/ miércoles 20 de julio de 2022

Momento Corporativo | GM, fuerte apuesta eléctrica en México

La decisión de General Motors Company de elegir a México como centro de producción de su modelo Chevrolet Blazer EV, aunque se esperaba debido a la inversión que anunció la compañía en su complejo de Ramos Arizpe desde el año pasado ya había trazado el camino para que las instalaciones pudieran reconvertirse para la producción de autos eléctricos y autónomos, no deja de ser relevante en el contexto global y nacional. Primero porque GM que preside Mary Barra, y que dará a conocer sus resultados del segundo trimestre el próximo 26 de julio, mantiene firme su plan de llegar al año 2035 vendiendo solo autos cero emisiones, y convertirse en carbono neutral en 2040. La meta, considerada como la más ambiciosa en el sector automotriz, y los primeros lanzamientos de los 30 modelos que lanzará para 2025, permiten tomar ventaja de la creciente competencia, incluso muchos consideran que Chevrolet Blazer EV, es un competidor firme y directo de Tesla. El segundo elemento es que el sector automotriz sigue siendo muy relevante para México en el contexto del TMEC, y es que más allá de las secuelas de la pandemia, como la caída del mercado y el desabasto de microprocesadores, la decisión de General Motors es muy positiva porque confirma que México está en camino de consolidarse como un punto de referencia productivo para la nueva era eléctrica de la industria automotriz global.

De hecho, la semana pasada Nemak que preside Armando Tamez, informó que en el segundo trimestre sumó contratos de proveeduría para la fabricación de autos eléctricos para alcanzar mil 530 millones de dólares en términos anuales, que le permitirá alcanzar más rápido la meta de contratos por 2 mil millones de dólares para el año 2025 en componentes y partes estructurales para autos eléctricos, un segmento cada vez más prometedor para la compañía con sede en Monterrey, así como para otros proveedores de la industria. Y luego había que sumar al resto de las marcas automotrices globales con presencia en México que también están en la carrera eléctrica.

Mal presagio

Sin duda, la disidencia de la Cooperativa La Cruz Azul encabezada por José A. Marín y Víctor M. Velázquez no tiene llenadera. Después de tomar, de manera ilegal, gran parte de la administración de esta, no han dejado de amedrentar e intimidar a los trabajadores de la planta de Hidalgo. Su objetivo es adueñarse de la misma. Y es que ahora, luego de tres intentos por tener el control de esta -el último de estos, en abril, el más violento, que ocasionó la pérdida de 8 personas-, circulan versiones de que en los próximos días se prepara un nuevo asalto. Sería deseable que las autoridades estatales brinden apoyo a los trabajadores que desde hace un par de años viven en la zozobra tras ser despojados de una parte de su patrimonio, el cual les llevó muchos años construir. ¿Será mucho pedir al gobernador saliente Omar Fayad?

La decisión de General Motors Company de elegir a México como centro de producción de su modelo Chevrolet Blazer EV, aunque se esperaba debido a la inversión que anunció la compañía en su complejo de Ramos Arizpe desde el año pasado ya había trazado el camino para que las instalaciones pudieran reconvertirse para la producción de autos eléctricos y autónomos, no deja de ser relevante en el contexto global y nacional. Primero porque GM que preside Mary Barra, y que dará a conocer sus resultados del segundo trimestre el próximo 26 de julio, mantiene firme su plan de llegar al año 2035 vendiendo solo autos cero emisiones, y convertirse en carbono neutral en 2040. La meta, considerada como la más ambiciosa en el sector automotriz, y los primeros lanzamientos de los 30 modelos que lanzará para 2025, permiten tomar ventaja de la creciente competencia, incluso muchos consideran que Chevrolet Blazer EV, es un competidor firme y directo de Tesla. El segundo elemento es que el sector automotriz sigue siendo muy relevante para México en el contexto del TMEC, y es que más allá de las secuelas de la pandemia, como la caída del mercado y el desabasto de microprocesadores, la decisión de General Motors es muy positiva porque confirma que México está en camino de consolidarse como un punto de referencia productivo para la nueva era eléctrica de la industria automotriz global.

De hecho, la semana pasada Nemak que preside Armando Tamez, informó que en el segundo trimestre sumó contratos de proveeduría para la fabricación de autos eléctricos para alcanzar mil 530 millones de dólares en términos anuales, que le permitirá alcanzar más rápido la meta de contratos por 2 mil millones de dólares para el año 2025 en componentes y partes estructurales para autos eléctricos, un segmento cada vez más prometedor para la compañía con sede en Monterrey, así como para otros proveedores de la industria. Y luego había que sumar al resto de las marcas automotrices globales con presencia en México que también están en la carrera eléctrica.

Mal presagio

Sin duda, la disidencia de la Cooperativa La Cruz Azul encabezada por José A. Marín y Víctor M. Velázquez no tiene llenadera. Después de tomar, de manera ilegal, gran parte de la administración de esta, no han dejado de amedrentar e intimidar a los trabajadores de la planta de Hidalgo. Su objetivo es adueñarse de la misma. Y es que ahora, luego de tres intentos por tener el control de esta -el último de estos, en abril, el más violento, que ocasionó la pérdida de 8 personas-, circulan versiones de que en los próximos días se prepara un nuevo asalto. Sería deseable que las autoridades estatales brinden apoyo a los trabajadores que desde hace un par de años viven en la zozobra tras ser despojados de una parte de su patrimonio, el cual les llevó muchos años construir. ¿Será mucho pedir al gobernador saliente Omar Fayad?