/ jueves 18 de octubre de 2018

LOS AVATARES DE NUESTRO TIEMPO

La ciberseguridad es importante

La era digital y el desarrollo exponencial de las Tecnologías de la Información y la Comunicación han abierto la posibilidad de que el Internet sea una herramienta de uso extendido en las organizaciones públicas, para poder reducir tiempos de entrega de documentación, mejora en la hechura de documentos y presentaciones por medio de herramientas en línea, así como, desde la óptica del ciudadano, de hacer más eficientes el desarrollo de trámites y mejora en la gestión para el ofrecimiento de bienes y servicios.


Además, dentro de la Administración Pública también ha traído enormes ventajas, como pueden ser: el mejor procesamiento y almacenamiento de información, la mejor comunicación entre servidores públicos, el desarrollo de gobiernos más abiertos; en el sentido de que mucha de la información que se genera a partir de los procesos de gestión de las organizaciones públicas pueden ser presentados en datos abiertos para que la población los consulte y verifique. Otra ventaja es la posibilidad que se abre para los gerentes públicos de ampliar y mejorar sus estrategias de monitoreo y evaluación.


Sin embargo, así como el desarrollo de actividades en el ciberespacio ha venido a mejorar muchos de los procesos realizados en la Administración Pública también ha generado una nueva versión de vulnerabilidades del gobierno frente a las amenazas que el uso del internet ha significado.


El próximo titular de la Administración Pública Federal, hoy Presidente electo, ha hecho énfasis en la importancia de reconsiderar el ejercicio del gasto público con una postura tendiente a la austeridad, propuesta en la que, definitivamente, estoy de acuerdo. Sin embargo, existen áreas en que no se puede escatimar en recursos para salvaguardar la estabilidad, integridad y permanencia del Estado mexicano; la realidad actual demanda que una de esas áreas sea la estrategia de ciberseguridad, no invertir de manera correcta hoy, por razones de austeridad, puede ser aún más costoso (económicamente) en el futuro cercano.


Derivado de esto y con respeto a las ideas del próximo gobierno, me permito, emitir algunas recomendaciones. He de señalar que, ni de lejos soy un experto en ciberseguridad, pero, al día de hoy, es un tema de indudable transcendencia.


Una primera idea es la necesaria contratación de personal con conocimiento en el manejo de la tecnología y en la protección de los sistemas de información con que el gobierno cuenta. Este punto es relevante porque se deben generar capacidades en los cuadros de funcionarios de gobierno en materia de ciberseguridad, sobre todo dimensionando, que el tema se comenzó a tratar gubernamentalmente apenas en el año 2017.


Aunado a la generación de capital humano con las suficientes capacidades técnicas, se debe optar por la inversión para la adquisición de equipo tecnológico sofisticado sobre todo para evitar el robo de información delicada o datos personales en posesión de instituciones públicas.


El cumplimiento de estas recomendaciones permitirá que se genere un estado de seguridad permanente y tendiente a saber responder factible y pertinentemente ante los riesgos y amenazas que el ciberespacio ha figurado en la realidad actual.


La ciberseguridad es importante

La era digital y el desarrollo exponencial de las Tecnologías de la Información y la Comunicación han abierto la posibilidad de que el Internet sea una herramienta de uso extendido en las organizaciones públicas, para poder reducir tiempos de entrega de documentación, mejora en la hechura de documentos y presentaciones por medio de herramientas en línea, así como, desde la óptica del ciudadano, de hacer más eficientes el desarrollo de trámites y mejora en la gestión para el ofrecimiento de bienes y servicios.


Además, dentro de la Administración Pública también ha traído enormes ventajas, como pueden ser: el mejor procesamiento y almacenamiento de información, la mejor comunicación entre servidores públicos, el desarrollo de gobiernos más abiertos; en el sentido de que mucha de la información que se genera a partir de los procesos de gestión de las organizaciones públicas pueden ser presentados en datos abiertos para que la población los consulte y verifique. Otra ventaja es la posibilidad que se abre para los gerentes públicos de ampliar y mejorar sus estrategias de monitoreo y evaluación.


Sin embargo, así como el desarrollo de actividades en el ciberespacio ha venido a mejorar muchos de los procesos realizados en la Administración Pública también ha generado una nueva versión de vulnerabilidades del gobierno frente a las amenazas que el uso del internet ha significado.


El próximo titular de la Administración Pública Federal, hoy Presidente electo, ha hecho énfasis en la importancia de reconsiderar el ejercicio del gasto público con una postura tendiente a la austeridad, propuesta en la que, definitivamente, estoy de acuerdo. Sin embargo, existen áreas en que no se puede escatimar en recursos para salvaguardar la estabilidad, integridad y permanencia del Estado mexicano; la realidad actual demanda que una de esas áreas sea la estrategia de ciberseguridad, no invertir de manera correcta hoy, por razones de austeridad, puede ser aún más costoso (económicamente) en el futuro cercano.


Derivado de esto y con respeto a las ideas del próximo gobierno, me permito, emitir algunas recomendaciones. He de señalar que, ni de lejos soy un experto en ciberseguridad, pero, al día de hoy, es un tema de indudable transcendencia.


Una primera idea es la necesaria contratación de personal con conocimiento en el manejo de la tecnología y en la protección de los sistemas de información con que el gobierno cuenta. Este punto es relevante porque se deben generar capacidades en los cuadros de funcionarios de gobierno en materia de ciberseguridad, sobre todo dimensionando, que el tema se comenzó a tratar gubernamentalmente apenas en el año 2017.


Aunado a la generación de capital humano con las suficientes capacidades técnicas, se debe optar por la inversión para la adquisición de equipo tecnológico sofisticado sobre todo para evitar el robo de información delicada o datos personales en posesión de instituciones públicas.


El cumplimiento de estas recomendaciones permitirá que se genere un estado de seguridad permanente y tendiente a saber responder factible y pertinentemente ante los riesgos y amenazas que el ciberespacio ha figurado en la realidad actual.