/ lunes 4 de enero de 2021

Nada Personal | Carta a Reyes Magos

Aunque usted no lo crea ya es 4 de enero y, así como pinta este año electoral, durante 2021 se sentirá que los días pasarán más rápido a como ocurrió en el inolvidable 2020. Con todo y que la pandemia por Covid-19 complicó todo, hay quienes creen que se portaron bien y, a la víspera del 6 de enero, ya enviaron sus cartitas a los Reyes Magos.

Lorena Cuéllar ya pidió a Melchor, Gaspar y Baltazar una gran bola de estambre para hacer los amarres suficientes que le ayuden a ganar la gubernatura.

Anabell Ávalos Zempoalteca quiere una enorme red para pescar todo lo que caiga y sumarlos a su proyecto rumbo al Ejecutivo, sin importar ideología o espacio a ceder. La diputada Adriana Dávila, sencilla como es, pidió una nueva silla para su reelección como diputada federal pluri, o al menos ser presidenta nacional del PAN. La empresaria Dulce María Silva pidió una alfombra mágica para salir volando de Tlaxcala, ahora que se quedó con las ganas de ser candidata al gobierno estatal.

La senadora Ana Lilia Rivera fue más modesta al pedir a los Reyes Magos un poco de credibilidad y seriedad en sus acuerdos, pues nadie se come su cuento de que lucha por la democracia del país. Minerva Hernández no quiere regalo, solo desea le devuelven lo robado de su domicilio en octubre pasado.

El gobernador Marco Mena pidió una alcancía para tener los ahorros suficientes que le permitan entregar, sin excusa ni pretexto, las magnas obras que anunció antes de que su administración concluya, entre ellas el nuevo Hospital General de Tlaxcala.

Los 25 diputados por fin se pusieron de acuerdo y como obsequio pidieron un curso Webinar para aprender, de una vez por todas, cuál es la función específica de un legislador. Al presidente del Poder Judicial, Fernando Bernal, no le traerán nada porque su regalo se lo dieron por adelantado en el Congreso al no ratificar a la magistrada Rebeca Xicohténcatl. Mientras que la depuesta magistrada pidió una rueda de la fortuna, para no olvidar la importancia de estar unas veces arriba y otras abajo. La nueva alcaldesa capitalina, Mildred Vergara, pidió a los Reyes Magos que la iluminen para saber cómo cumplir en 8 meses los proyectos de la Ciclovía, las prometidas obras en el Centro Histórico y los nuevos mercados de La Loma y el de Artesanos.

Julio Hernández, alcalde de Apizaco, puso en su zapato una carta con un solo deseo: que los partidos aliados al PAN no simulen y lo ayuden a convertirse en diputado federal. Juan Carlos Sánchez pidió un bote de Omega 3 porque ya se le acabaron las ideas para su campaña proselitista como abanderado de RSP.

Los consejeros del ITE solo piden que la vacuna contra Covid-19 sea suministrada lo más pronto posible y así el proceso electoral no esté en riesgo. El secretario de Salud, René Lima, pidió una caja fuerte para que las vacunas se apliquen a quien en verdad la necesita y no a influyentes ni a políticos. Y José Antonio Ramírez, de Protección Civil Estatal, pide que la gente de una vez por todas tome en serio la pandemia y no atiborren los bares y restaurantes. como si nada pasara.

Aunque usted no lo crea ya es 4 de enero y, así como pinta este año electoral, durante 2021 se sentirá que los días pasarán más rápido a como ocurrió en el inolvidable 2020. Con todo y que la pandemia por Covid-19 complicó todo, hay quienes creen que se portaron bien y, a la víspera del 6 de enero, ya enviaron sus cartitas a los Reyes Magos.

Lorena Cuéllar ya pidió a Melchor, Gaspar y Baltazar una gran bola de estambre para hacer los amarres suficientes que le ayuden a ganar la gubernatura.

Anabell Ávalos Zempoalteca quiere una enorme red para pescar todo lo que caiga y sumarlos a su proyecto rumbo al Ejecutivo, sin importar ideología o espacio a ceder. La diputada Adriana Dávila, sencilla como es, pidió una nueva silla para su reelección como diputada federal pluri, o al menos ser presidenta nacional del PAN. La empresaria Dulce María Silva pidió una alfombra mágica para salir volando de Tlaxcala, ahora que se quedó con las ganas de ser candidata al gobierno estatal.

La senadora Ana Lilia Rivera fue más modesta al pedir a los Reyes Magos un poco de credibilidad y seriedad en sus acuerdos, pues nadie se come su cuento de que lucha por la democracia del país. Minerva Hernández no quiere regalo, solo desea le devuelven lo robado de su domicilio en octubre pasado.

El gobernador Marco Mena pidió una alcancía para tener los ahorros suficientes que le permitan entregar, sin excusa ni pretexto, las magnas obras que anunció antes de que su administración concluya, entre ellas el nuevo Hospital General de Tlaxcala.

Los 25 diputados por fin se pusieron de acuerdo y como obsequio pidieron un curso Webinar para aprender, de una vez por todas, cuál es la función específica de un legislador. Al presidente del Poder Judicial, Fernando Bernal, no le traerán nada porque su regalo se lo dieron por adelantado en el Congreso al no ratificar a la magistrada Rebeca Xicohténcatl. Mientras que la depuesta magistrada pidió una rueda de la fortuna, para no olvidar la importancia de estar unas veces arriba y otras abajo. La nueva alcaldesa capitalina, Mildred Vergara, pidió a los Reyes Magos que la iluminen para saber cómo cumplir en 8 meses los proyectos de la Ciclovía, las prometidas obras en el Centro Histórico y los nuevos mercados de La Loma y el de Artesanos.

Julio Hernández, alcalde de Apizaco, puso en su zapato una carta con un solo deseo: que los partidos aliados al PAN no simulen y lo ayuden a convertirse en diputado federal. Juan Carlos Sánchez pidió un bote de Omega 3 porque ya se le acabaron las ideas para su campaña proselitista como abanderado de RSP.

Los consejeros del ITE solo piden que la vacuna contra Covid-19 sea suministrada lo más pronto posible y así el proceso electoral no esté en riesgo. El secretario de Salud, René Lima, pidió una caja fuerte para que las vacunas se apliquen a quien en verdad la necesita y no a influyentes ni a políticos. Y José Antonio Ramírez, de Protección Civil Estatal, pide que la gente de una vez por todas tome en serio la pandemia y no atiborren los bares y restaurantes. como si nada pasara.