/ lunes 21 de septiembre de 2020

Nada Personal | Fiasco

El proyecto del nuevo Panteón Municipal de Chiautempan, literal, nació muerto. A poco menos de un año de culminar el gobierno de Héctor Domínguez Rugerio, una de sus principales promesas de campaña se ha convertido en un fiasco.

Con el tiempo encima y previo al inicio del proceso electoral local, el alcalde pretende retomar la obra en el predio -de casi dos hectáreas- adquirido el año pasado en San Pedro Muñoztla, pero hay un pequeño gran problema, en su mayoría la población se opone.

El motivo: durante más de tres años de la actual administración su comunidad ha sido relegada de obras públicas prioritarias y no fue tomada en cuenta en este proyecto, pero vayámonos más atrás pues la historia es larga.

Como candidato, Héctor Domínguez firmó el 16 de mayo de 2016 seis compromisos a cumplir -de ganar las elecciones- entre ellos que Chiautempan contara con un campus universitario; construir un Museo de Artesanías, una Unidad Deportiva, un Hospital y un nuevo Panteón Municipal.

De todos, y ya como autoridad, el panteón fue el único proyecto que avanzó y hasta septiembre de 2019 el gobierno adquirió -con una inversión de 4 millones de pesos- un terreno en Muñoztla, que por cierto carece de agua, luz y drenaje.

Un mes después (18 de octubre) y en Cabildo, el munícipe presentó el proyecto del panteón al que bautizó como “San Nicolás”.

La pomposa presentación, que incluyó un video con el lema “compromiso cumplido”, mostró un proyecto innovador, con área de oficinas, estacionamiento y hasta capilla.

Empero, la colocación de la primera piedra, a la que incluso estaba invitado el obispo Julio César Salcedo Aquino, fue suspendida porque horas antes habitantes de Muñoztla retuvieron a Héctor Domínguez y, tras manifestarle su oposición al proyecto, lo obligaron a firmar un documento en el que se abstenía de hacer la obra.

Al iniciar 2020 las pláticas fueron retomadas y, mediante una consulta, la ciudadanía avaló la construcción, pero solo si el gobierno hacía cinco obras catalogadas como urgentes, pero al no acceder el alcalde y llegar la pandemia, todo quedó detenido.

Y fue hasta este mes que el conflicto volvió a surgir al ser enviada maquinaria y organizarse pobladores para detener los trabajos, lo que radicalizó las posturas y ha generado un intenso debate entre habitantes y autoridades.

Un nuevo panteón para Chiautempan es muy necesario al culminar desde hace años la vida útil de “El Carmen”, pero ‘lo que mal inicia mal acaba’ y la conducta torpe del alcalde Héctor Domínguez ha convertido, una vez más, un buen proyecto en un fiasco.

Quienes conocen mejor el tema cuentan que en la compra del terreno hubo un buen chanchullo, al igual que en la venta de lotes, pero esa es otra historia.

El proyecto del nuevo Panteón Municipal de Chiautempan, literal, nació muerto. A poco menos de un año de culminar el gobierno de Héctor Domínguez Rugerio, una de sus principales promesas de campaña se ha convertido en un fiasco.

Con el tiempo encima y previo al inicio del proceso electoral local, el alcalde pretende retomar la obra en el predio -de casi dos hectáreas- adquirido el año pasado en San Pedro Muñoztla, pero hay un pequeño gran problema, en su mayoría la población se opone.

El motivo: durante más de tres años de la actual administración su comunidad ha sido relegada de obras públicas prioritarias y no fue tomada en cuenta en este proyecto, pero vayámonos más atrás pues la historia es larga.

Como candidato, Héctor Domínguez firmó el 16 de mayo de 2016 seis compromisos a cumplir -de ganar las elecciones- entre ellos que Chiautempan contara con un campus universitario; construir un Museo de Artesanías, una Unidad Deportiva, un Hospital y un nuevo Panteón Municipal.

De todos, y ya como autoridad, el panteón fue el único proyecto que avanzó y hasta septiembre de 2019 el gobierno adquirió -con una inversión de 4 millones de pesos- un terreno en Muñoztla, que por cierto carece de agua, luz y drenaje.

Un mes después (18 de octubre) y en Cabildo, el munícipe presentó el proyecto del panteón al que bautizó como “San Nicolás”.

La pomposa presentación, que incluyó un video con el lema “compromiso cumplido”, mostró un proyecto innovador, con área de oficinas, estacionamiento y hasta capilla.

Empero, la colocación de la primera piedra, a la que incluso estaba invitado el obispo Julio César Salcedo Aquino, fue suspendida porque horas antes habitantes de Muñoztla retuvieron a Héctor Domínguez y, tras manifestarle su oposición al proyecto, lo obligaron a firmar un documento en el que se abstenía de hacer la obra.

Al iniciar 2020 las pláticas fueron retomadas y, mediante una consulta, la ciudadanía avaló la construcción, pero solo si el gobierno hacía cinco obras catalogadas como urgentes, pero al no acceder el alcalde y llegar la pandemia, todo quedó detenido.

Y fue hasta este mes que el conflicto volvió a surgir al ser enviada maquinaria y organizarse pobladores para detener los trabajos, lo que radicalizó las posturas y ha generado un intenso debate entre habitantes y autoridades.

Un nuevo panteón para Chiautempan es muy necesario al culminar desde hace años la vida útil de “El Carmen”, pero ‘lo que mal inicia mal acaba’ y la conducta torpe del alcalde Héctor Domínguez ha convertido, una vez más, un buen proyecto en un fiasco.

Quienes conocen mejor el tema cuentan que en la compra del terreno hubo un buen chanchullo, al igual que en la venta de lotes, pero esa es otra historia.