/ martes 18 de mayo de 2021

¡Mexicana Universal!

Andrea Meza tiene 26 años, es originaria del estado de Chihuahua y mide 1.82 metros de estatura. Es egresada de la Universidad Autónoma de Chihuahua, de donde se tituló como Ingeniera en Software y voluntaria en el DIF de la ciudad capital de su estado.

Bella sin límite, segura de sí misma, joven, con un manejo del idioma inglés destacado, empoderada y sensible a la peor pandemia que México vive: la violencia de género, esa que solo en cinco años ha crecido las muertes violentas de mujeres en 72 % pasando de 6 a 11 al día y provoca que niñas entre 10 y 14 años traigan al mundo 12 hijos diariamente, todos producto de la violencia sexual, de arrancarles la ilusión a cuajos, como canta Serrat.

No, las concursantes de belleza de hoy, las del siglo XXI, distan mucho de ser la personificación estereotipada de la mujer que por bella debe necesariamente ser tonta. Estas chicas, todas, son profesionistas, políglotas, empresarias, activistas, se desempeñan -y bien- en materias diversas. Todas levantan la voz, entienden y visibilizan el contexto de las mujeres seguras de sí mismas y exitosas, las que aceptan haber sido víctimas de violencia de género como una de las favoritas, la representante de Perú, que dijo a las mujeres que están experimentando violencia doméstica o sexual: "Que admiro su fuerza, que son sobrevivientes, que yo soy heroína de mi propia historia porque yo estuve ahí, por eso les digo a las mujeres y niñas que nunca deben dejar que alguien silencie sus voces, salí de esa experiencia gracias a otras muchas mujeres que ayudaron, gracias a la sororidad.

Estas chicas exponen que la belleza no está solo en lo exterior sino en los valores y principios del alma, exhortan a las mujeres y a las niñas a no permitir jamás que se les diga que no tienen valor. Ellas, las más hermosas físicamente del planeta, protestan, como la representante de Myanmar, contra la discriminación, contra la violencia de todo tipo y a favor de las minorías y las causas de la igualdad.

La defensa de los Derechos Humanos es parte central del discurso y acción de cada una de estas jóvenes, usan su imagen como instrumento de poder y enseñan que cuando se requiere hay que pedir ayuda y no vivir solas las tristezas o desgracias, que se vale impulsar y pedir impulso a partir de capacidades y sueños.

No escuché un solo discurso pidiendo huecamente, como es motivo de chistes, la felicidad y la paz mundial, sino voces promoviendo el turismo como factor económico de generación de riqueza contra la pobreza de los pueblos, de la responsabilidad colectiva e individual que tenemos con la vida del planeta y sus ecosistemas y que debe haber un equilibrio entre economía y salud siendo esto responsabilidad de los gobiernos.

Andrea, hoy reina de belleza del mundo, señaló que de haber tenido que tomar decisiones al respecto de la pandemia, ella hubiese declarado la cuarentena antes de lo que se hizo porque perdimos muchas vidas de forma innecesaria. Correcto, agrega tu escribana querido lector, lectora; la vida es primero, ¿no?

Se critica la cosificación de las mujeres en los concursos; yo creo que ellas tienen derecho a participar si así lo deciden. Necesitamos más mujeres líderes que ayuden a dejar de ver natural la violencia y la discriminación. Hoy, por lo pronto, la más bella del mundo y quien llevará este mensaje a todo el planeta, es, como lo fueron en su momento Lupita Jones, hoy candidata a gobernadora y Ximena Navarrete, orgullosamente Mexicana.

Andrea Meza tiene 26 años, es originaria del estado de Chihuahua y mide 1.82 metros de estatura. Es egresada de la Universidad Autónoma de Chihuahua, de donde se tituló como Ingeniera en Software y voluntaria en el DIF de la ciudad capital de su estado.

Bella sin límite, segura de sí misma, joven, con un manejo del idioma inglés destacado, empoderada y sensible a la peor pandemia que México vive: la violencia de género, esa que solo en cinco años ha crecido las muertes violentas de mujeres en 72 % pasando de 6 a 11 al día y provoca que niñas entre 10 y 14 años traigan al mundo 12 hijos diariamente, todos producto de la violencia sexual, de arrancarles la ilusión a cuajos, como canta Serrat.

No, las concursantes de belleza de hoy, las del siglo XXI, distan mucho de ser la personificación estereotipada de la mujer que por bella debe necesariamente ser tonta. Estas chicas, todas, son profesionistas, políglotas, empresarias, activistas, se desempeñan -y bien- en materias diversas. Todas levantan la voz, entienden y visibilizan el contexto de las mujeres seguras de sí mismas y exitosas, las que aceptan haber sido víctimas de violencia de género como una de las favoritas, la representante de Perú, que dijo a las mujeres que están experimentando violencia doméstica o sexual: "Que admiro su fuerza, que son sobrevivientes, que yo soy heroína de mi propia historia porque yo estuve ahí, por eso les digo a las mujeres y niñas que nunca deben dejar que alguien silencie sus voces, salí de esa experiencia gracias a otras muchas mujeres que ayudaron, gracias a la sororidad.

Estas chicas exponen que la belleza no está solo en lo exterior sino en los valores y principios del alma, exhortan a las mujeres y a las niñas a no permitir jamás que se les diga que no tienen valor. Ellas, las más hermosas físicamente del planeta, protestan, como la representante de Myanmar, contra la discriminación, contra la violencia de todo tipo y a favor de las minorías y las causas de la igualdad.

La defensa de los Derechos Humanos es parte central del discurso y acción de cada una de estas jóvenes, usan su imagen como instrumento de poder y enseñan que cuando se requiere hay que pedir ayuda y no vivir solas las tristezas o desgracias, que se vale impulsar y pedir impulso a partir de capacidades y sueños.

No escuché un solo discurso pidiendo huecamente, como es motivo de chistes, la felicidad y la paz mundial, sino voces promoviendo el turismo como factor económico de generación de riqueza contra la pobreza de los pueblos, de la responsabilidad colectiva e individual que tenemos con la vida del planeta y sus ecosistemas y que debe haber un equilibrio entre economía y salud siendo esto responsabilidad de los gobiernos.

Andrea, hoy reina de belleza del mundo, señaló que de haber tenido que tomar decisiones al respecto de la pandemia, ella hubiese declarado la cuarentena antes de lo que se hizo porque perdimos muchas vidas de forma innecesaria. Correcto, agrega tu escribana querido lector, lectora; la vida es primero, ¿no?

Se critica la cosificación de las mujeres en los concursos; yo creo que ellas tienen derecho a participar si así lo deciden. Necesitamos más mujeres líderes que ayuden a dejar de ver natural la violencia y la discriminación. Hoy, por lo pronto, la más bella del mundo y quien llevará este mensaje a todo el planeta, es, como lo fueron en su momento Lupita Jones, hoy candidata a gobernadora y Ximena Navarrete, orgullosamente Mexicana.