/ sábado 4 de junio de 2022

Los avatares de nuestro tiempo | Elecciones locales 2022: un escenario distópico de la hegemonía

Los procesos electorales son más que campañas y candidatos emitiendo discursos para convocar al voto. Son –en realidad– muestra temporales del ánimo social, la confianza de la sociedad en las instituciones y en la propia democracia. Por estas razones, además de la obviedad de que en dichos procesos se eligen a gobernantes y representantes, conviene colocar especial atención en las elecciones. El 05 de junio se celebran elecciones en seis entidades federativas: Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo, Durango y Aguascalientes; dichas elecciones locales representan un reto en términos de estrategia para los partidos políticos y una unidad de análisis para visualizar escenarios futuros hacia la elección de 2024.


En la totalidad de los estados mencionados se elegirán a gobernadoras y gobernadores. Además, en el caso de Quintana Roo se renueva la totalidad del Congreso del Estado y en Durango la totalidad de los Ayuntamientos en los municipios. Estas elecciones también podrán demostrar la capacidad de movilización de los partidos a nivel local. Sin embargo, la realidad a nivel subnacional está permeada por las pugnas políticas de nivel federal; es decir que las personas están imbuidas por los esfuerzos comunicativos del Presidente de la República y también –importante señalarlo– por la pésima reputación de muchos de los actores que participan en los partidos políticos de oposición. Quizás esta sea la razón principal del por qué es posible dar certeza de la previsión de los resultados electorales a pesar de los debatibles mecanismos de selección de candidatos en el actual partido político dominante o hegemónico.

Este proceso electoral puede calificarse como un escenario distópico de la hegemonía dado que MORENA podría ganar (según las encuestadoras más reconocidas del país) entre 4 y 5 gubernaturas. Si estos resultados se confirman, entonces, la distribución de fuerzas políticas será desigual. Habrá hegemonía, una continuidad de la realidad política actual. Esto no necesariamente es negativo o induce a la crítica a MORENA o al actual gobierno, más bien es muestra de la fortaleza electoral de un discurso consistente (encabezado por el Presidente de la República) y la deriva en la creación de otras opciones políticas viables. No obstante, la confirmación de los resultados significaría la continuidad de la hegemonía dado que MORENA podría alcanzar entre 19 y 20 gobiernos locales; con ello coloca de manifiesto la incidencia marginal de otras fuerzas políticas entre la población.

Al respecto de dicha preponderancia política, los resultados presentados por el Instituto Mexicano para la Competitividad en el Informe sobre Congresos Locales llaman poderosamente la atención. Ahí se indica que, de la totalidad de legisladores locales en el país, MORENA concentra el 36.4%, el partido político más cercano a esta cifra es el Partido Acción Nacional con apenas 19.4% de los legisladores del país. Esto muestra la capacidad electoral del actual partido dominante.

En las elecciones de este domingo, la probabilidad de que estas tendencias continúen, es realmente alta. Por ello es un escenario distópico de la hegemonía, porque es algo cercano, prácticamente palpable y visible.

En el futuro cercano, los partidos políticos deberán exasperar elementos retóricos y estratégicos para intentar competir en los procesos electorales, de otra forma las tendencias políticas seguirán siendo las mismas y el paso de un pluralismo limitado hacia un sistema de partidos con un partido dominante, es muy corto.

Facebook: Luis Enrique Bermúdez Cruz

Twitter: @EnriqueBermC


Los procesos electorales son más que campañas y candidatos emitiendo discursos para convocar al voto. Son –en realidad– muestra temporales del ánimo social, la confianza de la sociedad en las instituciones y en la propia democracia. Por estas razones, además de la obviedad de que en dichos procesos se eligen a gobernantes y representantes, conviene colocar especial atención en las elecciones. El 05 de junio se celebran elecciones en seis entidades federativas: Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo, Durango y Aguascalientes; dichas elecciones locales representan un reto en términos de estrategia para los partidos políticos y una unidad de análisis para visualizar escenarios futuros hacia la elección de 2024.


En la totalidad de los estados mencionados se elegirán a gobernadoras y gobernadores. Además, en el caso de Quintana Roo se renueva la totalidad del Congreso del Estado y en Durango la totalidad de los Ayuntamientos en los municipios. Estas elecciones también podrán demostrar la capacidad de movilización de los partidos a nivel local. Sin embargo, la realidad a nivel subnacional está permeada por las pugnas políticas de nivel federal; es decir que las personas están imbuidas por los esfuerzos comunicativos del Presidente de la República y también –importante señalarlo– por la pésima reputación de muchos de los actores que participan en los partidos políticos de oposición. Quizás esta sea la razón principal del por qué es posible dar certeza de la previsión de los resultados electorales a pesar de los debatibles mecanismos de selección de candidatos en el actual partido político dominante o hegemónico.

Este proceso electoral puede calificarse como un escenario distópico de la hegemonía dado que MORENA podría ganar (según las encuestadoras más reconocidas del país) entre 4 y 5 gubernaturas. Si estos resultados se confirman, entonces, la distribución de fuerzas políticas será desigual. Habrá hegemonía, una continuidad de la realidad política actual. Esto no necesariamente es negativo o induce a la crítica a MORENA o al actual gobierno, más bien es muestra de la fortaleza electoral de un discurso consistente (encabezado por el Presidente de la República) y la deriva en la creación de otras opciones políticas viables. No obstante, la confirmación de los resultados significaría la continuidad de la hegemonía dado que MORENA podría alcanzar entre 19 y 20 gobiernos locales; con ello coloca de manifiesto la incidencia marginal de otras fuerzas políticas entre la población.

Al respecto de dicha preponderancia política, los resultados presentados por el Instituto Mexicano para la Competitividad en el Informe sobre Congresos Locales llaman poderosamente la atención. Ahí se indica que, de la totalidad de legisladores locales en el país, MORENA concentra el 36.4%, el partido político más cercano a esta cifra es el Partido Acción Nacional con apenas 19.4% de los legisladores del país. Esto muestra la capacidad electoral del actual partido dominante.

En las elecciones de este domingo, la probabilidad de que estas tendencias continúen, es realmente alta. Por ello es un escenario distópico de la hegemonía, porque es algo cercano, prácticamente palpable y visible.

En el futuro cercano, los partidos políticos deberán exasperar elementos retóricos y estratégicos para intentar competir en los procesos electorales, de otra forma las tendencias políticas seguirán siendo las mismas y el paso de un pluralismo limitado hacia un sistema de partidos con un partido dominante, es muy corto.

Facebook: Luis Enrique Bermúdez Cruz

Twitter: @EnriqueBermC