/ lunes 28 de junio de 2021

Nada Personal | Contradicciones

En una sola frase, el dirigente del partido Movimiento Regeneración Nacional, Mario Delgado, ha sintetizado que: “Morena es un partido que pertenece al pueblo de México; es el instrumento de un movimiento social que es mucho más grande que el partido”.

Y si Morena es un partido “del pueblo”, resulta difícil entender que el presidente electo del municipio de Tlaxcala, Jorge Corichi Fragoso, festejara su triunfo en las instalaciones de uno de los restaurantes más caros de la capital, degustando nada más y nada menos que paella, platillo que -por cierto- no tiene nada que ver con la basta y milenaria gastronomía de la entidad.

Seguramente la idea de celebrar de una forma “FIFI” no fue de él, sino de Raymundo Vázquez Conchas, cuñado de la gobernadora electa Lorena Cuéllar Cisneros y quien a partir del próximo 1 de septiembre asumirá el cargo de Primer Regidor de la comuna capitalina, posición a la que logró colarse tras no lograr la candidatura a la alcaldía y negociar su futuro político con Corichi Fragoso.

Al lograr más del 33 % de los sufragios emitidos en la demarcación capitalina y con ello convertirse en el triunfador indiscutible de la contienda, dejando muy lejos a políticos con “colmillo retorcido” como Claudia Pérez, Anabel Alvarado y Serafín Ortiz, el primer presidente de Morena de la ciudad de Tlaxcala deberá ser cuidadoso en cada decisión, por simple o compleja que parezca, pues a partir de que recibió la constancia de mayoría todos sus actos estarán extremadamente vigilados y cualquier pifia será en detrimento de sus buenas intenciones.

Habrá que estar atentos para ver si los nuevos gobernantes morenistas cumplen no solo con su manda presidencial de “no mentir, no robar y no traicionar” al pueblo, sino también de ser congruentes entre el decir y el hacer, y llevar una conducta que no resulte “aspiracionista”.

ALEVOSÍA Y VENTAJA

Bien dicen que “no hay que hacer cosas buenas que parezcan malas” y viceversa.

Y esto aplica a la perfección a la diputada suplente del Distrito 9, con cabecera en Chiautempan, Yeni Maribel Hernández Zecua, quien estuvo en el cargo tres meses ante la solicitud de licencia de la legisladora propietaria, María Félix Pluma Flores.

Resulta que una vez que la petista no resultó favorecida con el voto mayoritario en la contienda del 6 de junio para la alcaldía de su natal Tlaltelulco, María Félix Pluma solicitó a la Secretaría Parlamentaria del Congreso local la incorporación inmediata a su cargo a partir del lunes 7, fecha en la que culminó su permiso temporal de 90 días.

Sin embargo, el miércoles 9 de junio la suplente Yeni Maribel Hernández Zecua cobró un cheque por la cantidad de 120 mil pesos por concepto de gestión social a la que tiene derecho cada diputado.

Si bien ese cheque fue emitido a su nombre con fecha 4 de junio, de acuerdo con la póliza emitida por el Comité de Administración que controla el legislador “Anabelista” Rafael Ortega Blancas, la legisladora suplente lo cobró cuando ya no estaba en funciones.

Es decir, el hecho no solo representa un caso de usurpación de funciones, sino de presunto abuso de confianza al cobrar un recurso público a sabiendas que ya no le correspondía; pero no solo eso, no tendrá la forma de comprobarlo en la respectiva Cuenta Pública. De hecho, a la sesión de la Comisión Permanente del viernes 11 de junio, de la que por cierto Yeni Hernández era integrante, se dio lectura al oficio de incorporación de Pluma Flores a partir del 7 de junio, por lo que la suplente ya no se presentó y con ello consintió que ya no estaba en funciones. Ahora solo resta conocer si la exdiputada Yeni Maribel Hernández, abogada de profesión y quien tiene como antecedentes sus plazas laborales en el Instituto de Transparencia y actualmente en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, regresa los 120 mil pesos de gestión o emprenderá una férrea defensa para sostener que le correspondían. Sobre si ya los utilizó para beneficio personal o apoyo social mejor ni hablamos, pues solo ella y su padrino político lo saben.

INUNDADOS

¿Se acuerdan de la construcción del drenaje pluvial y de aguas residuales que entre 2015 y 2016 construyó en la capital tlaxcalteca la administración del exgobernador priista Mariano González Zarur?

Pues resulta que los 122 millones que fueron reportados como invertidos en la obra “como no ocurría en 30 años”, han servido para dos cosas: para nada.

Y es que su objetivo de evitar la inundación de calles durante la temporada de lluvias nomás no se ha cumplido. Como muestra está la intensa precipitación de la tarde-noche del pasado viernes que anegó todo el Centro Histórico, inundando calles, negocios y viviendas.

En una sola frase, el dirigente del partido Movimiento Regeneración Nacional, Mario Delgado, ha sintetizado que: “Morena es un partido que pertenece al pueblo de México; es el instrumento de un movimiento social que es mucho más grande que el partido”.

Y si Morena es un partido “del pueblo”, resulta difícil entender que el presidente electo del municipio de Tlaxcala, Jorge Corichi Fragoso, festejara su triunfo en las instalaciones de uno de los restaurantes más caros de la capital, degustando nada más y nada menos que paella, platillo que -por cierto- no tiene nada que ver con la basta y milenaria gastronomía de la entidad.

Seguramente la idea de celebrar de una forma “FIFI” no fue de él, sino de Raymundo Vázquez Conchas, cuñado de la gobernadora electa Lorena Cuéllar Cisneros y quien a partir del próximo 1 de septiembre asumirá el cargo de Primer Regidor de la comuna capitalina, posición a la que logró colarse tras no lograr la candidatura a la alcaldía y negociar su futuro político con Corichi Fragoso.

Al lograr más del 33 % de los sufragios emitidos en la demarcación capitalina y con ello convertirse en el triunfador indiscutible de la contienda, dejando muy lejos a políticos con “colmillo retorcido” como Claudia Pérez, Anabel Alvarado y Serafín Ortiz, el primer presidente de Morena de la ciudad de Tlaxcala deberá ser cuidadoso en cada decisión, por simple o compleja que parezca, pues a partir de que recibió la constancia de mayoría todos sus actos estarán extremadamente vigilados y cualquier pifia será en detrimento de sus buenas intenciones.

Habrá que estar atentos para ver si los nuevos gobernantes morenistas cumplen no solo con su manda presidencial de “no mentir, no robar y no traicionar” al pueblo, sino también de ser congruentes entre el decir y el hacer, y llevar una conducta que no resulte “aspiracionista”.

ALEVOSÍA Y VENTAJA

Bien dicen que “no hay que hacer cosas buenas que parezcan malas” y viceversa.

Y esto aplica a la perfección a la diputada suplente del Distrito 9, con cabecera en Chiautempan, Yeni Maribel Hernández Zecua, quien estuvo en el cargo tres meses ante la solicitud de licencia de la legisladora propietaria, María Félix Pluma Flores.

Resulta que una vez que la petista no resultó favorecida con el voto mayoritario en la contienda del 6 de junio para la alcaldía de su natal Tlaltelulco, María Félix Pluma solicitó a la Secretaría Parlamentaria del Congreso local la incorporación inmediata a su cargo a partir del lunes 7, fecha en la que culminó su permiso temporal de 90 días.

Sin embargo, el miércoles 9 de junio la suplente Yeni Maribel Hernández Zecua cobró un cheque por la cantidad de 120 mil pesos por concepto de gestión social a la que tiene derecho cada diputado.

Si bien ese cheque fue emitido a su nombre con fecha 4 de junio, de acuerdo con la póliza emitida por el Comité de Administración que controla el legislador “Anabelista” Rafael Ortega Blancas, la legisladora suplente lo cobró cuando ya no estaba en funciones.

Es decir, el hecho no solo representa un caso de usurpación de funciones, sino de presunto abuso de confianza al cobrar un recurso público a sabiendas que ya no le correspondía; pero no solo eso, no tendrá la forma de comprobarlo en la respectiva Cuenta Pública. De hecho, a la sesión de la Comisión Permanente del viernes 11 de junio, de la que por cierto Yeni Hernández era integrante, se dio lectura al oficio de incorporación de Pluma Flores a partir del 7 de junio, por lo que la suplente ya no se presentó y con ello consintió que ya no estaba en funciones. Ahora solo resta conocer si la exdiputada Yeni Maribel Hernández, abogada de profesión y quien tiene como antecedentes sus plazas laborales en el Instituto de Transparencia y actualmente en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, regresa los 120 mil pesos de gestión o emprenderá una férrea defensa para sostener que le correspondían. Sobre si ya los utilizó para beneficio personal o apoyo social mejor ni hablamos, pues solo ella y su padrino político lo saben.

INUNDADOS

¿Se acuerdan de la construcción del drenaje pluvial y de aguas residuales que entre 2015 y 2016 construyó en la capital tlaxcalteca la administración del exgobernador priista Mariano González Zarur?

Pues resulta que los 122 millones que fueron reportados como invertidos en la obra “como no ocurría en 30 años”, han servido para dos cosas: para nada.

Y es que su objetivo de evitar la inundación de calles durante la temporada de lluvias nomás no se ha cumplido. Como muestra está la intensa precipitación de la tarde-noche del pasado viernes que anegó todo el Centro Histórico, inundando calles, negocios y viviendas.