Al iniciar el mes de julio aumenta el deseo de la mayoría de personas e instituciones de retomar sus actividades, interrumpidas desde marzo pasado por la Covid-19.
Pero qué necesario es esperar un poco más, ya que en Tlaxcala permanecemos en semáforo rojo y con contagios por todos lados, algunos terminando con decesos de los afectados.
La Iglesia católica, un importante motor de reflexión y de espiritualidad, debe también esperar un poco más, por lo que no es conveniente que organice celebraciones eucarísticas abiertas.
El caso de la parroquia de Zacatelco, que el 21 de junio realizó una misa dominical a puertas abiertas, para el 28 de junio decidió suspender toda actividad pública, lo que ha sido bien visto por quienes entienden que la pandemia es un grave problema para la salud de todos.
CONTAGIOS EN ZACATELCO
El llamado "corazón del sur" es un foco peligroso de contagios de Covid-19.
Entre voces, habitantes de este poblado reportan fallecimientos por males respiratorios en el entorno del mercado municipal, la zona en donde nunca lograron poner orden con visitantes sin cubrebocas y con familias completas sin ninguna protección, entre ellos niños en brazos y personas adultas despreocupadas por este mal.
Es motivo de estudio y de intervención por parte de la Secretaría de Salud para conocer el foco de infección de esta zona, ya que en calles como Arauz, Cruz Colorada y Argentina hay informes de personas fallecidas, lo que se traduce en que la Covid-19 está en etapa complicada en la comuna, que está en quinto lugar con más contagios, muy cerca de rebasar a Huamantla.
TRÁFICO DE CENTROAMERICANOS
Medios nacionales filtraron la información del tráfico de centroamericanos por parte de gente de Tlaxcala.
Tras su detención se prenden los focos rojos en esta región donde están detectadas personas de los llamados polleros, que se dedican a llevar a Estados Unidos a indocumentados de Honduras, El Salvador y Guatemala así como a propios mexicanos.
Sus ganancias se estiman en millones de pesos, ya que a una sola persona le llegan a cobrar arriba de los 100 mil pesos, por lo que en un viaje, al que ocupan alrededor de dos a tres semanas, tienen ganancias arriba de los dos millones de pesos.
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