/ jueves 2 de junio de 2022

La violencia en las elecciones

  • César Lara Cano

Desafortunadamente a diario los medios de comunicación nos informan de hechos violentos que alteran la vida de quienes la viven, nos informan de tiroteos en las escuelas, de ataques del crimen organizado a la población civil, asesinatos de periodistas, hasta llegar a cometer actos de violencia en los procesos electorales.

¿Pero que es la violencia? Esta se define como un tipo de interacción entre individuos o grupos en que intencionalmente causan daño o imponen una situación a unos u otro individuos; por lo que la violencia es el uso intencional de la fuerza física o el poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad, que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones o la muerte, de tal manera que un acto violento se puede generar dentro del grupo familiar y la violencia puede ser física, psicológica, económica o sexual.

La violencia electoral es uno de los puntos de mayor preocupación en todo proceso electoral, ya que durante éstos se han dado agresiones contra candidatos, dirigentes partidistas, así como contra autoridades electorales.

En nuestro país, gran parte del siglo pasado los procesos electorales se vieron empañados por la violencia, ya que a medida que se aproximaban las contiendas electorales, diversos actores como la prensa, entre otros actores políticos, emitían sus opiniones sobre la posibilidad de que la violencia interviniera en los procesos electorales. En sus “Crónicas de la Revolución de México, 1919-1933” (Austin: University of Texas Press 1961), 475 de John W. F. Dulles, nos menciona que, de 1910 hasta la década de los cincuenta, las elecciones, durante ese periodo siempre desembocaban en violencia, razón por la cual se originó la Revolución Mexicana.

En el periodo post- revolucionario, la violencia llegó al extremo de asesinar de políticos de primer nivel como lo fue Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Álvaro Obregón, entre otros. Es de recordar que, en el año de 1940, hubo enfrentamientos de tipo político en la ciudad de México en que hubo decenas de muertos y así en décadas posteriores, se conocen crónicas de violencia político electoral provocada por la misma competencia electoral, haciendo notar que ésta no siempre fue meramente represiva, sino que igualmente se observó la violencia de género, campañas de difamación, la amenaza, así como los rumores de violencia y agresiones que causan daño a la dignidad humana.

  • De acuerdo con diversas estadísticas, en los últimos procesos electorales federales se ha registrado un número considerable de asesinatos entre los que se encuentran candidatos, debido a que en algunas regiones de nuestro país existe un ambiente político altamente polarizado o bien grupos criminales se valen de favores y amenazas para influir de alguna manera en los procesos electorales.

En nuestro país, el próximo cinco de junio se realizará la jornada electoral en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintanar Roo y Tamaulipas, en los cuales se elegirá el Gobernador de dichas entidades federativas, en los que se debe evitar cualquier alteración del orden; esperemos que tales jornadas cívicas no sean empañadas por la violencia, dirigida principalmente contra candidatos, líderes partidistas, funcionarios electorales, medios de comunicación, periodistas y sobre todo en la ciudadanía en general.

  • *Vocal Ejecutivo de la 02 Junta Distrital / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala
  • César Lara Cano

Desafortunadamente a diario los medios de comunicación nos informan de hechos violentos que alteran la vida de quienes la viven, nos informan de tiroteos en las escuelas, de ataques del crimen organizado a la población civil, asesinatos de periodistas, hasta llegar a cometer actos de violencia en los procesos electorales.

¿Pero que es la violencia? Esta se define como un tipo de interacción entre individuos o grupos en que intencionalmente causan daño o imponen una situación a unos u otro individuos; por lo que la violencia es el uso intencional de la fuerza física o el poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad, que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones o la muerte, de tal manera que un acto violento se puede generar dentro del grupo familiar y la violencia puede ser física, psicológica, económica o sexual.

La violencia electoral es uno de los puntos de mayor preocupación en todo proceso electoral, ya que durante éstos se han dado agresiones contra candidatos, dirigentes partidistas, así como contra autoridades electorales.

En nuestro país, gran parte del siglo pasado los procesos electorales se vieron empañados por la violencia, ya que a medida que se aproximaban las contiendas electorales, diversos actores como la prensa, entre otros actores políticos, emitían sus opiniones sobre la posibilidad de que la violencia interviniera en los procesos electorales. En sus “Crónicas de la Revolución de México, 1919-1933” (Austin: University of Texas Press 1961), 475 de John W. F. Dulles, nos menciona que, de 1910 hasta la década de los cincuenta, las elecciones, durante ese periodo siempre desembocaban en violencia, razón por la cual se originó la Revolución Mexicana.

En el periodo post- revolucionario, la violencia llegó al extremo de asesinar de políticos de primer nivel como lo fue Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Álvaro Obregón, entre otros. Es de recordar que, en el año de 1940, hubo enfrentamientos de tipo político en la ciudad de México en que hubo decenas de muertos y así en décadas posteriores, se conocen crónicas de violencia político electoral provocada por la misma competencia electoral, haciendo notar que ésta no siempre fue meramente represiva, sino que igualmente se observó la violencia de género, campañas de difamación, la amenaza, así como los rumores de violencia y agresiones que causan daño a la dignidad humana.

  • De acuerdo con diversas estadísticas, en los últimos procesos electorales federales se ha registrado un número considerable de asesinatos entre los que se encuentran candidatos, debido a que en algunas regiones de nuestro país existe un ambiente político altamente polarizado o bien grupos criminales se valen de favores y amenazas para influir de alguna manera en los procesos electorales.

En nuestro país, el próximo cinco de junio se realizará la jornada electoral en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintanar Roo y Tamaulipas, en los cuales se elegirá el Gobernador de dichas entidades federativas, en los que se debe evitar cualquier alteración del orden; esperemos que tales jornadas cívicas no sean empañadas por la violencia, dirigida principalmente contra candidatos, líderes partidistas, funcionarios electorales, medios de comunicación, periodistas y sobre todo en la ciudadanía en general.

  • *Vocal Ejecutivo de la 02 Junta Distrital / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala