De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Salud (Ssa) federal, desde que llegó el coronavirus a México, solo cinco municipios de la entidad se encuentran en la categoría ‘sin contagios’. En 22, hay registro de al menos un caso confirmado, y el resto se consideran ‘vecinos de contagios’, hasta este sábado. De ser el último estado en registrar contagios, actualmente, hay mediciones que colocan a Tlaxcala en el sitio 12 de incidencia de casos positivos en el país.
Además, el estado se encuentra entre los 16 estados de la república que están por debajo de la media nacional en la reducción de desplazamiento para compras, entretenimiento o transporte, lo que significa que la medida de resguardo en casa se cumple menos que en el promedio de las entidades.
Esta circunstancia es preocupante. Por una parte, debemos entender que Tlaxcala está rodeado de estados con alta incidencia.
Tenemos, por ejemplo, a la Ciudad de México, que tiene 178 defunciones y 2 mil 299 casos positivos; el Estado de México, con 52 defunciones, y 789 casos positivos; y Puebla, con 40 defunciones, y 330 casos positivos.
Además, estas dos últimas entidades también tienen problemas de desplazamiento de su población, que guarda menos que el promedio la recomendación de quedarse en casa.
Y, por otro lado, tenemos que la movilidad interior en el estado ha jugado las contras, particularmente, en municipios que relajaron desde el principio las medidas de distanciamiento social.
Al solapar la realización de fiestas particulares, bailes populares, remates de particular y celebraciones religiosas, las autoridades municipales contribuyeron a debilitar las acciones encaminadas a romper cadenas de contagios, como es prioridad de las autoridades de salud.
Ahora, esta omisión ha tenido un efecto nocivo, no solo en términos de riesgo de contagio, sino en percepción ciudadana respecto a la gravedad de la emergencia sanitaria.
Es lamentable, pero aún hay gente que cree que no pasa nada, que no hay peligro, que el Covid-19 prácticamente es una invención.
En los últimos días, se han realizado festejos en domicilios particulares y salones sociales en Panotla, Totolac, Tlaxco y Nativitas, incluso eventos deportivos en Calpulalpan.
Afortunadamente, las denuncias ciudadanas favorecieron la intervención policiaca para dispersar a la gente y persuadirla de volver a casa.
Son estos actos irresponsables los que motivan que la Jornada Nacional de Sana Distancia se amplíe hasta el 30 de mayo en la mayoría del territorio nacional.
Los municipios son el nivel de gobierno más próximo al ciudadano, y en esta contingencia, tienen un papel muy importante que deben asumir con absoluta autoridad.
De poco servirán los esfuerzos que se hacen a nivel estatal y federal si los municipios fallan en la tarea de vigilar y supervisar el cumplimiento de las medidas de mitigación a lo largo y ancho de sus demarcaciones.
- Al solapar la realización de fiestas particulares, bailes populares, remates de particular y celebraciones religiosas, las autoridades municipales contribuyeron a debilitar las acciones encaminadas a romper cadenas de contagios, como es prioridad de las autoridades de salud. Ahora, esta omisión ha tenido un efecto nocivo, no solo en términos de riesgo de contagio, sino en percepción ciudadana respecto a la gravedad de la emergencia.
