Hablando de medios de comunicación, el pasado viernes 1 de julio, a propósito del Día del Periodista en Tlaxcala, la mandataria estatal convocó a un desayuno a reporteros y directivos.
En Casa Tlaxcala, Cuéllar Cisneros manifestó que quiere lo mejor para este estado, pero que no puede lograrlo sola, por más que trabaje 20 horas al día.
Quienes conocemos la trayectoria política de Cuéllar Cisneros, al menos en las últimas dos décadas, sabemos de su incansable compromiso y entrega por el servicio público, además de su cercanía con los sectores más desfavorecidos.
El mensaje fue claro: apoyo de los medios de comunicación a su labor como gobernante para lograr “una nueva historia en Tlaxcala”.
El mismo viernes, pero por la noche, durante la entrega del Premio Estatal de Periodismo 2022, convocado por la Unión de Periodistas del Estado de Tlaxcala, la titular del Poder Ejecutivo aseguró que su gobierno ofrece mecanismos de protección al gremio, al ser una convencida de que la razón y la verdad prevalecerán sobre la violencia y el miedo.
No solo eso, sino que su gobierno trabaja para que los periodistas tengan garantizada su libertad de expresión, el derecho de audiencia y respeto irrestricto de los derechos humanos, además de respaldo si llegaran a ver amenazada su integridad a causa del ejercicio de su profesión.
Su postura, sin duda, resulta de avanzada, a diferencia de anteriores gobiernos estatales en los que se castigaba la crítica de diferentes medios y formas.
Percepción
El gobierno estatal debe redefinir su estrategia si quiere que los tlaxcaltecas perciban que viven en la entidad más segura del país.
Y es que de poco sirve que las cifras oficiales ubiquen a Tlaxcala como el estado con menos delitos del país, si en los hechos la gente percibe un ambiente de inseguridad.
Es claro que los números presentados por parte de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros -a 10 meses de gestión- son positivos en términos cuantitativos.
Sin embargo, al llevarlos a la parte cualitativa, la percepción social revela otra cosa.
Es decir, de poco sirve que en diciembre y mayo pasado Tlaxcala haya tocado el umbral de la entidad con menos delitos, por encima de Yucatán, si cuando se le pregunta a la gente si se siente segura en su entorno, la ciudadanía contesta inmediatamente que no.
Las encuestas Ensu y Envipe, que aplica el INEGI cada tres meses y de manera anual, respectivamente, revelan que el sentir de la gente es contrario a los números presentados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Para que quede claro: el gobierno de la “nueva historia” requiere conectar los números con la percepción, lo que implica un trabajo arduo con la sociedad civil, entre ellos los medios de comunicación.
0 y van 4
Aún no llegan las fiestas decembrinas y en Chiautempan el presidente municipal Gustavo Jiménez no para de dar palos de ciego.
Tan es así que esta semana asumió el cargo Dora Alicia Pino Hermosillo como la cuarta titular de la Tesorería Municipal, después de Ángel Lima Tecpa, Erika Carrasco Águila y Rocío Castillo Rodríguez.
Para quienes no recuerden a Alicia Pino, se trata de la extesorera en el gobierno panista de Jorge Luis Vázquez, en Apizaco, quien después brincó al PRI para ser funcionario estatal con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.
No se lo digan a nadie porque es secreto, pero en la alcaldía chiautempense ya se arman quinielas para apostar cuántas semanas durará en el cargo la nueva responsable de las arcas municipales.
Y ya que hablamos de funcionarios con pasado priista, en el área de Comunicación Social del gobierno morenista asumió el cargo José Miguel Meneses Pérez, cuya capacidad profesional no está en duda.
