/ sábado 10 de agosto de 2019

LOS AVATARES DE NUESTRO TIEMPO

Para gobernar: el enfoque de políticas públicas

  • El Estado como organización política de la sociedad y, por tanto, los gobiernos han entrado en una etapa diferente, en la que sus decisiones se discuten e -incluso- llegan a modificarse por la incidencia de los ciudadanos que confluyen en un mismo espacio público e informativo.

Mientras desde la filosofía política clásica, la forma de gobierno más acertada es aquella en la que esta tarea se halla reservada para quienes poseen virtudes, la postura contemporánea está sustentada en el ideal democrático de que la sociedad puede decidir sobre lo que le aqueja y afecta su desarrollo.


Como consecuencia, los regímenes -alrededor del mundo- han dado un viraje hacia la democracia, como discurso y práctica, no solamente bajo un esquema de representación política, sino como una concepción maximalista, en la que sumariamente, todas las personas están en condiciones de participar en los procesos de toma de decisiones (más allá de los momentos electorales, donde se eligen representantes y titulares de las instituciones de gobierno).

Dicho estadio, representa la vida política actual en entornos de normalidad; incluso es posible señalar que el proceso de la globalización logró acentuar a la democracia como un modelo evidentemente predominante. Esto provocó que las decisiones que los gobiernos toman estuvieran cada vez más en el foco de la discusión pública, en buena medida porque la sociedad ha optado por participar y alzar la voz ante lo que se pretende realizar.

El Estado como organización política de la sociedad y, por tanto, los gobiernos han entrado en una etapa diferente, en la que sus decisiones se discuten e -incluso- llegan a modificarse por la incidencia de los ciudadanos que confluyen en un mismo espacio público e informativo.

En este sentido, el enfoque de políticas públicas ha sido para las tareas de gobierno un esquema para facilitar la atención de los problemas de interés común; así como para orientar los esfuerzos de la sociedad por ser participativos. De manera interna, la administración pública -con un enfoque de gobernanza democrática- ha absorbido el enfoque de políticas públicas como una oportunidad irrenunciable para aprovechar el conocimiento extendido en la sociedad y lograr una gestión orientada a resultados y fundamentada en la evaluación permanente.

Para el caso de México, las políticas públicas parecen ser -todavía- en muchos ámbitos y estratos de la población, un sustantivo poco habitual; además, desde los gobiernos -en ocasiones ensimismados por el poder- se opta por las decisiones unilaterales o verticales. Esta tipología de decisión -muy característica de los regímenes distanciados de la democracia- no es compatible con el enfoque mencionado, por el contrario, escenarios de basta concentración del poder, dificultan en mucho la incidencia y participación ciudadana.

Desde los espacios académicos, el estudio de las políticas públicas, en inglés “policy” es -cuando menos- objeto de ricos debates. El precursor del tema fue el Dr. Luis F. Aguilar y la Antología de Políticas Públicas, que, en conjunto, han delineado los estudios de gobierno y administración pública.

Aún sobre toda esta construcción teórica, existe escepticismo acerca de la factibilidad del enfoque, los señalamientos principales son, por ejemplo: el tiempo del que se dispone para tomar decisiones en entornos de crisis y la durabilidad que las políticas públicas tienen; así como la diferencia existente para incidir de grupos fácticos de poder (empresarios, partidos políticos) y un ciudadano común y en lo individual.

En prospectiva el enfoque de políticas públicas será la base fundamental para el desarrollo de las tareas del gobierno. Por tal motivo, las administraciones públicas y -en general- el ejercicio del servicio pública deberá actuar en apertura y bajo la consideración de los intereses y conocimientos de la sociedad en su conjunto.

Además, se deberá optar por el fortalecimiento de los mecanismos e instrumentos para obtener información, analizarla y orientarla hacia la formación de agendas, programas y acciones específicas para la atención de los problemas públicos.

  • Facebook: Luis Enrique Bermúdez Cruz
  • Twitter: @EnriqueBermC

Para gobernar: el enfoque de políticas públicas

  • El Estado como organización política de la sociedad y, por tanto, los gobiernos han entrado en una etapa diferente, en la que sus decisiones se discuten e -incluso- llegan a modificarse por la incidencia de los ciudadanos que confluyen en un mismo espacio público e informativo.

Mientras desde la filosofía política clásica, la forma de gobierno más acertada es aquella en la que esta tarea se halla reservada para quienes poseen virtudes, la postura contemporánea está sustentada en el ideal democrático de que la sociedad puede decidir sobre lo que le aqueja y afecta su desarrollo.


Como consecuencia, los regímenes -alrededor del mundo- han dado un viraje hacia la democracia, como discurso y práctica, no solamente bajo un esquema de representación política, sino como una concepción maximalista, en la que sumariamente, todas las personas están en condiciones de participar en los procesos de toma de decisiones (más allá de los momentos electorales, donde se eligen representantes y titulares de las instituciones de gobierno).

Dicho estadio, representa la vida política actual en entornos de normalidad; incluso es posible señalar que el proceso de la globalización logró acentuar a la democracia como un modelo evidentemente predominante. Esto provocó que las decisiones que los gobiernos toman estuvieran cada vez más en el foco de la discusión pública, en buena medida porque la sociedad ha optado por participar y alzar la voz ante lo que se pretende realizar.

El Estado como organización política de la sociedad y, por tanto, los gobiernos han entrado en una etapa diferente, en la que sus decisiones se discuten e -incluso- llegan a modificarse por la incidencia de los ciudadanos que confluyen en un mismo espacio público e informativo.

En este sentido, el enfoque de políticas públicas ha sido para las tareas de gobierno un esquema para facilitar la atención de los problemas de interés común; así como para orientar los esfuerzos de la sociedad por ser participativos. De manera interna, la administración pública -con un enfoque de gobernanza democrática- ha absorbido el enfoque de políticas públicas como una oportunidad irrenunciable para aprovechar el conocimiento extendido en la sociedad y lograr una gestión orientada a resultados y fundamentada en la evaluación permanente.

Para el caso de México, las políticas públicas parecen ser -todavía- en muchos ámbitos y estratos de la población, un sustantivo poco habitual; además, desde los gobiernos -en ocasiones ensimismados por el poder- se opta por las decisiones unilaterales o verticales. Esta tipología de decisión -muy característica de los regímenes distanciados de la democracia- no es compatible con el enfoque mencionado, por el contrario, escenarios de basta concentración del poder, dificultan en mucho la incidencia y participación ciudadana.

Desde los espacios académicos, el estudio de las políticas públicas, en inglés “policy” es -cuando menos- objeto de ricos debates. El precursor del tema fue el Dr. Luis F. Aguilar y la Antología de Políticas Públicas, que, en conjunto, han delineado los estudios de gobierno y administración pública.

Aún sobre toda esta construcción teórica, existe escepticismo acerca de la factibilidad del enfoque, los señalamientos principales son, por ejemplo: el tiempo del que se dispone para tomar decisiones en entornos de crisis y la durabilidad que las políticas públicas tienen; así como la diferencia existente para incidir de grupos fácticos de poder (empresarios, partidos políticos) y un ciudadano común y en lo individual.

En prospectiva el enfoque de políticas públicas será la base fundamental para el desarrollo de las tareas del gobierno. Por tal motivo, las administraciones públicas y -en general- el ejercicio del servicio pública deberá actuar en apertura y bajo la consideración de los intereses y conocimientos de la sociedad en su conjunto.

Además, se deberá optar por el fortalecimiento de los mecanismos e instrumentos para obtener información, analizarla y orientarla hacia la formación de agendas, programas y acciones específicas para la atención de los problemas públicos.

  • Facebook: Luis Enrique Bermúdez Cruz
  • Twitter: @EnriqueBermC