/ sábado 17 de julio de 2021

Los Avatares de Nuestro Tiempo | El bloqueo de Estados Unidos a Cuba

La política es conversación, diálogo y acuerdo; la descripción gráfica del fracaso de esta lo son la violencia, la hostilidad y la comunicación monologa.

Para el caso de la política de carácter internacional, es decir la relación entre Estados y por tanto gobierno, también representa en términos prácticos la fijación de espacios de relación permanente y la signatura de acuerdos de muchos tipos:

  • económicos
  • comerciales
  • migratorios,
  • cooperación, etc.

En este sentido, destaca la relación hostil (solamente por agregar un adjetivo) entre los Estados Unidos de Norteamérica (EUA) y Cuba, como ejemplo del fracaso de la política.

Las razones de lo anterior son varias. Juegan un papel especialmente relevante el factor ideológico, las condiciones geopolíticas de Cuba y, sin dudarlo, la construcción histórica de la idiosincrasia revolucionaria cubana y el choque con la política -en efecto- intervencionista de EUA.

La relación entre estos Estados supera la visión de un conflicto entre dos partes, más bien se comprende como un remanente de los conflictos a escala global y por tanto requiere de la atención mínimamente regional.

Ahora mismo ante las protestas crecientes en el país caribeño y la inestabilidad política causada por las deficiencias sociales y de condiciones suficientes para el desarrollo humano de las cubanos y cubanos, el mundo se plantea interrogantes sobre el insostenible cerco o bloqueo económico comercial que EUA estableció en febrero de 1962 y endureció en 1992. El bloqueo es muestra del fracaso de la política.

Si las razones del maltrato relacional entre los dos Estados mencionados, es esencialmente por razones políticas e ideológicas, el problema es la ausencia de un sentido pluralista de la actividad humana.

Es el poco reconocimiento a visiones distintas. Si las razones más bien están centradas en la defensa real de los derechos humanos en el mundo, entonces los mecanismos debieran transformarse y apuntar hacia la integración para el impulso de esos temas: libertad, ejercicio de derechos, etc.

Hannah Arendt en el libro "La promesa de la política", advierte que "el sentido de la política es la libertad" y simultáneamente argumenta acerca del peligro de generar categorías absolutas o ideales, en tanto que esa concepción hace que cualquier medio sea factible para el alcance del objetivo.

En el caso mencionado, todo parece factible, incluso sostener durante más de 60 años el aislacionismo para una nación y con ello la reducción de sus posibilidades de desarrollo frente a un mundo medianamente integrado y con relaciones dinámicas, para sostener una hegemonía internacional.

En síntesis, el problema en Cuba es también un problema de relaciones internacionales. A pesar de que el Gobierno mexicano ha manifestado respetar la libre autodeterminación de los pueblos, el canciller Marcelo Ebrard ha dicho que el bloque económico es un atentado u un acto poco humanitario. Es cierto, en el concierto de acciones internacionales, el bloque es insostenible.

En el corto plazo, la mediación internacional para el problema cubano será determinante y también deberá generar mejores mecanismos para la inclusión internacional. Entonces será el triunfo de la política

La política es conversación, diálogo y acuerdo; la descripción gráfica del fracaso de esta lo son la violencia, la hostilidad y la comunicación monologa.

Para el caso de la política de carácter internacional, es decir la relación entre Estados y por tanto gobierno, también representa en términos prácticos la fijación de espacios de relación permanente y la signatura de acuerdos de muchos tipos:

  • económicos
  • comerciales
  • migratorios,
  • cooperación, etc.

En este sentido, destaca la relación hostil (solamente por agregar un adjetivo) entre los Estados Unidos de Norteamérica (EUA) y Cuba, como ejemplo del fracaso de la política.

Las razones de lo anterior son varias. Juegan un papel especialmente relevante el factor ideológico, las condiciones geopolíticas de Cuba y, sin dudarlo, la construcción histórica de la idiosincrasia revolucionaria cubana y el choque con la política -en efecto- intervencionista de EUA.

La relación entre estos Estados supera la visión de un conflicto entre dos partes, más bien se comprende como un remanente de los conflictos a escala global y por tanto requiere de la atención mínimamente regional.

Ahora mismo ante las protestas crecientes en el país caribeño y la inestabilidad política causada por las deficiencias sociales y de condiciones suficientes para el desarrollo humano de las cubanos y cubanos, el mundo se plantea interrogantes sobre el insostenible cerco o bloqueo económico comercial que EUA estableció en febrero de 1962 y endureció en 1992. El bloqueo es muestra del fracaso de la política.

Si las razones del maltrato relacional entre los dos Estados mencionados, es esencialmente por razones políticas e ideológicas, el problema es la ausencia de un sentido pluralista de la actividad humana.

Es el poco reconocimiento a visiones distintas. Si las razones más bien están centradas en la defensa real de los derechos humanos en el mundo, entonces los mecanismos debieran transformarse y apuntar hacia la integración para el impulso de esos temas: libertad, ejercicio de derechos, etc.

Hannah Arendt en el libro "La promesa de la política", advierte que "el sentido de la política es la libertad" y simultáneamente argumenta acerca del peligro de generar categorías absolutas o ideales, en tanto que esa concepción hace que cualquier medio sea factible para el alcance del objetivo.

En el caso mencionado, todo parece factible, incluso sostener durante más de 60 años el aislacionismo para una nación y con ello la reducción de sus posibilidades de desarrollo frente a un mundo medianamente integrado y con relaciones dinámicas, para sostener una hegemonía internacional.

En síntesis, el problema en Cuba es también un problema de relaciones internacionales. A pesar de que el Gobierno mexicano ha manifestado respetar la libre autodeterminación de los pueblos, el canciller Marcelo Ebrard ha dicho que el bloque económico es un atentado u un acto poco humanitario. Es cierto, en el concierto de acciones internacionales, el bloque es insostenible.

En el corto plazo, la mediación internacional para el problema cubano será determinante y también deberá generar mejores mecanismos para la inclusión internacional. Entonces será el triunfo de la política