María Ignacia Rodríguez de Velasco nació el 20 de noviembre de 1778 en la Ciudad de México, fue hija de criollos que poseían una gran riqueza. A los 16 años conoció al científico Alexander Von Humboldt con quien tuvo una estrecha amistad. También mantuvo cercanía con Simón Bolívar. Se casó siendo muy joven, 1792; sin embargo, el matrimonio no funcionó muy bien. Ella acusó a su marido de intento de asesinato y él contestó afirmando que ella fue infiel en varias ocasiones. Ignacia se casó en dos ocasiones más.
Debido a su carisma, pero especialmente gracias a su inteligencia Ignacia se convirtió en una mujer muy conocida en la sociedad novohispana. Su participación en la Independencia de México es relevante. Financió parte del movimiento. En ese tiempo se celebraban reuniones sociales llamadas saraos, ahí conoció a un señor que la contactó con Hidalgo.
El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición se enteró de estas actividades y la acusó de complicidad con la Guerra de Independencia. Rodríguez respondió a los cargos evidenciando las conductas inapropiadas y de corrupción de algunos miembros del clero. Las acusaciones fueron desestimadas. Años más tarde, con su dinero y con sus influencias hizo que el Virrey nombrara como jefe del Ejército Realista al general Agustín de Iturbide, quien como sabemos, fue fundamental para el término del movimiento independentista.
Posteriormente Rodríguez de Velasco se convirtió en la consejera más cerca de Iturbide y le sugirió la declaración del Plan de Iguala para que el Congreso designara al nuevo emperador, que finalmente fue el mismo Iturbide. Murió el 1 de noviembre de 1850 de una enfermedad degenerativa.
