/ martes 15 de junio de 2021

Mujeres que saben latín | Nunca se es demasiado joven

Malala Yousafzai nació en una aldea pakistaní, en Mingora, el 12 de julio de 1997. Durante su niñez fue muy aplicaba, le encantaba asistir a clases; su padre, Ziauddin era profesor de un colegio solo para niñas, él le inculcó el amor al conocimiento.

En 2008, los talibanes tomaron control de la zona, este grupo radical prohibió la educación de las niñas.

La inconformidad de Malala la condujo a realizar acciones que rayaron en la imprudencia: se vistió de niño para seguir asistiendo al colegio e incluso puso en riesgo su vida y la de sus padres al escribir un blog para la BBC en el que describió cómo cambió la vida de los habitantes del Valle de Swat tras la llegada de los talibanes, así como sus estrictas reglas. Mala utilizó el seudónimo Gul Makai. En ese entonces la pequeña escritora tenía 11 años.

La valentía de Malala crecía conforme escribía su blog. En 2009 dejó a un lado el anonimato y dio un discurso en contra de la prohibición de la educación para las niñas. Malala se puso en el centro del huracán, el 9 de octubre de 2012, mientras viajaba en un autobús, un grupo de talibanes detuvo el vehículo, un terrorista preguntó ¿Quién es Malala? Cuando supo la respuesta le disparó en la parte izquierda de la cabeza. Dos niñas más fueron víctimas de este ataque.

La noticia del atentado se difundió rápidamente por el mundo, Malala fue trasladada a un hospital de Birmingham, Inglaterra. Recibió apoyo de muchas celebridades, entre ellas Barak Obama. Malala tuvo una lenta y exitosa recuperación. Después de eso, los talibanes volvieron a amenazarla, pero eso no la amedrentó: “Ahí supe que tenía dos opciones, vivir una vida callada o seguir luchando con la nueva vida que me habían dado. Lo tenía claro: continuaría con mi lucha hasta que todas las niñas pudieran ir a la escuela”. Su apasionante historia se describe en a autobiografía ‘Yo soy Malala’.

La pequeña escritora creó su propia fundación, Malala fund, desde ahí trabaja para que todas las niñas tengan acceso a la educación. En 2014 se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la supresión de los niños y jóvenes y por su derecho a la educación.

Malala Yousafzai nació en una aldea pakistaní, en Mingora, el 12 de julio de 1997. Durante su niñez fue muy aplicaba, le encantaba asistir a clases; su padre, Ziauddin era profesor de un colegio solo para niñas, él le inculcó el amor al conocimiento.

En 2008, los talibanes tomaron control de la zona, este grupo radical prohibió la educación de las niñas.

La inconformidad de Malala la condujo a realizar acciones que rayaron en la imprudencia: se vistió de niño para seguir asistiendo al colegio e incluso puso en riesgo su vida y la de sus padres al escribir un blog para la BBC en el que describió cómo cambió la vida de los habitantes del Valle de Swat tras la llegada de los talibanes, así como sus estrictas reglas. Mala utilizó el seudónimo Gul Makai. En ese entonces la pequeña escritora tenía 11 años.

La valentía de Malala crecía conforme escribía su blog. En 2009 dejó a un lado el anonimato y dio un discurso en contra de la prohibición de la educación para las niñas. Malala se puso en el centro del huracán, el 9 de octubre de 2012, mientras viajaba en un autobús, un grupo de talibanes detuvo el vehículo, un terrorista preguntó ¿Quién es Malala? Cuando supo la respuesta le disparó en la parte izquierda de la cabeza. Dos niñas más fueron víctimas de este ataque.

La noticia del atentado se difundió rápidamente por el mundo, Malala fue trasladada a un hospital de Birmingham, Inglaterra. Recibió apoyo de muchas celebridades, entre ellas Barak Obama. Malala tuvo una lenta y exitosa recuperación. Después de eso, los talibanes volvieron a amenazarla, pero eso no la amedrentó: “Ahí supe que tenía dos opciones, vivir una vida callada o seguir luchando con la nueva vida que me habían dado. Lo tenía claro: continuaría con mi lucha hasta que todas las niñas pudieran ir a la escuela”. Su apasionante historia se describe en a autobiografía ‘Yo soy Malala’.

La pequeña escritora creó su propia fundación, Malala fund, desde ahí trabaja para que todas las niñas tengan acceso a la educación. En 2014 se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la supresión de los niños y jóvenes y por su derecho a la educación.