/ lunes 17 de junio de 2019

NADA PERSONAL

“Nos están matando”

El llanto fue inevitable para policías de Tetla al ver en un féretro el cuerpo de su compañero Cristóbal N.

“Nos están matando y no tenemos cómo defendernos”, expresó uno de ellos con impotencia durante el homenaje póstumo al oficial caído el pasado lunes.

En respuesta, otro efectivo afirmó que hoy la ciudadanía común y los grupos de delincuentes portan armas que ya quisieran tener ellos para el desempeño de sus funciones.

La breve conversación se resume en que al momento de acudir Cristóbal N. a brindar auxilio a un domicilio en el que se registró un pleito familiar, no iba armado.

El motivo: el trámite para su portación de arma de fuego está detenido desde principios de año en la Comisión Estatal de Seguridad, junto con otro grupo de policías.

Si el efectivo hubiera ido armado posiblemente la historia sería distinta y no habría dejado huérfanos a sus dos hijos, un varón y una niña de cinco y tres años de edad, pero como dice la vox populi “el hubiera no existe”. Hoy Cristóbal N. está muerto y su nombre se suma a la lista de oficiales que han perdido la vida al encontrarse en el cumplimiento de su deber.

¿Y los apoyos?

Por cierto, en abril de 2018, a raíz de la muerte de los policías de Zacatelco Maurilio N. y Osvaldo N., en un enfrentamiento con huachicoleros en El Carmen Aztama, el gobernador Marco Antonio Mena anunció drásticas medidas para sancionar hasta con 70 años de prisión a quien mate a un policía, además de un Fondo de Atención de las familias de policías caídos, que incluye una beca para cada hijo menor hasta que cumpla 18 años.

Empero, hasta hoy poco se sabe de dicho fondo y son mínimas las detenciones de asesinos de policías, comparados con el número de casos registrados.

A manera de recordatorio, en marzo de 2017 murieron al ser emboscados Alfonso N. y César N., policías de Tequexquitla; en abril de 2018 los dos citados policías de Zacatelco y en noviembre de ese mismo año el oficial Bladimir N., en un tiroteo en Tequexquitla para evitar el robo a un tractocamión.

A ellos se suman los nombres de Eleazar N. y Ocotlán N., fallecidos a principios de marzo de este año al ser atacados a balazos en el municipio de Quilehtla; un mes después vino el sonado caso de la privación ilegal de la libertad y asesinato del director de la policía de Tequexquitla, Humberto N. y en lo que va de junio dos policías fallecidos, Sofía N., Agente de Investigación de la Fiscalía General de la República y Cristóbal N.

De que los asesinos hayan sido capturados solo se sabe en dos casos, pero se desconoce su sentencia, mientras que de los apoyos a sus familias nada se sabe.

La labor del policía no es nada fácil y aquí vale la pena que la autoridad no vea como solución contratar más elementos, sino primero dignificar la labor de los que ya tiene con capacitación, más y mejor armamento, así como salarios dignos.

¡Uy!

En Chiautempan está demostrado que el alcalde, Héctor Domínguez Rugerio, es como un niño caprichoso que siempre se sale con la suya.

Pero como en toda regla, existen excepciones, y en días pasados recibió una llamada telefónica en la que le ordenaron hacer una corrida de toros durante la feria venidera.

La llamada fue ni más ni menos que de Mariano González Aguirre, a quien Héctor Domínguez ve como su “padrino” y pide ayuda cada que se mete en problemas de tinte político o para cabildear con diputados que le aprueben su cuenta pública.

El hecho es que el hijo del exgobernador González Zarur le dio instrucciones para que contrate una plaza de toros portátil y le compre seis toros a su ganadería, “La Soledad”, para que el 27 de julio partan plaza sus amigos Alejandro Martínez Vertiz y Ernesto Javier “Calita”, dos toreros totalmente desconocidos.

El detalle no solo es ese, sino que ese mismo día el municipio de Altzayanca también tiene su corrida de feria y, pese a ser un municipio con menor población, presupuesto y vida comercial activa, tiene en su cartel a figuras consagradas como Octavio García “El Payo” y Sergio Flores, triunfadores de cosos como la Plaza México.

Sin duda Chiautempan merece más en todos los sentidos, y si se habla de la fiesta de los toros, también lo merece, por lo que con ese raquítico cartel el gobierno de Héctor Domínguez una vez más deja mucho que desear, sobre todo si comparamos anteriores corridas organizadas por los exalcaldes Antonio Mendoza Romero y Ángel Meneses Barbosa.

Por cierto ¿dónde está el trabajo de Luis Mariano Andalco como director del Instituto Taurino de Tlaxcala? Pues en este caso es evidente que no fue tomado en cuenta.

  • moisoltlax33@gmail.comv

“Nos están matando”

El llanto fue inevitable para policías de Tetla al ver en un féretro el cuerpo de su compañero Cristóbal N.

“Nos están matando y no tenemos cómo defendernos”, expresó uno de ellos con impotencia durante el homenaje póstumo al oficial caído el pasado lunes.

En respuesta, otro efectivo afirmó que hoy la ciudadanía común y los grupos de delincuentes portan armas que ya quisieran tener ellos para el desempeño de sus funciones.

La breve conversación se resume en que al momento de acudir Cristóbal N. a brindar auxilio a un domicilio en el que se registró un pleito familiar, no iba armado.

El motivo: el trámite para su portación de arma de fuego está detenido desde principios de año en la Comisión Estatal de Seguridad, junto con otro grupo de policías.

Si el efectivo hubiera ido armado posiblemente la historia sería distinta y no habría dejado huérfanos a sus dos hijos, un varón y una niña de cinco y tres años de edad, pero como dice la vox populi “el hubiera no existe”. Hoy Cristóbal N. está muerto y su nombre se suma a la lista de oficiales que han perdido la vida al encontrarse en el cumplimiento de su deber.

¿Y los apoyos?

Por cierto, en abril de 2018, a raíz de la muerte de los policías de Zacatelco Maurilio N. y Osvaldo N., en un enfrentamiento con huachicoleros en El Carmen Aztama, el gobernador Marco Antonio Mena anunció drásticas medidas para sancionar hasta con 70 años de prisión a quien mate a un policía, además de un Fondo de Atención de las familias de policías caídos, que incluye una beca para cada hijo menor hasta que cumpla 18 años.

Empero, hasta hoy poco se sabe de dicho fondo y son mínimas las detenciones de asesinos de policías, comparados con el número de casos registrados.

A manera de recordatorio, en marzo de 2017 murieron al ser emboscados Alfonso N. y César N., policías de Tequexquitla; en abril de 2018 los dos citados policías de Zacatelco y en noviembre de ese mismo año el oficial Bladimir N., en un tiroteo en Tequexquitla para evitar el robo a un tractocamión.

A ellos se suman los nombres de Eleazar N. y Ocotlán N., fallecidos a principios de marzo de este año al ser atacados a balazos en el municipio de Quilehtla; un mes después vino el sonado caso de la privación ilegal de la libertad y asesinato del director de la policía de Tequexquitla, Humberto N. y en lo que va de junio dos policías fallecidos, Sofía N., Agente de Investigación de la Fiscalía General de la República y Cristóbal N.

De que los asesinos hayan sido capturados solo se sabe en dos casos, pero se desconoce su sentencia, mientras que de los apoyos a sus familias nada se sabe.

La labor del policía no es nada fácil y aquí vale la pena que la autoridad no vea como solución contratar más elementos, sino primero dignificar la labor de los que ya tiene con capacitación, más y mejor armamento, así como salarios dignos.

¡Uy!

En Chiautempan está demostrado que el alcalde, Héctor Domínguez Rugerio, es como un niño caprichoso que siempre se sale con la suya.

Pero como en toda regla, existen excepciones, y en días pasados recibió una llamada telefónica en la que le ordenaron hacer una corrida de toros durante la feria venidera.

La llamada fue ni más ni menos que de Mariano González Aguirre, a quien Héctor Domínguez ve como su “padrino” y pide ayuda cada que se mete en problemas de tinte político o para cabildear con diputados que le aprueben su cuenta pública.

El hecho es que el hijo del exgobernador González Zarur le dio instrucciones para que contrate una plaza de toros portátil y le compre seis toros a su ganadería, “La Soledad”, para que el 27 de julio partan plaza sus amigos Alejandro Martínez Vertiz y Ernesto Javier “Calita”, dos toreros totalmente desconocidos.

El detalle no solo es ese, sino que ese mismo día el municipio de Altzayanca también tiene su corrida de feria y, pese a ser un municipio con menor población, presupuesto y vida comercial activa, tiene en su cartel a figuras consagradas como Octavio García “El Payo” y Sergio Flores, triunfadores de cosos como la Plaza México.

Sin duda Chiautempan merece más en todos los sentidos, y si se habla de la fiesta de los toros, también lo merece, por lo que con ese raquítico cartel el gobierno de Héctor Domínguez una vez más deja mucho que desear, sobre todo si comparamos anteriores corridas organizadas por los exalcaldes Antonio Mendoza Romero y Ángel Meneses Barbosa.

Por cierto ¿dónde está el trabajo de Luis Mariano Andalco como director del Instituto Taurino de Tlaxcala? Pues en este caso es evidente que no fue tomado en cuenta.

  • moisoltlax33@gmail.comv