/ viernes 9 de abril de 2021

Las tendencias electorales están cambiando

Arrancaron las campañas, y las expectativas que se tenían al inicio del proceso electoral han cambiado. A nivel nacional, Morena era favorito para ganar prácticamente los 15 estados que este año elegirán gobernador. Ahora, solo aventaja en ocho, en dos más el PAN es favorito, y en el resto la elección está cerrada, según la más reciente medición del periódico El Financiero.

Varios son los factores que han incidido en el cambio en las tendencias. Por un lado, la formación de la alianza entre PAN-PRI-PRD en varios estados ha tenido un importante impacto en el desarrollo del proceso electoral, y por otro, la definición de candidaturas también incidió en la modificación de las brechas frente al partido que abandera la Cuarta Transformación.

Bajo tales condiciones, es claro que serán las campañas las que marcarán la diferencia rumbo a las elecciones del próximo 6 de junio. En Tlaxcala, con todo y su propia circunstancia, se empieza a aclarar el panorama electoral. Hay análisis como los publicados en días recientes por las firmas FactoMétrica y Massive Caller que evidencian, a través del seguimiento a sus propias mediciones, que las preferencias electorales se están estrechando entre las candidatas que lideran la contienda por la gubernatura.

Lorena Cuéllar, de la coalición “Juntos haremos historia”, arrancó como favorita el proceso electoral; sin embargo, su intención de voto se ha ido deteriorando, mientras que su contrincante Anabell Ávalos, de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, inició abajó, pero ha crecido de modo exponencial.

Esta situación tiene explicaciones. Por un lado, Lorena Cuéllar está sufriendo las consecuencias de la crisis que vive Morena, la cual se generó por la falta de condiciones de transparencia y equidad en el proceso interno de selección de candidatos que utilizó como método la encuesta.

La designación de Cuéllar fue vista como imposición, por parte de las ex aspirantes a la candidatura, Ana Lilia Rivera y Dulce Silva, quienes no la reconocieron como candidata legítima. Por si fuera poco, no han cesado las manifestaciones públicas de inconformidad, por parte de aspirantes a ocupar candidaturas a diputaciones y ayuntamientos, ante lo que califican como la simulación de encuestas para favorecer a personas vinculadas con la ex delegada del Bienestar. Lo anterior, ha provocado que militantes y simpatizantes se sientan desplazados y busquen en otros proyectos las oportunidades que la Cuarta Transformación les negó en Tlaxcala.

Caso contrario es el de Anabell Ávalos, que resultó candidata de unidad de una coalición de cinco grandes partidos que se mantienen cohesionados. Ella cumplió el pacto de civilidad que signó con quien también fuera aspirante a la gubernatura, Minerva Hernández Ramos, que hoy es su coordinadora de campaña. Además, ha demostrado oficio político para incorporar a su proyecto a figuras provenientes de otros partidos, como Morena, PT, MC y RSP, sin contar organizaciones y grupos que han mostrado afinidad con su visión de desarrollo para la entidad. Y no sobra decir que, en lo que es la primera semana de campaña, la ex alcaldesa capitalina ha dado nivel a la contienda, al presentar primero su Declaración 3 de 3 ampliada, su programa de desarrollo económico, y su agenda de género.

A diferencia de Lorena Cuéllar, Anabell Ávalos no ha titubeado en la decisión de salir al encuentro de los ciudadanos, con las medidas sanitarias sugeridas por las autoridades, para acercarles su propuesta en cada municipio. Así arrancan las campañas, y así se aprecian las tendencias iniciales: ni Morena es invencible, ni la gran alianza está abatida.

Confiemos en que sean las propuestas el eje central de la contienda, y que la verdadera ganadora sea la ciudadanía tlaxcalteca.

Arrancaron las campañas, y las expectativas que se tenían al inicio del proceso electoral han cambiado. A nivel nacional, Morena era favorito para ganar prácticamente los 15 estados que este año elegirán gobernador. Ahora, solo aventaja en ocho, en dos más el PAN es favorito, y en el resto la elección está cerrada, según la más reciente medición del periódico El Financiero.

Varios son los factores que han incidido en el cambio en las tendencias. Por un lado, la formación de la alianza entre PAN-PRI-PRD en varios estados ha tenido un importante impacto en el desarrollo del proceso electoral, y por otro, la definición de candidaturas también incidió en la modificación de las brechas frente al partido que abandera la Cuarta Transformación.

Bajo tales condiciones, es claro que serán las campañas las que marcarán la diferencia rumbo a las elecciones del próximo 6 de junio. En Tlaxcala, con todo y su propia circunstancia, se empieza a aclarar el panorama electoral. Hay análisis como los publicados en días recientes por las firmas FactoMétrica y Massive Caller que evidencian, a través del seguimiento a sus propias mediciones, que las preferencias electorales se están estrechando entre las candidatas que lideran la contienda por la gubernatura.

Lorena Cuéllar, de la coalición “Juntos haremos historia”, arrancó como favorita el proceso electoral; sin embargo, su intención de voto se ha ido deteriorando, mientras que su contrincante Anabell Ávalos, de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, inició abajó, pero ha crecido de modo exponencial.

Esta situación tiene explicaciones. Por un lado, Lorena Cuéllar está sufriendo las consecuencias de la crisis que vive Morena, la cual se generó por la falta de condiciones de transparencia y equidad en el proceso interno de selección de candidatos que utilizó como método la encuesta.

La designación de Cuéllar fue vista como imposición, por parte de las ex aspirantes a la candidatura, Ana Lilia Rivera y Dulce Silva, quienes no la reconocieron como candidata legítima. Por si fuera poco, no han cesado las manifestaciones públicas de inconformidad, por parte de aspirantes a ocupar candidaturas a diputaciones y ayuntamientos, ante lo que califican como la simulación de encuestas para favorecer a personas vinculadas con la ex delegada del Bienestar. Lo anterior, ha provocado que militantes y simpatizantes se sientan desplazados y busquen en otros proyectos las oportunidades que la Cuarta Transformación les negó en Tlaxcala.

Caso contrario es el de Anabell Ávalos, que resultó candidata de unidad de una coalición de cinco grandes partidos que se mantienen cohesionados. Ella cumplió el pacto de civilidad que signó con quien también fuera aspirante a la gubernatura, Minerva Hernández Ramos, que hoy es su coordinadora de campaña. Además, ha demostrado oficio político para incorporar a su proyecto a figuras provenientes de otros partidos, como Morena, PT, MC y RSP, sin contar organizaciones y grupos que han mostrado afinidad con su visión de desarrollo para la entidad. Y no sobra decir que, en lo que es la primera semana de campaña, la ex alcaldesa capitalina ha dado nivel a la contienda, al presentar primero su Declaración 3 de 3 ampliada, su programa de desarrollo económico, y su agenda de género.

A diferencia de Lorena Cuéllar, Anabell Ávalos no ha titubeado en la decisión de salir al encuentro de los ciudadanos, con las medidas sanitarias sugeridas por las autoridades, para acercarles su propuesta en cada municipio. Así arrancan las campañas, y así se aprecian las tendencias iniciales: ni Morena es invencible, ni la gran alianza está abatida.

Confiemos en que sean las propuestas el eje central de la contienda, y que la verdadera ganadora sea la ciudadanía tlaxcalteca.