Florence Nightingale nació en Florencia el 12 de mayo de 1820. Es considerada como la madre de la enfermería moderna. Ella y su hermana fueron educadas por una institutriz; posteriormente lo hizo su padre. Sus lecciones estaban llenas de autores clásicos: Euclides, Aristóteles y la Biblia. Ella deseaba estudiar matemáticas; sin embargo, sus padres se negaron, ya que esta materia no era adecuada para una mujer. Finalmente, después de muchas súplicas logró convencerlos. Se convirtió en una de las alumnas más destacadas de James Joseph Sylvester, uno de los matemáticos más importantes de la época.
Florence también se interesó por temas sociales, específicamente el trabajo en los hospitales. De nueva cuenta su familia se negó. En 1849 la joven viajó por Europa y Egipto, donde tuvo la oportunidad de conocer los distintos modelos hospitalarios. En 1850 comenzó a entrenarse como enfermera en el Instituto de San Vicente de Paul en Alejandría, Egipto, viajó a distintas ciudades como parte de su preparación.
En la Guerra de Crimea, Florence estuvo a cargo de un grupo de 38 enfermeras que se enviaron al campo de batalla para atender a los heridos, fue la primera vez que se enviaban mujeres. Su desempeño fue impresionante: ese pequeño grupo logró atender a más de 5 mil soldados. La llamaron “la dama de la lámpara”, ya que pasaba las noches en vela, iluminada solo con un pequeño farolillo para cuidar a los enfermos. Florenace también fue una gran estadista, fue pionera de la representación visual de la información, es decir, del uso de las gráficas. Envió a la reina Victoria diagramas donde se mostraba las causas de la mortalidad de los soldados. Falleció en 1910 a causa de una enfermedad que la postró en cama. El día internacional de la enfermera se celebraba en la fecha de su nacimiento.
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La llamaron “la dama de la lámpara”, ya que pasaba las noches en vela, iluminada solo con un pequeño farolillo para cuidar a los enfermos.
