/ viernes 28 de junio de 2019

Mis tres amigos y las prioridades del gobierno

Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro sino del resultado de una emoción

Eduard Punset

Achacándole a las fuertes lluvias el mal estado de las calles de la ciudad, desde luego no en todos los casos, muchos automovilistas padecen la incomodidad de circular sobre ellas, sobre todo por el posible deterioro en sus automóviles, solo para ejemplificar, como ya se dijo en otros momentos, las calles de la colonia Xicohténcatl, la prolongación de la calle seis, bajando por la escuela secundaria técnica de la loma, tremendos baches que han provocado algunos percances, aunque sin hechos lamentables, por fortuna, cuando menos hasta ahora; sin embargo, se hace imperiosa su reparación; ojalá las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, para bien de todos aquellos que transitan por ese lugar.

Como si hubiera sido una evaluación, dadas las circunstancias, al ocupar con frecuencia las calles de esa populosa colonia; justamente en esta tarde para llegar a la reunión con los amigos. Una vez aparcado, dirigí rápidamente mis pasos al lugar, pues estaba retrasado un par de minutos; al llegar, como de costumbre, hicimos el ritual del saludo y la solicitud de que se nos sirviera la aromática taza de café, que servía como fuente de argumentación para las charlas entre nosotros.

Qué bueno que llegaste –me dijo el amigo de la bonanza- es importante que tomes nota de los comentarios, para que se asiente en nuestros anecdotarios; de entrada -prosiguió- le hacía aquí al “contreras” un reproche, decía mientras señalaba, con el dedo índice, al amigo de las constantes confrontaciones; respecto de los problemas que se están viviendo en el país, y que su otrora candidato, había ofrecido resolver; recordemos esa frase de “primero los pobres”, el fin de la corrupción y la violencia, consideradas como una prioridad para el nuevo gobierno; bueno, ni tan nuevo, pues ya tiene un año de haber sido electo y a la fecha, las cosas pareciera mantienen el mismo estatus quo que tanto se criticaba.

Es posible que tengas razón -refutó el amigo señalado- pero no puedes exigir se cambien las cosas, si todo estaba verdaderamente deteriorado, así le dejaron el país y, por supuesto, no es tan fácil resolverlo de manera inmediata.

Nadie dijo que fuera de esa manera -respondió el interpelado- bien se sabe que los problemas que le fueron planteados, iban a necesitar de algún tiempo para su resolución, hasta ahí te concedo la razón, sin embargo, en apariencia, no ha podido conseguir lo que se propuso; pobreza, desempleo, desabasto de medicinas, educación, se han convertido en lastres para el actual gobierno; para que veas, esas críticas que le hacías a los gobiernos precedentes, son las mismas que hoy deberías expresar.

Tus comentarios no tienen mucha solvencia -le reviraron- pues no puedes negar que sí se le está dando atención, a las personas de la tercera edad, a los jóvenes desempleados, a las madres solteras, con esos apoyos económicos que les ayudan a resolver, cuando menos, sus necesidades más apremiantes; eso debe elogiarse y no denostarse, y bueno, démosle más tiempo para que se puedan cumplir todas esas promesas de campaña.

Difícil la situación -tomó la palabra el amigo de la mesura- por las que atraviesa el actual gobierno; más allá del cumplimiento de sus compromisos o promesas, la realidad objeta los grandes discursos, sobre todo de aquello, que no han podido enfrentar y que ciertamente se decía eran prioridades, por ejemplo, en el área de la salud, se tiene el desabasto de medicinas, conflictuado por las licitaciones, lo malo, son las consecuencias, he escuchado comentarios de quienes han tenido la necesidad de acudir a los servicios médicos, donde se les presta la atención, lo grave es que para los medicamentos, los enfermos, tienen que comprarlos en farmacias de particulares; obviamente, afectando la economía de las personas; por otro lado, en el mismo contexto, haberle asignado a la Secretaría de Hacienda la responsabilidad de las adquisiciones, centraliza la autoridad y el poder. Cuando menos eso es lo que se crítica, por ello, creo, deberían definirse, con mucha precisión, las responsabilidades de las instituciones, que cada una cumpla con su objeto social, y Hacienda que norme, no que lleve el control, de los presupuestos que se destinan para cada una de ellas; quizá, con eso, se puedan paliar de manera inmediata esos problemas de la actualidad.

Pero bueno, esperemos que así sea, me atreví a comentar y mientras eso pueda ocurrir, que les parece si mejor cambiamos de tema y nos tomamos otra taza de café…

Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro sino del resultado de una emoción

Eduard Punset

Achacándole a las fuertes lluvias el mal estado de las calles de la ciudad, desde luego no en todos los casos, muchos automovilistas padecen la incomodidad de circular sobre ellas, sobre todo por el posible deterioro en sus automóviles, solo para ejemplificar, como ya se dijo en otros momentos, las calles de la colonia Xicohténcatl, la prolongación de la calle seis, bajando por la escuela secundaria técnica de la loma, tremendos baches que han provocado algunos percances, aunque sin hechos lamentables, por fortuna, cuando menos hasta ahora; sin embargo, se hace imperiosa su reparación; ojalá las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, para bien de todos aquellos que transitan por ese lugar.

Como si hubiera sido una evaluación, dadas las circunstancias, al ocupar con frecuencia las calles de esa populosa colonia; justamente en esta tarde para llegar a la reunión con los amigos. Una vez aparcado, dirigí rápidamente mis pasos al lugar, pues estaba retrasado un par de minutos; al llegar, como de costumbre, hicimos el ritual del saludo y la solicitud de que se nos sirviera la aromática taza de café, que servía como fuente de argumentación para las charlas entre nosotros.

Qué bueno que llegaste –me dijo el amigo de la bonanza- es importante que tomes nota de los comentarios, para que se asiente en nuestros anecdotarios; de entrada -prosiguió- le hacía aquí al “contreras” un reproche, decía mientras señalaba, con el dedo índice, al amigo de las constantes confrontaciones; respecto de los problemas que se están viviendo en el país, y que su otrora candidato, había ofrecido resolver; recordemos esa frase de “primero los pobres”, el fin de la corrupción y la violencia, consideradas como una prioridad para el nuevo gobierno; bueno, ni tan nuevo, pues ya tiene un año de haber sido electo y a la fecha, las cosas pareciera mantienen el mismo estatus quo que tanto se criticaba.

Es posible que tengas razón -refutó el amigo señalado- pero no puedes exigir se cambien las cosas, si todo estaba verdaderamente deteriorado, así le dejaron el país y, por supuesto, no es tan fácil resolverlo de manera inmediata.

Nadie dijo que fuera de esa manera -respondió el interpelado- bien se sabe que los problemas que le fueron planteados, iban a necesitar de algún tiempo para su resolución, hasta ahí te concedo la razón, sin embargo, en apariencia, no ha podido conseguir lo que se propuso; pobreza, desempleo, desabasto de medicinas, educación, se han convertido en lastres para el actual gobierno; para que veas, esas críticas que le hacías a los gobiernos precedentes, son las mismas que hoy deberías expresar.

Tus comentarios no tienen mucha solvencia -le reviraron- pues no puedes negar que sí se le está dando atención, a las personas de la tercera edad, a los jóvenes desempleados, a las madres solteras, con esos apoyos económicos que les ayudan a resolver, cuando menos, sus necesidades más apremiantes; eso debe elogiarse y no denostarse, y bueno, démosle más tiempo para que se puedan cumplir todas esas promesas de campaña.

Difícil la situación -tomó la palabra el amigo de la mesura- por las que atraviesa el actual gobierno; más allá del cumplimiento de sus compromisos o promesas, la realidad objeta los grandes discursos, sobre todo de aquello, que no han podido enfrentar y que ciertamente se decía eran prioridades, por ejemplo, en el área de la salud, se tiene el desabasto de medicinas, conflictuado por las licitaciones, lo malo, son las consecuencias, he escuchado comentarios de quienes han tenido la necesidad de acudir a los servicios médicos, donde se les presta la atención, lo grave es que para los medicamentos, los enfermos, tienen que comprarlos en farmacias de particulares; obviamente, afectando la economía de las personas; por otro lado, en el mismo contexto, haberle asignado a la Secretaría de Hacienda la responsabilidad de las adquisiciones, centraliza la autoridad y el poder. Cuando menos eso es lo que se crítica, por ello, creo, deberían definirse, con mucha precisión, las responsabilidades de las instituciones, que cada una cumpla con su objeto social, y Hacienda que norme, no que lleve el control, de los presupuestos que se destinan para cada una de ellas; quizá, con eso, se puedan paliar de manera inmediata esos problemas de la actualidad.

Pero bueno, esperemos que así sea, me atreví a comentar y mientras eso pueda ocurrir, que les parece si mejor cambiamos de tema y nos tomamos otra taza de café…