/ lunes 9 de septiembre de 2019

México vive tiempos de transformación

Durante la última semana, una serie de acontecimientos en la vida política del país ha hecho evidente que México transita hacia su Cuarta Transformación social.

Por principio de cuentas, el mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador, con motivo de su Primer Informe de Gobierno, ya no se emitió por cadena nacional. Esta vez, el informe presidencial no tuvo la opulencia de otros años. La ceremonia fastuosa y el despliegue tremendo de personal de seguridad fueron remplazados por un austero y sencillo evento.

Del mensaje presidencial, vale la pena destacar la honestidad con la que se reconocieron los problemas y la situación del país, como sucedió con el tema de la inseguridad, pero también la determinación con la que se comprometió enfrentar y resolver la delincuencia y la violencia sin apostar por la “guerra de exterminio”. Como muchos otros desafíos, éste requiere de organización, inteligencia y coordinación, pero también de responsabilidad y perseverancia, para hacer valer la justicia y buscar el bienestar del pueblo.

Por otra parte, los cambios en las mesas directivas de las cámaras que integran el Congreso de la Unión reflejan que el Poder Ejecutivo mantiene una relación de respeto a la autonomía del Poder Legislativo. Particularmente, en el caso de la Cámara de Diputados, el presidente insistió en su llamado a los legisladores de Morena a no alterar la ley y no caer en lo que hacían los adversarios en el pasado, lo que permitió al PAN presidir este órgano legislativo. Por supuesto, merece ser reconocida la talla política del diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien decidió retirarse de la presidencia de la Mesa Directiva para evitar una crisis política en la Cámara Baja. Y en el caso del Senado de la República, el presidente también instruyó respetar la decisión en torno a la elección de su Mesa Directiva.

La actitud del Ejecutivo federal en estos temas mostró también que, como titular de este poder, no tiene partido. Las diferencias al interior de la bancada de Morena en el Senado, por ejemplo, fueron dirimidas sin su intervención ni injerencia, a diferencia de lo que ocurría en otros gobiernos.

Nuestro presidente ha sido congruente para respetar la vida interna de Morena y del Congreso federal, y Morena ha sabido atemperarse para ejercer su mayoría en pos de entendimientos y acuerdos, más que para la obtención de posiciones, para conseguir las reformas legales que requiere México para ajustarse a las nuevas realidades sociales y circunstancias del mundo.

Un hecho que tampoco puede pasar inadvertido es que, por primera vez, las dos Cámaras serán presididas por mujeres. Mónica Fernández Balboa, de Morena, encabezará la Mesa Directiva en el Senado, y Laura Rojas Hernández, de Acción Nacional, hará lo propio en la Cámara de Diputados, lo que representa un avance importante en el cumplimiento del principio de paridad de género en México.

Estimados paisanos: estamos en tiempos de transformación, en los que las viejas prácticas son desplazadas por la decisión de cambiar y demostrar que se puede gobernar diferente, con mayor autoridad política y moral.

El proyecto de gobierno del presidente López Obrador busca acabar con la corrupción y dirigir al país con austeridad, para ofrecer desarrollo a los mexicanos.

Esa es la razón por la que se acabaron los privilegios de la burocracia dorada: para hacer realidad el ideal de la justicia social y aplicar el criterio de que “por el bien de todos, primeros los pobres”.

Ese es el motivo por el que se busca establecer un auténtico Estado de Derecho: para apegarnos al principio de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie. Y el ejemplo más claro son las líneas de investigación y los procesos penales que se siguen en torno a casos de corrupción cometidos en el sexenio anterior.

En nueve meses, México ha logrado establecer condiciones indispensables para llevar a la práctica la Cuarta Transformación de la vida pública del país, y este es el comienzo del camino hacia el progreso con justicia que queremos los mexicanos.

Hoy, un gobierno democrático, que trabaja para el pueblo y con el pueblo, hacer realidad el anhelo de cambio de la gente.

Gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.

Durante la última semana, una serie de acontecimientos en la vida política del país ha hecho evidente que México transita hacia su Cuarta Transformación social.

Por principio de cuentas, el mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador, con motivo de su Primer Informe de Gobierno, ya no se emitió por cadena nacional. Esta vez, el informe presidencial no tuvo la opulencia de otros años. La ceremonia fastuosa y el despliegue tremendo de personal de seguridad fueron remplazados por un austero y sencillo evento.

Del mensaje presidencial, vale la pena destacar la honestidad con la que se reconocieron los problemas y la situación del país, como sucedió con el tema de la inseguridad, pero también la determinación con la que se comprometió enfrentar y resolver la delincuencia y la violencia sin apostar por la “guerra de exterminio”. Como muchos otros desafíos, éste requiere de organización, inteligencia y coordinación, pero también de responsabilidad y perseverancia, para hacer valer la justicia y buscar el bienestar del pueblo.

Por otra parte, los cambios en las mesas directivas de las cámaras que integran el Congreso de la Unión reflejan que el Poder Ejecutivo mantiene una relación de respeto a la autonomía del Poder Legislativo. Particularmente, en el caso de la Cámara de Diputados, el presidente insistió en su llamado a los legisladores de Morena a no alterar la ley y no caer en lo que hacían los adversarios en el pasado, lo que permitió al PAN presidir este órgano legislativo. Por supuesto, merece ser reconocida la talla política del diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien decidió retirarse de la presidencia de la Mesa Directiva para evitar una crisis política en la Cámara Baja. Y en el caso del Senado de la República, el presidente también instruyó respetar la decisión en torno a la elección de su Mesa Directiva.

La actitud del Ejecutivo federal en estos temas mostró también que, como titular de este poder, no tiene partido. Las diferencias al interior de la bancada de Morena en el Senado, por ejemplo, fueron dirimidas sin su intervención ni injerencia, a diferencia de lo que ocurría en otros gobiernos.

Nuestro presidente ha sido congruente para respetar la vida interna de Morena y del Congreso federal, y Morena ha sabido atemperarse para ejercer su mayoría en pos de entendimientos y acuerdos, más que para la obtención de posiciones, para conseguir las reformas legales que requiere México para ajustarse a las nuevas realidades sociales y circunstancias del mundo.

Un hecho que tampoco puede pasar inadvertido es que, por primera vez, las dos Cámaras serán presididas por mujeres. Mónica Fernández Balboa, de Morena, encabezará la Mesa Directiva en el Senado, y Laura Rojas Hernández, de Acción Nacional, hará lo propio en la Cámara de Diputados, lo que representa un avance importante en el cumplimiento del principio de paridad de género en México.

Estimados paisanos: estamos en tiempos de transformación, en los que las viejas prácticas son desplazadas por la decisión de cambiar y demostrar que se puede gobernar diferente, con mayor autoridad política y moral.

El proyecto de gobierno del presidente López Obrador busca acabar con la corrupción y dirigir al país con austeridad, para ofrecer desarrollo a los mexicanos.

Esa es la razón por la que se acabaron los privilegios de la burocracia dorada: para hacer realidad el ideal de la justicia social y aplicar el criterio de que “por el bien de todos, primeros los pobres”.

Ese es el motivo por el que se busca establecer un auténtico Estado de Derecho: para apegarnos al principio de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie. Y el ejemplo más claro son las líneas de investigación y los procesos penales que se siguen en torno a casos de corrupción cometidos en el sexenio anterior.

En nueve meses, México ha logrado establecer condiciones indispensables para llevar a la práctica la Cuarta Transformación de la vida pública del país, y este es el comienzo del camino hacia el progreso con justicia que queremos los mexicanos.

Hoy, un gobierno democrático, que trabaja para el pueblo y con el pueblo, hacer realidad el anhelo de cambio de la gente.

Gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.