/ lunes 1 de julio de 2019

NADA PERSONAL

Opacos


Si ustedes creían que el PRI y Morena son totalmente distintos les tengo malas noticias, son completamente idénticos, o al menos así lo demuestran cuando de ser transparentes se trata.

El año pasado, en medio de la pugna por la presidencia de México y los escaños del Congreso de la Unión, ambos partidos políticos asumieron a la transparencia y a la rendición de cuentas como unas de sus principales banderas con tal de ganar votos.

Pero una vez culminado el proceso electoral del 1 de julio de 2018, Morena se olvidó de ese discurso a tal grado que la semana pasada el Instituto Nacional Electoral determinó como fundadas tres quejas del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales en contra del partido de Andrés Manuel López Obrador “por el incumplimiento de diversas obligaciones en materia de transparencia y acceso a la información pública” y estableció sanciones por 241 mil 800 pesos.

En tanto, el vapuleado PRI no se cansa en demostrar que su principal interés siempre ha sido el poder por el poder y ahora que a nivel federal dejó de ser gobierno, no fomenta la transparencia desde los pocos escaños que tiene en el Congreso de la Unión o las gubernaturas o alcaldías que todavía conserva.

Caso Tlaxcala

Lo anterior viene a colación porque una situación similar se vive en los comités estatales de Morena y lo que queda del PRI en Tlaxcala.

El pasado 5 de junio el senador suplente con funciones de propietario y Coordinador del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, Joel Molina Ramírez, envió un oficio de cinco hojas a la presidenta del Instituto de Transparencia de Tlaxcala, Marlene Alonso Meneses, en el que –entre muchas otras cosas- cuestiona su cargo como titular de ese órgano y critica la forma en que se llevó a cabo la verificación virtual anual con tal de defender su opacidad.

Por su parte, la cabeza visible del PRI (que no es lo mismo que dirigente), Roberto Lima Morales, firmó un oficio con fecha 26 de junio en el que a todas luces se entromete en el conflicto interno entre Alonso Meneses con los comisionados David Cabrera y Francisco Morones, con tal de incumplir sus obligaciones de transparencia.

No solo eso, ese oficio que también consta de cinco hojas y cuya decadente redacción es atribuida a la excomisionada de transparencia y actual secretaria del PRI, Mayra Romero Gaytán, resulta ofensivo al tachar en un apartado a los funcionarios del IAIP-Tlax de ignorantes, al grado de conminarlos a tomar al menos un curso para no caer en errores.

No solo eso, el partido en el gobierno a nivel estatal se atreve a decir que “las dizque inconsistencias detectadas” son apreciaciones personales y subjetivas, con lo que se viola de manera irresponsable la normatividad en materia de transparencia.

Lo que a todas luces desconocen tanto el PRI como Morena es que la transparencia es un derecho humano establecido en la Constitución y no es necesaria una verificación del IAIP-Tlax para que cumplan con ella.

O bien, ambos partidos demuestran que, como dice el refrán: “son la misma gata, pero revolcada” y toman como pretexto el conflicto en el órgano autónomo de transparencia para no garantizar un derecho al que debe tener acceso la sociedad, mismo que está por encima de una presidenta y dos comisionados en pleito.

Feliz Día del Periodista

Porque “para ser periodista hace falta una base cultural importante, mucha práctica y también mucha ética”, como lo expresó alguna vez Gabriel García Márquez, en este 1 de julio envío un solidario abrazo a mis compañeros profesionales de la comunicación que todos los días y sin importar la hora o condiciones adversas a las que se enfrenten, salen de sus casas con el mismo ímpetu de informar a la sociedad hechos verídicos y de actualidad.

mail: moisoltlax33@gmail.com

Opacos


Si ustedes creían que el PRI y Morena son totalmente distintos les tengo malas noticias, son completamente idénticos, o al menos así lo demuestran cuando de ser transparentes se trata.

El año pasado, en medio de la pugna por la presidencia de México y los escaños del Congreso de la Unión, ambos partidos políticos asumieron a la transparencia y a la rendición de cuentas como unas de sus principales banderas con tal de ganar votos.

Pero una vez culminado el proceso electoral del 1 de julio de 2018, Morena se olvidó de ese discurso a tal grado que la semana pasada el Instituto Nacional Electoral determinó como fundadas tres quejas del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales en contra del partido de Andrés Manuel López Obrador “por el incumplimiento de diversas obligaciones en materia de transparencia y acceso a la información pública” y estableció sanciones por 241 mil 800 pesos.

En tanto, el vapuleado PRI no se cansa en demostrar que su principal interés siempre ha sido el poder por el poder y ahora que a nivel federal dejó de ser gobierno, no fomenta la transparencia desde los pocos escaños que tiene en el Congreso de la Unión o las gubernaturas o alcaldías que todavía conserva.

Caso Tlaxcala

Lo anterior viene a colación porque una situación similar se vive en los comités estatales de Morena y lo que queda del PRI en Tlaxcala.

El pasado 5 de junio el senador suplente con funciones de propietario y Coordinador del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, Joel Molina Ramírez, envió un oficio de cinco hojas a la presidenta del Instituto de Transparencia de Tlaxcala, Marlene Alonso Meneses, en el que –entre muchas otras cosas- cuestiona su cargo como titular de ese órgano y critica la forma en que se llevó a cabo la verificación virtual anual con tal de defender su opacidad.

Por su parte, la cabeza visible del PRI (que no es lo mismo que dirigente), Roberto Lima Morales, firmó un oficio con fecha 26 de junio en el que a todas luces se entromete en el conflicto interno entre Alonso Meneses con los comisionados David Cabrera y Francisco Morones, con tal de incumplir sus obligaciones de transparencia.

No solo eso, ese oficio que también consta de cinco hojas y cuya decadente redacción es atribuida a la excomisionada de transparencia y actual secretaria del PRI, Mayra Romero Gaytán, resulta ofensivo al tachar en un apartado a los funcionarios del IAIP-Tlax de ignorantes, al grado de conminarlos a tomar al menos un curso para no caer en errores.

No solo eso, el partido en el gobierno a nivel estatal se atreve a decir que “las dizque inconsistencias detectadas” son apreciaciones personales y subjetivas, con lo que se viola de manera irresponsable la normatividad en materia de transparencia.

Lo que a todas luces desconocen tanto el PRI como Morena es que la transparencia es un derecho humano establecido en la Constitución y no es necesaria una verificación del IAIP-Tlax para que cumplan con ella.

O bien, ambos partidos demuestran que, como dice el refrán: “son la misma gata, pero revolcada” y toman como pretexto el conflicto en el órgano autónomo de transparencia para no garantizar un derecho al que debe tener acceso la sociedad, mismo que está por encima de una presidenta y dos comisionados en pleito.

Feliz Día del Periodista

Porque “para ser periodista hace falta una base cultural importante, mucha práctica y también mucha ética”, como lo expresó alguna vez Gabriel García Márquez, en este 1 de julio envío un solidario abrazo a mis compañeros profesionales de la comunicación que todos los días y sin importar la hora o condiciones adversas a las que se enfrenten, salen de sus casas con el mismo ímpetu de informar a la sociedad hechos verídicos y de actualidad.

mail: moisoltlax33@gmail.com