/ miércoles 1 de marzo de 2023

Nada Personal | Desplazado

“Para qué hacer las cosas fáciles, si las puedes hacer difíciles”. Ese parece ser el lema con el que desempeña su trabajo el secretario de Salud, Rigoberto Zamudio Meneses.

Y por tanto yerro cometido a lo largo de 18 meses al frente del sector salud tlaxcalteca, el médico especialista en cardiología pediátrica poco a poco ha cavado su “tumba” como servidor público, al grado de quedar desplazado de temas que deberían ser su responsabilidad.

Si no me creen, pregunten quién tiene ahora el verdadero control de las oficinas del Organismo Público Descentralizado.

Quienes conocen mejor el tema afirman que a raíz de la llegada de Celina Castañeda de la Lanza como subsecretaria de la dependencia, a finales del año pasado, las cosas tuvieron un cambio radical.

Tan es así que en un mes logró lo que Zamudio Meneses no pudo hacer en más de año y medio: mantener una cordial relación de trabajo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Sección 27.

También logró lo que el “doctor Zamudio” tampoco pudo hacer: trasladar todos los servicios de hospital al nuevo nosocomio Lic. Anselmo Cervantes Hernández, ubicado en la Zona de Hospitales e inaugurado el pasado 14 de julio de 2022.

En esa ocasión, el ofrecimiento de Zamudio Meneses ante autoridades federales y estatales fue que a más tardar en dos semanas ese hospital contaría con todos los servicios al 100 por ciento.

No obstante, su incapacidad le evitó cumplir con ese propósito que le encomendó la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, después de las gestiones que hizo para echar a andar ese “elefante blanco” que heredó de la administración de Marco Antonio Mena Rodríguez.

Después vinieron las marchas de empleados de sector salud en septiembre de 2022 frente a Palacio de Gobierno, en la que la clase trabajadora (médica y administrativa) hizo valer su dignidad laboral.

En esa ocasión, la líder de la Sección 27 también evidenció problemáticas que posteriormente fueron subsanadas, entre ellas: alimentos en mal estado, falta de medicamentos, insumos, y de material elemental para trabajar.

Esas marchas dieron pauta a mesas de diálogo para que ambas partes pusieran como prioridad los servicios de salud a favor de la población y, a partir de ahí, trabajar en las solicitudes de ambas partes para llevar la fiesta en paz.

Reconciliación

Para no darle más vueltas al tema ni distraernos del punto central, la reciente visita de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros al hospital Lic. Anselmo Cervantes Hernández, en la que estuvo presente la lideresa del SNTSA y diputada local, Blanca Águila Lima, representa un antes y un después en la relación Gobierno-Sindicato y deja atrás los conflictos provocados, en gran medida, por Rigoberto Zamudio Meneses, por su mal papel como interlocutor al desvirtuar los mensajes que recibía, con tal de quedar bien con su jefa.

A eso se debe que en la nueva relación entre la autoridad gubernamental y el sindicato, el todavía secretario de Salud no tiene nada que ver y es la subsecretaria, Celina Castañeda, quien tiene bajo su responsabilidad esa encomienda, al igual que los avances para que el estado consiga la mayor cobertura en los servicios médicos públicos gratuitos, con la mejor calidad y mayores insumos, equipos e instalaciones digas.

No es casual que la gobernadora Cuéllar Cisneros haya expresado: “quiero agradecer de manera muy especial a la Secretaria General del SNTSA, Sección 27, diputada Blanca Águila Lima, porque lo comentaba hace un rato, sin la voluntad de ambas partes, sería imposible lograr lo que hoy todos juntos hemos logrado, mi gratitud para caminar juntas en este gobierno. Mi compromiso para que juntas estemos haciendo de este estado un ejemplo nacional en la salud, gracias por todo”.

Tampoco es casual que Blanca Águila Lima reconociera a la titular del Poder Ejecutivo, como “la gobernadora de la salud” y considerara que “tendrá que ser un hospital modelo, un hospital escuela y nosotros vamos a ayudar también, así que agradezco mucho y puedo, sin temor a dudas, comprometerme a nombre de ustedes, compañeros y compañeras, en todo lo que más se pueda para que ustedes puedan dar los resultados”.

Así se dio fin, al menos por el momento, a conflictos que bien pudieron haberse evitado, pero por la incapacidad, nula experiencia en el ejercicio público, o bien torpeza, Rigoberto Zamudio mantuvo confrontada a la clase trabajadora con la autoridad, teniendo como única afectada directa a la población.


“Para qué hacer las cosas fáciles, si las puedes hacer difíciles”. Ese parece ser el lema con el que desempeña su trabajo el secretario de Salud, Rigoberto Zamudio Meneses.

Y por tanto yerro cometido a lo largo de 18 meses al frente del sector salud tlaxcalteca, el médico especialista en cardiología pediátrica poco a poco ha cavado su “tumba” como servidor público, al grado de quedar desplazado de temas que deberían ser su responsabilidad.

Si no me creen, pregunten quién tiene ahora el verdadero control de las oficinas del Organismo Público Descentralizado.

Quienes conocen mejor el tema afirman que a raíz de la llegada de Celina Castañeda de la Lanza como subsecretaria de la dependencia, a finales del año pasado, las cosas tuvieron un cambio radical.

Tan es así que en un mes logró lo que Zamudio Meneses no pudo hacer en más de año y medio: mantener una cordial relación de trabajo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Sección 27.

También logró lo que el “doctor Zamudio” tampoco pudo hacer: trasladar todos los servicios de hospital al nuevo nosocomio Lic. Anselmo Cervantes Hernández, ubicado en la Zona de Hospitales e inaugurado el pasado 14 de julio de 2022.

En esa ocasión, el ofrecimiento de Zamudio Meneses ante autoridades federales y estatales fue que a más tardar en dos semanas ese hospital contaría con todos los servicios al 100 por ciento.

No obstante, su incapacidad le evitó cumplir con ese propósito que le encomendó la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, después de las gestiones que hizo para echar a andar ese “elefante blanco” que heredó de la administración de Marco Antonio Mena Rodríguez.

Después vinieron las marchas de empleados de sector salud en septiembre de 2022 frente a Palacio de Gobierno, en la que la clase trabajadora (médica y administrativa) hizo valer su dignidad laboral.

En esa ocasión, la líder de la Sección 27 también evidenció problemáticas que posteriormente fueron subsanadas, entre ellas: alimentos en mal estado, falta de medicamentos, insumos, y de material elemental para trabajar.

Esas marchas dieron pauta a mesas de diálogo para que ambas partes pusieran como prioridad los servicios de salud a favor de la población y, a partir de ahí, trabajar en las solicitudes de ambas partes para llevar la fiesta en paz.

Reconciliación

Para no darle más vueltas al tema ni distraernos del punto central, la reciente visita de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros al hospital Lic. Anselmo Cervantes Hernández, en la que estuvo presente la lideresa del SNTSA y diputada local, Blanca Águila Lima, representa un antes y un después en la relación Gobierno-Sindicato y deja atrás los conflictos provocados, en gran medida, por Rigoberto Zamudio Meneses, por su mal papel como interlocutor al desvirtuar los mensajes que recibía, con tal de quedar bien con su jefa.

A eso se debe que en la nueva relación entre la autoridad gubernamental y el sindicato, el todavía secretario de Salud no tiene nada que ver y es la subsecretaria, Celina Castañeda, quien tiene bajo su responsabilidad esa encomienda, al igual que los avances para que el estado consiga la mayor cobertura en los servicios médicos públicos gratuitos, con la mejor calidad y mayores insumos, equipos e instalaciones digas.

No es casual que la gobernadora Cuéllar Cisneros haya expresado: “quiero agradecer de manera muy especial a la Secretaria General del SNTSA, Sección 27, diputada Blanca Águila Lima, porque lo comentaba hace un rato, sin la voluntad de ambas partes, sería imposible lograr lo que hoy todos juntos hemos logrado, mi gratitud para caminar juntas en este gobierno. Mi compromiso para que juntas estemos haciendo de este estado un ejemplo nacional en la salud, gracias por todo”.

Tampoco es casual que Blanca Águila Lima reconociera a la titular del Poder Ejecutivo, como “la gobernadora de la salud” y considerara que “tendrá que ser un hospital modelo, un hospital escuela y nosotros vamos a ayudar también, así que agradezco mucho y puedo, sin temor a dudas, comprometerme a nombre de ustedes, compañeros y compañeras, en todo lo que más se pueda para que ustedes puedan dar los resultados”.

Así se dio fin, al menos por el momento, a conflictos que bien pudieron haberse evitado, pero por la incapacidad, nula experiencia en el ejercicio público, o bien torpeza, Rigoberto Zamudio mantuvo confrontada a la clase trabajadora con la autoridad, teniendo como única afectada directa a la población.