/ martes 10 de septiembre de 2019

Laura

Fueron varias semanas de incertidumbre. Algunos decían que el Partido Acción Nacional presidiría la mesa directiva de la cámara y otros que se reelegiría a Don Porfirio Muñoz Ledo; el PAN, por votación interna había decidido dividir el año en dos periodos con dos personas distintas a la cabeza. En la legislatura de la paridad, ¡faltaba más! habían incluido a una mujer en esa dupla -por supuesto para presidir el segundo período-.

La competencia interna no fue sencilla y, entre las mujeres, dos sobresalientes: Adriana Dávila, orgullosamente de Tlaxcala y Laura Rojas del Estado de México, ambas con vasta experiencia legislativa y dignas representantes de la moderna mujer política mexicana. A las dos las bloquearon siendo senadoras para presidir la cámara alta en la LXIII Legislatura.

Después de tres rechazos a planilla de parte de la fracción mayoritaria y con el impulso de organizaciones feministas de todas las ideologías, el PAN propuso a Laura Rojas a presidir por el año completo, como debió ser desde el principio. Laura tejió fino, hizo política de altura, demostró sus dotes de interlocución con todas las fuerzas políticas sin por ello perder su identidad y lo logró. Desde el 05 de septiembre, por primera vez en la historia, dos mujeres, Mónica Fernández Balboa de MORENA y Laura Angélica Rojas Hernández del PAN, presiden el Congreso de la Unión.

Titulé este artículo “Laura” porque me hacen feliz sus primeras declaraciones al respecto de sus prioridades; se ha comprometido a que el parlamento abierto sea institucionalizado y a impulsar ante la Junta de Coordinación Política la creación de un consejo integrado por diputadas que puedan generar una agenda en materia de género. Laura sostiene: “Esta presidencia será una aliada de la agenda de igualdad sustantiva en favor de las mujeres y las niñas de nuestro país. Si bien es cierto que…lo que nos ha hecho llamarnos Legislatura de la Paridad, esta realidad debe traducirse en acciones concretas que ayuden a combatir los problemas que aun enfrentamos las mujeres como la violencia de género, el feminicidio, la desigualdad salarial, la falta de condiciones para hacer compatible la vida laboral y familiar, y un largo etcétera”.

No son palabritas. Me consta que en un proceso muy difícil para cualquier militante de partido, Laura apoyó la paridad en la dirigencia nacional del PAN. Es una mujer convencida que en igualdad la sociedad es más productiva, pacífica y que para ello debemos combatir con inteligencia y pasos sin pausa las brechas que aún tienen a las niñas y mujeres en desventaja. Doy fe desde mi humilde espacio de su compromiso.

Madre Naturaleza no se equivoca. Nacemos poco más de la mitad de niñas que de niños y somos las personas quienes marcamos diferencias sociales que durante siglos han puesto a la mujer en condición de subordinación e inferioridad ante el hombre. Esto está cambiando en México y no va a detenerse.

Es el siglo de las mujeres y asumimos todas las consecuencias, buenas y malas pero sin duda mujeres como Laura Rojas refrescan la esperanza. Todas y todos, debemos apoyar su esfuerzo; es en homenaje a quienes lucharon y ya no están, es por nosotras, por las presentes y por quienes vendrán a dar al mundo aroma de mujer…aroma de libertad y justicia.

  • Nacemos poco más de la mitad de niñas que de niños y somos las personas quienes marcamos diferencias sociales que durante siglos han puesto a la mujer en condición de subordinación e inferioridad ante el hombre. Esto está cambiando en México y no va a detenerse.

Fueron varias semanas de incertidumbre. Algunos decían que el Partido Acción Nacional presidiría la mesa directiva de la cámara y otros que se reelegiría a Don Porfirio Muñoz Ledo; el PAN, por votación interna había decidido dividir el año en dos periodos con dos personas distintas a la cabeza. En la legislatura de la paridad, ¡faltaba más! habían incluido a una mujer en esa dupla -por supuesto para presidir el segundo período-.

La competencia interna no fue sencilla y, entre las mujeres, dos sobresalientes: Adriana Dávila, orgullosamente de Tlaxcala y Laura Rojas del Estado de México, ambas con vasta experiencia legislativa y dignas representantes de la moderna mujer política mexicana. A las dos las bloquearon siendo senadoras para presidir la cámara alta en la LXIII Legislatura.

Después de tres rechazos a planilla de parte de la fracción mayoritaria y con el impulso de organizaciones feministas de todas las ideologías, el PAN propuso a Laura Rojas a presidir por el año completo, como debió ser desde el principio. Laura tejió fino, hizo política de altura, demostró sus dotes de interlocución con todas las fuerzas políticas sin por ello perder su identidad y lo logró. Desde el 05 de septiembre, por primera vez en la historia, dos mujeres, Mónica Fernández Balboa de MORENA y Laura Angélica Rojas Hernández del PAN, presiden el Congreso de la Unión.

Titulé este artículo “Laura” porque me hacen feliz sus primeras declaraciones al respecto de sus prioridades; se ha comprometido a que el parlamento abierto sea institucionalizado y a impulsar ante la Junta de Coordinación Política la creación de un consejo integrado por diputadas que puedan generar una agenda en materia de género. Laura sostiene: “Esta presidencia será una aliada de la agenda de igualdad sustantiva en favor de las mujeres y las niñas de nuestro país. Si bien es cierto que…lo que nos ha hecho llamarnos Legislatura de la Paridad, esta realidad debe traducirse en acciones concretas que ayuden a combatir los problemas que aun enfrentamos las mujeres como la violencia de género, el feminicidio, la desigualdad salarial, la falta de condiciones para hacer compatible la vida laboral y familiar, y un largo etcétera”.

No son palabritas. Me consta que en un proceso muy difícil para cualquier militante de partido, Laura apoyó la paridad en la dirigencia nacional del PAN. Es una mujer convencida que en igualdad la sociedad es más productiva, pacífica y que para ello debemos combatir con inteligencia y pasos sin pausa las brechas que aún tienen a las niñas y mujeres en desventaja. Doy fe desde mi humilde espacio de su compromiso.

Madre Naturaleza no se equivoca. Nacemos poco más de la mitad de niñas que de niños y somos las personas quienes marcamos diferencias sociales que durante siglos han puesto a la mujer en condición de subordinación e inferioridad ante el hombre. Esto está cambiando en México y no va a detenerse.

Es el siglo de las mujeres y asumimos todas las consecuencias, buenas y malas pero sin duda mujeres como Laura Rojas refrescan la esperanza. Todas y todos, debemos apoyar su esfuerzo; es en homenaje a quienes lucharon y ya no están, es por nosotras, por las presentes y por quienes vendrán a dar al mundo aroma de mujer…aroma de libertad y justicia.

  • Nacemos poco más de la mitad de niñas que de niños y somos las personas quienes marcamos diferencias sociales que durante siglos han puesto a la mujer en condición de subordinación e inferioridad ante el hombre. Esto está cambiando en México y no va a detenerse.