Ayer la BMV de José Oriol Bosch experimentó una toma de utilidades, pero las acciones del grupo aeroportuario que preside Fernando Chico Pardo encabezaron el ajuste con una caída de 6% por las versiones de que el paquete de proyectos de infraestructura que se anunciará el lunes incluiría un aeropuerto en Tulum, que se construiría a 100 kilómetros de la terminal de Cancún, la más importante de Asur, y la segunda con más volumen de pasajeros en México. El tema no es nuevo porque hace más o menos 10 años se contempló la posibilidad que se canceló por problemas técnicos de la ubicación, y hoy habría que considerar sí realmente avanzaría el proyecto, y luego que constituya una amenaza real para Asur. Además los recursos federales limitados y la prioridad de otros proyectos como el aeropuerto de Santa Lucía; la refinería de Dos Bocas; y el Tren Maya, que haría innecesaria la construcción de una terminal aérea en Tulum, condicionarían el arranque de la potencial obra. Sin embargo, el área de análisis bursátil de Scotiabank consideró que los proyectos citados están impulsados por un sesgo político y no económico, y que el gobierno busca en la medida de lo posible impulsar el desarrollo del sureste del país, “por lo que este anuncio sería consistente con tales políticas”.
En camino
En sentido contrario las acciones de Ienova que encabeza Tania Ortíz Mena ganaron 1.2% pese a un nuevo retraso en la decisión de inversión en el proyecto Costa Azul ante la falta del permiso de exportación de gas natural licuado, aunque la situación está ligada más bien a la coyuntura sanitaria que frenó innumerables proyectos en todo el mundo; los trámites del proyecto transitan, eso sí a un ritmo más lento, pero la expectativa es contar con la autorización este mismo año. El millonario proyecto permitirá reconvertir una terminal de regasificación de gas natural licuado importado de Estados Unidos a una planta de licuefacción que podrá exportar el energético a los mercados asiáticos y otros países. De hecho la empresa ya tiene firmados contratos de suministro por un plazo de 20 años con diversas compañías.
Solución integral
En apego a la nueva norma de etiquetado, todos los empaques no retornables de las marcas de las embotelladoras que conforman la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) cumplieron en tiempo y forma la disposición que entró en vigor ayer, y al mismo tiempo reiteró su disposición para seguir trabajando de manera conjunta con las autoridades y los propios consumidores y fomentar acciones integrales para atender los problemas de obesidad y sobrepeso, resultado de los diversos estilos de vida y no sólo de la ingesta de determinados productos. La IMCC seguirá trabajando en las acciones para impulsar un país más saludable con la ampliación del portafolio, reducción de la huella calórica, la oferta de una amplia variedad de opciones y porciones, así como la promoción de campañas de información y educación nutrimental.
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