/ lunes 2 de noviembre de 2020

Nada Personal | Cambios

Al concluir octubre se consumó la salida de cuatro directores del gobierno de Chiautempan que tienen aspiraciones políticas rumbo al 2021.

Y como todos los vacíos se llenan, las vacantes que dejaron Guillermo Berruecos, Raymundo Fragoso, Ignacio Angulo y Carlos Escobar, de inmediato fueron ocupadas.

Lo curioso es que en la mayoría de casos esos cargos quedaron en manos de personas que integran el grupo al interior liderado por el secretario del ayuntamiento, Nicolás Gutiérrez.

En Capach quedó el exproveedor de equipo de cómputo y consumibles del gobierno, Liutwal Rodríguez; en Seguridad asumió la titularidad Luis Arcángel Morales; en Servicios Públicos Víctor Escobar, y en la Dirección de Ingresos la extitular de Turismo, Verónica Jarillo.

Con tales nombramientos, el secretario del ayuntamiento logra acumular mayor poder del que de por sí ya tenía para hacer y deshacer al interior de ese gobierno.

Tal vez por eso es que en sus noches de farra presume a los cuatro vientos que el mandamás en Chiautempan es él y no su compadre Héctor Domínguez.

Por cierto, llama la atención que en el caso de Carlos Escobar solo haya solicitado licencia al cargo y no presentara su renuncia como los otros tres exdirectores, situación que lo deja mal parado ante el electorado que quiere seducir y conquistar con su carismática sonrisa.

Y es que Escobar lleva por dentro muchos pecados, como su evidente y acelerada acumulación de riqueza económica y bienes.

En el caso de Luis Arcángel Morales, su nombramiento no fue bien recibido por la mayoría de policías, aunque quienes se alegraron fueron los de su círculo cerrado con los que opera el “pago de piso” a unidades de transporte público.

Para quien no lo recuerde, se trata del expolicía estatal que al ingresar a Chiautempan como subdirector de Seguridad ha sido acusado de muchas irregularidades, entre ellas el presunto encubrimiento a los oficiales Zahit P. y Marco Antonio Q., que enfrentan una denuncia penal por violación desde diciembre de 2018 y hasta hoy siguen prófugos.

O como olvidar el caso del vendedor de autos Adán Figueroa, fallecido de un infarto dos días después de ser sometido con violencia por Luis Arcángel y un grupo de policías al acusarlo de “robacoches” la noche del 8 de agosto de 2018, cuando le revisaba el aceite a su propio carro frente a su casa, en la Unidad Habitacional Santa Cruz.

De Verónica Jarillo se sabe poco, pero es ligada al grupo de personas que Nicolás Gutiérrez y Héctor Domínguez usan para cubrir sus negocios personales, mientras que Víctor Escobar es hermano de un cercano compadre del mismo alcalde.

Al concluir octubre se consumó la salida de cuatro directores del gobierno de Chiautempan que tienen aspiraciones políticas rumbo al 2021.

Y como todos los vacíos se llenan, las vacantes que dejaron Guillermo Berruecos, Raymundo Fragoso, Ignacio Angulo y Carlos Escobar, de inmediato fueron ocupadas.

Lo curioso es que en la mayoría de casos esos cargos quedaron en manos de personas que integran el grupo al interior liderado por el secretario del ayuntamiento, Nicolás Gutiérrez.

En Capach quedó el exproveedor de equipo de cómputo y consumibles del gobierno, Liutwal Rodríguez; en Seguridad asumió la titularidad Luis Arcángel Morales; en Servicios Públicos Víctor Escobar, y en la Dirección de Ingresos la extitular de Turismo, Verónica Jarillo.

Con tales nombramientos, el secretario del ayuntamiento logra acumular mayor poder del que de por sí ya tenía para hacer y deshacer al interior de ese gobierno.

Tal vez por eso es que en sus noches de farra presume a los cuatro vientos que el mandamás en Chiautempan es él y no su compadre Héctor Domínguez.

Por cierto, llama la atención que en el caso de Carlos Escobar solo haya solicitado licencia al cargo y no presentara su renuncia como los otros tres exdirectores, situación que lo deja mal parado ante el electorado que quiere seducir y conquistar con su carismática sonrisa.

Y es que Escobar lleva por dentro muchos pecados, como su evidente y acelerada acumulación de riqueza económica y bienes.

En el caso de Luis Arcángel Morales, su nombramiento no fue bien recibido por la mayoría de policías, aunque quienes se alegraron fueron los de su círculo cerrado con los que opera el “pago de piso” a unidades de transporte público.

Para quien no lo recuerde, se trata del expolicía estatal que al ingresar a Chiautempan como subdirector de Seguridad ha sido acusado de muchas irregularidades, entre ellas el presunto encubrimiento a los oficiales Zahit P. y Marco Antonio Q., que enfrentan una denuncia penal por violación desde diciembre de 2018 y hasta hoy siguen prófugos.

O como olvidar el caso del vendedor de autos Adán Figueroa, fallecido de un infarto dos días después de ser sometido con violencia por Luis Arcángel y un grupo de policías al acusarlo de “robacoches” la noche del 8 de agosto de 2018, cuando le revisaba el aceite a su propio carro frente a su casa, en la Unidad Habitacional Santa Cruz.

De Verónica Jarillo se sabe poco, pero es ligada al grupo de personas que Nicolás Gutiérrez y Héctor Domínguez usan para cubrir sus negocios personales, mientras que Víctor Escobar es hermano de un cercano compadre del mismo alcalde.