Francia Helena Márquez Mina se convertirá, el próximo siete de agosto, en la primera vicepresidenta de Colombia de origen afro.
Nació en la vereda de Yolombó en el departamento del Cauca el primero de junio de 1981. Sus orígenes son muy humildes, los padres eran campesinos y obreros. Se convirtió en madre cuando era una adolescente, por esta razón comenzó a trabajar como minera de oro y también se dedicó al servicio doméstico.
En 1991 Márquez comenzó con su activismo ambiental realizando los estudios de impacto del megaproyecto de desviación del Río Ovejas.
En el 2009 se opuso a la explotación minera indiscriminada. Para 2014 lideró la “Marcha de los Turbantes” en la que participaron cerca de 70 mujeres afrodescendientes que recorrieron más de 600 kilómetros a pie con el objetivo de que el gobierno reconociera como territorios ancestrales a las comunidades negras.
En 2015 recibió el Premio Nacional de la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia. Tres años después fue galardonada con el Nobel del Medio Ambiente, el Premio Goldman. En marzo de este año obtuvo 780 mil votos para obtener la candidatura a la presidencia en la coalición política colombiana llamada “Pacto Histórico”, quedó en segundo lugar, solo después de Gustavo Petro, quien la invitó a formar parte de su equipo. La CNN llamó a Márquez “revelación electoral”.
Durante su campaña eligió el lema “vivir sabroso” con el que representó la filosofía de vida de los pueblos del pacífico. Se trata de un modelo de organización social, económica, política y cultural; es también parte del léxico de la población. En pocas palabras, se trata de vivir armónicamente con la naturaleza que nos rodea, así como con la comunidad respetando y conservando las tradiciones.
En su discurso de agradecimiento, Márquez prometió trabajar a favor de las mujeres, de la comunidad LGBTTTIQ+ y en defensa de la naturaleza.
