Tratando de hacer prospectiva política, podemos analizar las expectativas de mediano plazo para Morena por un lado, como para AMLO por otro, ambos no comparten la misma ruta y los riesgos se presentan a corto y mediano plazo.
Hay voces que defienden que primero dejen llegar a AMLO al poder, que se acomode, que empiece a limpiar la casa, y luego proponga los primeros 12 cambios legislativos anunciados.
El 60 % del electorado confía en que los retos y las ofertas de campaña se irán cumpliendo, irán dando salida a la oferta y tendrán que llegar al bolsillo, a la tranquilidad de la cuadra, a disminuir tanto corrupción como impunidad.
La parte administrativa solo es uno de los objetivos a lograr, la parte económica, de crecimiento y cambios en el modelo económico son la parte trascendente.
Cuáles serán los riesgos de Andrés, de nuestro nuevo presidente de la República, cuáles serán los riesgos del partido Morena, cuáles serán los efectos sociales de las 12 leyes propuestas, cuáles los resultados de los cambios Constitucionales de calado profundo y sus resultados en el corto y mediano plazo, y cuál la reacción del electorado que apoyo esta fórmula.
Si la acción presidencial es acertada, mejorará el espectro político del gobierno y partido emergente, dijera Güemes: y si no, no.
De los 30 millones de votos para Morena, son más de simpatizantes que de afiliados, y de 20 a 25 millones de votantes podrían ser base volátil, y algo tendrá que hacer el nuevo presidente para que permanezcan como simpatizantes, y algo deberá hacer Morena como partido para afiliarlos; esto solo se logra con medidas acertadas y oportunas del Congreso y/o del Poder Ejecutivo entrante.
Los cambios legislativos son siempre redistributivos, esto es, quitan o re-otorgan beneficios y siempre hay sacrificados y nuevos beneficiarios, los sacrificados serán siempre contrarios al partido de que les afectó aunque considero que serán más los beneficiados que los afectados por del cambio de régimen.
Otro efecto de las reformas es que los afectados lo son de inmediato y los beneficiarios lo son en el mediano plazo, esto realinea, electores y fans de partidos, la actividad en conjunto del nuevo gobierno hará que su base electoral se mueva para ampliar o disminuir a sus simpatizantes.
Al eventual número de desertores o afectados, se sumarán a las alianzas de las nuevas minorías, formado por partidos como el PRI, el PRD y algunos otros, un buen estratega podrá cachar a todas estas fracciones y amarrar la segunda fuerza del país.
La disminución notoria de la corrupción, la austeridad republicana juarista, tan anunciada y ofrecida, como parte del cambio ya está en curso. Romper la estrategia de contención salarial para rescatar del valor adquisitivo de los salarios y ampliar la cobertura de seguridad social, disminuir contratos por honorarios que adolecen de seguridad social y prestaciones y las contrataciones al estilo Outsourcing con prestaciones atenuadas o sin ellas.
La percepción clara en la sociedad, de que la delincuencia va disminuyendo, que no existan nuevos casos de impunidad, mayor número de jóvenes integrados a empleo y seguridad social, estas acciones conformaran parte de la apuesta al cambio ofrecida y sabemos que se cuentan con todos los resorte del gobierno y del congreso, no habrá porque no llegar a estos resultados.
Claro, la nueva forma de operación del gobierno, viene cargada de valores nuevos, otras visiones de la función de gobierno que enfrenta y disminuye la desigualdad.
Los cambios invocados serán resultado de una lectura adecuada de la problemática y de la realidad social, económica y cultural de nuestra nación, basada en algunos nortes como el anti neoliberalismo que, aplicado a rajatabla, ha dañado severamente el tejido social.
Permitir al Estado retomar su papel rector del proceso económico y social, del desarrollo, asegura y mejora condiciones para el bien común, apoyado en la refundación del Estado y generar nuevas condiciones de desarrollo social de la comunidad.
Un desarrollo comunitario no basado en el consumismo, atenuar los valores mercantiles superfluos y mezquinos, antes que los valores neoliberales, rescatar la tarea comunitaria, la “faina”, el “tequio”, la mano vuelta, estas forma comunales que perviven en el México profundo olvidado en mi localidad por los últimos gobiernos en Tlaxcala, pero que permanecen en nuestra memoria histórica y que solo requieren invocar mayor participación social, como apoyo vivo, al nuevo proceso de desarrollo y vida democrática que se vislumbra, respetando formas de organización, cultura y gobierno comunitarios.
Recuerdo con agrado la construcción en 1986, de 10 kilómetros de drenaje en el pueblo de Zaragoza Huamantla, apoyado como alcalde, en la mano de obra comunitaria, logrando construirlo con menos del 10 por ciento de lo estimado por Banobras.
Rescatar al ejido como forma de organización para el trabajo, a la comunidad que preserva las formas culturales ancestrales, habrá que potenciarlos en toda su dimensión y amplitud.
Cuidar y rescatar a la naturaleza, destacar los valores bioculturales y poner, la tecnología, la informática y la ciencia en general al servicio de la sociedad.
