/ miércoles 13 de mayo de 2020

Momento Corporativo | Fundary, apoyar con mucha cautela

La compañía que preside Marcelo de Fuentes quiere apoyar a las pequeñas y medianas empresas con liquidez inmediata, y al mismo tiempo buscar evitar un sobreendeudamiento de sus clientes, una ecuación que pareciera difícil de lograr. Sin embargo, la empresa de tecnología financiera que nació en 2016 con un modelo de financiamiento colectivo respondió de inmediato a la contingencia sanitaria: ofreció a sus clientes la opción de pasar de corto a largo plazo sus créditos, y aceptar el prepago sin penalización y de manera simultánea activar una nueva línea, equivalente a 40% de la que se liquidó, pero a una menor tasa, y el monto se normalizará en cuanto se supere por completo la contingencia. La colocación de créditos de Fundary suma cerca de 100 millones de pesos; una base de más de 70 clientes que en su gran mayoría pertenecen al sector servicios; los prestámos van de 50 mil a 10 millones de pesos a plazos de uno hasta 24 meses; y con un esquema de tasas decrecientes dependiendo del comportamiento del cliente que inicia en 36% y puede bajar hasta 20%. El objetivo original para este año es colocar hasta 230 millones de pesos, pero ante la contingencia, un proceso más riguroso de aprobación, y la disminución temporal del monto de los prestámos la meta podría no lograrse.

Lecciones bancarias

Ante la contingencia por el coronavirus, la consultoria española Latinia Intelligentia que dirige Oriol Ross, apresuró su estudio anual sobre las tendencias del sector bancario en América Latina para considerar los efectos del coronavirus en este sector tan relevante en los consumidores, los clientes y las propias instituciones. Y así fue como surgió “10 lecciones del Covid-19 que transforman la banca”, las mismas que son muy marcadas en los bancos que operan en México, que tuvieron una rápida reacción para reforzar sus canales digitales por las medidas de aislamiento, aunque hubo una falta de anticipación para atender a clientes cuando presentaron sus programas de apoyo por la saturación de canales como internet o teléfono; y la colaboración entre diversas instituciones bancarias para apoyar iniciativas del gobierno federal. Y entre las lecciones más relevantes para la banca de la región está el cierre de las sucursales que supone el punto final para una época, pero este nuevo modelo de trabajo a su vez, exige a las entidades buscar alternativas para generar la misma confianza que tenían con el negocio físico; el fraude electrónico encontró en la cuarentena el escenario perfecto para actuar, con mucho mayor impacto en los segmentos que cuentan con menor educación financiera y suelen ser más susceptibles; el debate sobre el dinero en efectivo ya estaba dado, pero el virus lo acrecentó al representar un fuente potencial de transmisión; y la forma como el banco actúe en estos meses será recordada por el cliente durante muchos años.

La compañía que preside Marcelo de Fuentes quiere apoyar a las pequeñas y medianas empresas con liquidez inmediata, y al mismo tiempo buscar evitar un sobreendeudamiento de sus clientes, una ecuación que pareciera difícil de lograr. Sin embargo, la empresa de tecnología financiera que nació en 2016 con un modelo de financiamiento colectivo respondió de inmediato a la contingencia sanitaria: ofreció a sus clientes la opción de pasar de corto a largo plazo sus créditos, y aceptar el prepago sin penalización y de manera simultánea activar una nueva línea, equivalente a 40% de la que se liquidó, pero a una menor tasa, y el monto se normalizará en cuanto se supere por completo la contingencia. La colocación de créditos de Fundary suma cerca de 100 millones de pesos; una base de más de 70 clientes que en su gran mayoría pertenecen al sector servicios; los prestámos van de 50 mil a 10 millones de pesos a plazos de uno hasta 24 meses; y con un esquema de tasas decrecientes dependiendo del comportamiento del cliente que inicia en 36% y puede bajar hasta 20%. El objetivo original para este año es colocar hasta 230 millones de pesos, pero ante la contingencia, un proceso más riguroso de aprobación, y la disminución temporal del monto de los prestámos la meta podría no lograrse.

Lecciones bancarias

Ante la contingencia por el coronavirus, la consultoria española Latinia Intelligentia que dirige Oriol Ross, apresuró su estudio anual sobre las tendencias del sector bancario en América Latina para considerar los efectos del coronavirus en este sector tan relevante en los consumidores, los clientes y las propias instituciones. Y así fue como surgió “10 lecciones del Covid-19 que transforman la banca”, las mismas que son muy marcadas en los bancos que operan en México, que tuvieron una rápida reacción para reforzar sus canales digitales por las medidas de aislamiento, aunque hubo una falta de anticipación para atender a clientes cuando presentaron sus programas de apoyo por la saturación de canales como internet o teléfono; y la colaboración entre diversas instituciones bancarias para apoyar iniciativas del gobierno federal. Y entre las lecciones más relevantes para la banca de la región está el cierre de las sucursales que supone el punto final para una época, pero este nuevo modelo de trabajo a su vez, exige a las entidades buscar alternativas para generar la misma confianza que tenían con el negocio físico; el fraude electrónico encontró en la cuarentena el escenario perfecto para actuar, con mucho mayor impacto en los segmentos que cuentan con menor educación financiera y suelen ser más susceptibles; el debate sobre el dinero en efectivo ya estaba dado, pero el virus lo acrecentó al representar un fuente potencial de transmisión; y la forma como el banco actúe en estos meses será recordada por el cliente durante muchos años.