/ lunes 2 de agosto de 2021

Nada Personal | Consulta

El escritor francés Víctor Hugo pronunció alguna vez: “entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay cierta complicidad vergonzosa”. Y así se resume la consulta popular 2021 para enjuiciar a expresidentes.

Es cierto, muchas decisiones tomadas por los últimos cinco expresidentes de México -humanos al fin- no fueron las mejores para la Nación, como tampoco lo son ahora otras tantas decisiones tomadas por el actual gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador.

Más allá de los resultados que arroje la participación ciudadana del 1 de agosto, es necesario que los mexicanos veamos este ejercicio democrático desde una perspectiva legal y no política.

Y es que no solo se deben ejercer las acciones pertinentes para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados, sino tampoco perder de vista ni justificar lo que se ha hecho o dejado de hacer por el actual gobierno.

El gran problema de los mexicanos actuales es que no hemos sabido cómo ponernos de acuerdo como sociedad para enfrentar las decisiones de gobierno.

Basta con ingresar a las redes sociales para notar que cuando quienes no pertenecen a Morena se atreven a emitir alguna opinión, o bien critican al gobierno federal actual, de manera instantánea son insultados y, de paso, les preguntan ¿dónde estabas tú cuando el PRIAN gobernaba? Pero ninguno repara en analizar ¿dónde estaba yo cuando ocurrieron tantas atrocidades gubernamentales en el pasado y no me di cuenta de ello?

Como mexicanos deberíamos estar preparados para estar en desacuerdo en muchas cosas, pero nunca pelear por imponer un pensamiento o ideología política.

DEMOCRACIA

Lo que resulta verdaderamente rescatable de la Consulta Popular 2021 es el avance democrático que da al país esta herramienta.

Obviamente a ningún ciudadano le preguntará la autoridad posteriormente si está de acuerdo o no con el resultado de la sentencia, en caso de proceder el enjuiciamiento a expresidentes.

La pregunta específica fue si estás o no de acuerdo en que los investiguen y juzguen, y en un chispazo de suerte pudieran salir inocentes.

Insisto, la consulta es rescatable porque es una herramienta plasmada en la ley, la cual le da el poder al pueblo y robustece su espíritu democrático.

En este caso en específico, no basta con que muchos señalamientos estén tipificados como delitos, sino para devolverle al pueblo el poder soberano que tiene como “patrón” de los gobernantes.

La ley dice que si 40 % del padrón electoral avala someter a juicio a los expresidentes, se convierte en un hecho vinculante para los tres Poderes del Estado.

El Instituto Nacional Electoral fue el responsable de la Consulta que, más allá de si es una faramalla o no, va a servir para dar el siguiente paso en nuestra democracia y evitar el autoritarismo.

LO HIZO

El gobierno de Santa Ana Chiautempan lo hizo. Organizó la feria anual y convocó a la concentración masiva de personas, pese a que los contagios por Covid-19 y decesos han prendido los focos de alerta en el sector salud.

En medio de su desorganización e incongruencia, la administración saliente de Héctor Domínguez Rugerio prefirió inyectarle miles de pesos en la diversión del alcalde y sus funcionarios, quienes en los diferentes eventos estuvieron en primera fila, que invertir esos recursos del pueblo en la reparación de calles.

Como reza la máxima: “Chiautempan recibió a sus visitantes con los baches abiertos” y también con muchas obras inconclusas en calles céntricas de la ciudad.

Durante la pandemia el gobierno de Héctor Domínguez Rugerio -al que ya le resta menos de un mes de gobierno- siempre tuvo otras prioridades y así lo demostró, exponer a su propio personal al contagio y preferir su diversión, en lugar de reparar las innumerables calles llenas de baches.

Por cierto, una notoria ausencia en los eventos de feria de este año, a diferencia de las ediciones anteriores, fue la del secretario del Ayuntamiento de Chiautempan, Nicolás Gutiérrez Decasa, compadre e íntimo amigo del alcalde Domínguez, quien este año no asistió por sufrir contagio de Covid-19 y convalecer en su domicilio. Cosas de la vida.

El escritor francés Víctor Hugo pronunció alguna vez: “entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay cierta complicidad vergonzosa”. Y así se resume la consulta popular 2021 para enjuiciar a expresidentes.

Es cierto, muchas decisiones tomadas por los últimos cinco expresidentes de México -humanos al fin- no fueron las mejores para la Nación, como tampoco lo son ahora otras tantas decisiones tomadas por el actual gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador.

Más allá de los resultados que arroje la participación ciudadana del 1 de agosto, es necesario que los mexicanos veamos este ejercicio democrático desde una perspectiva legal y no política.

Y es que no solo se deben ejercer las acciones pertinentes para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados, sino tampoco perder de vista ni justificar lo que se ha hecho o dejado de hacer por el actual gobierno.

El gran problema de los mexicanos actuales es que no hemos sabido cómo ponernos de acuerdo como sociedad para enfrentar las decisiones de gobierno.

Basta con ingresar a las redes sociales para notar que cuando quienes no pertenecen a Morena se atreven a emitir alguna opinión, o bien critican al gobierno federal actual, de manera instantánea son insultados y, de paso, les preguntan ¿dónde estabas tú cuando el PRIAN gobernaba? Pero ninguno repara en analizar ¿dónde estaba yo cuando ocurrieron tantas atrocidades gubernamentales en el pasado y no me di cuenta de ello?

Como mexicanos deberíamos estar preparados para estar en desacuerdo en muchas cosas, pero nunca pelear por imponer un pensamiento o ideología política.

DEMOCRACIA

Lo que resulta verdaderamente rescatable de la Consulta Popular 2021 es el avance democrático que da al país esta herramienta.

Obviamente a ningún ciudadano le preguntará la autoridad posteriormente si está de acuerdo o no con el resultado de la sentencia, en caso de proceder el enjuiciamiento a expresidentes.

La pregunta específica fue si estás o no de acuerdo en que los investiguen y juzguen, y en un chispazo de suerte pudieran salir inocentes.

Insisto, la consulta es rescatable porque es una herramienta plasmada en la ley, la cual le da el poder al pueblo y robustece su espíritu democrático.

En este caso en específico, no basta con que muchos señalamientos estén tipificados como delitos, sino para devolverle al pueblo el poder soberano que tiene como “patrón” de los gobernantes.

La ley dice que si 40 % del padrón electoral avala someter a juicio a los expresidentes, se convierte en un hecho vinculante para los tres Poderes del Estado.

El Instituto Nacional Electoral fue el responsable de la Consulta que, más allá de si es una faramalla o no, va a servir para dar el siguiente paso en nuestra democracia y evitar el autoritarismo.

LO HIZO

El gobierno de Santa Ana Chiautempan lo hizo. Organizó la feria anual y convocó a la concentración masiva de personas, pese a que los contagios por Covid-19 y decesos han prendido los focos de alerta en el sector salud.

En medio de su desorganización e incongruencia, la administración saliente de Héctor Domínguez Rugerio prefirió inyectarle miles de pesos en la diversión del alcalde y sus funcionarios, quienes en los diferentes eventos estuvieron en primera fila, que invertir esos recursos del pueblo en la reparación de calles.

Como reza la máxima: “Chiautempan recibió a sus visitantes con los baches abiertos” y también con muchas obras inconclusas en calles céntricas de la ciudad.

Durante la pandemia el gobierno de Héctor Domínguez Rugerio -al que ya le resta menos de un mes de gobierno- siempre tuvo otras prioridades y así lo demostró, exponer a su propio personal al contagio y preferir su diversión, en lugar de reparar las innumerables calles llenas de baches.

Por cierto, una notoria ausencia en los eventos de feria de este año, a diferencia de las ediciones anteriores, fue la del secretario del Ayuntamiento de Chiautempan, Nicolás Gutiérrez Decasa, compadre e íntimo amigo del alcalde Domínguez, quien este año no asistió por sufrir contagio de Covid-19 y convalecer en su domicilio. Cosas de la vida.