar la propagación del virus.

En nuestro país, sólo se ha aprobado la aplicación de la vacuna para menores con edades entre 12 y 17 años, mientras tanto, los niños de 11 años hacia abajo, permanecen en la espera de una dosis.

¿Por qué el gobierno mexicano se niega a vacunar a los niños de México?

Países como Francia, Israel, Dinamarca, Alemania, entre otros, aceleraron el proceso de vacunación para población entre 3 y 11 años, desde la aparición de la variante Delta.

En América Latina, Uruguay y Chile fueron los primeros países en inocular a menores de edad, mientras que Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana hicieron lo propio con niños que presentaban algún tipo de comorbilidad.

En nuestro país, los ciudadanos tuvieron que presionar al Gobierno a través de recursos legales para que menores de edad pudieran ser vacunados en México. Hoy, sólo está abierta la posibilidad de vacunar a menores entre 12 y 17 años, pese a que el uso de Pfizer está autorizado para ser utilizado en niños de tres años en adelante.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud ha exhortado a las naciones para que se vacune a los menores de edad, en México, el encargado de la pandemia, Hugo López Gatell, ha dicho de manera reiterada que no se procederá aún a aplicar la vacuna a los niños de México.

La lógica del Gobierno no tiene sentido. ¿Para qué vacunar solo al personal de educación, si basta con que un niño esté contagiado para que se registre un brote en un salón de clases? ¿Por qué la niñez no representa la misma importancia para el Gobierno federal que las demás edades?

Quizá todo ronde en una estrategia electoral y no de salud pública. A este Gobierno le interesa mantener una base clientelar que garantice su permanencia en el gobierno, y con claridad no serán los niños de México quienes abonen para lograrlo, pues los niños no dan votos. Manejar la pandemia con la misma visión electoral con la que se ha conducido este Gobierno, será otro de los desaciertos de una política de cuarta.

  • Agradezco el favor de su lectura.

El descubrimiento de la vacuna contra la Covid-19 fue una noticia que regresó la esperanza al mundo entero, ante la inminente posibilidad de retornar a la normalidad como la conocíamos hasta antes de la aparición del Sars-Cov-2, para entonces, ya eran millones de personas en todo el mundo que se habían infectado y algunas hasta fallecido a consecuencia de las complicaciones que genera este virus.

En México, la ausencia de una estrategia organizada de salud para contener el virus, provocó que los primeros meses de la pandemia fueran especialmente catastróficos ante la falta de camas de hospital y la saturación de panteones que día y noche recibían a víctimas mortales de este padecimiento.

Hoy, a varios meses de haber iniciado la vacunación a la población, empezando por los adultos mayores y el personal de salud, el Gobierno federal no ha autorizado la aplicación de la vacuna para niños en México, generando así un estado de indefensión ante la posibilidad de contagios que eventualmente puedan complicarse e incentivar la propagación del virus.

En nuestro país, sólo se ha aprobado la aplicación de la vacuna para menores con edades entre 12 y 17 años, mientras tanto, los niños de 11 años hacia abajo, permanecen en la espera de una dosis.

¿Por qué el gobierno mexicano se niega a vacunar a los niños de México?

Países como Francia, Israel, Dinamarca, Alemania, entre otros, aceleraron el proceso de vacunación para población entre 3 y 11 años, desde la aparición de la variante Delta.

En América Latina, Uruguay y Chile fueron los primeros países en inocular a menores de edad, mientras que Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana hicieron lo propio con niños que presentaban algún tipo de comorbilidad.

En nuestro país, los ciudadanos tuvieron que presionar al Gobierno a través de recursos legales para que menores de edad pudieran ser vacunados en México. Hoy, sólo está abierta la posibilidad de vacunar a menores entre 12 y 17 años, pese a que el uso de Pfizer está autorizado para ser utilizado en niños de tres años en adelante.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud ha exhortado a las naciones para que se vacune a los menores de edad, en México, el encargado de la pandemia, Hugo López Gatell, ha dicho de manera reiterada que no se procederá aún a aplicar la vacuna a los niños de México.

La lógica del Gobierno no tiene sentido. ¿Para qué vacunar solo al personal de educación, si basta con que un niño esté contagiado para que se registre un brote en un salón de clases? ¿Por qué la niñez no representa la misma importancia para el Gobierno federal que las demás edades?

Quizá todo ronde en una estrategia electoral y no de salud pública. A este Gobierno le interesa mantener una base clientelar que garantice su permanencia en el gobierno, y con claridad no serán los niños de México quienes abonen para lograrlo, pues los niños no dan votos. Manejar la pandemia con la misma visión electoral con la que se ha conducido este Gobierno, será otro de los desaciertos de una política de cuarta.

  • Agradezco el favor de su lectura.