/ lunes 3 de agosto de 2020

Nada Personal | Miserable

El diccionario de la Real Academia Española define como “miserable” a la persona que es: extremadamente tacaña.

Y así se observa el actuar del alcalde priista Héctor Domínguez Rugerio, al nuevamente violentar el decreto presidencial emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por segunda quincena consecutiva, el gobierno chiautempense pagó el 50 % de su salario a 19 empleados de base del Ayuntamiento de Chiautempan que desde abril pasado están en confinamiento al ser mayores de 65 años de edad o tener una enfermedad crónica.

En la comunicación actual es importante dejar de utilizar sucedáneos y comenzar a usar las palabras correctas para llamar a las cosas por su nombre, sin miedo alguno.

Ante el difícil panorama político y constante confrontación social, los ciudadanos debemos dejar de ser políticamente correctos para convertirnos en personas correctas políticamente.

Llamar “miserable” a Domínguez Rugerio no es una ofensa, tampoco un halago, solo es un adjetivo para calificar la actitud que aplica hasta para sus propios amigos que lo llevaron al poder y a quienes ofreció encabezarían un gobierno diferente a los pasados.

Quienes conocen mejor lo que se vive al interior de esa administración afirman que basta un mínimo pretexto para aplicar descuentos a los directores de área y demás empleados.

Pero como en todo, hay honrosas excepciones y el racero no se aplica por igual, pues los incondicionales cercanos al alcalde y sus familiares inmersos en la administración pública no son objeto de ningún descuento y, por el contrario, son beneficiados con diversas canonjías, contratos y servicios, para acumular lo que más se pueda antes de dejar el cargo en este “debut y despedida” de los Domínguez en la política chiautempense.

El diccionario de la Real Academia Española define como “miserable” a la persona que es: extremadamente tacaña.

Y así se observa el actuar del alcalde priista Héctor Domínguez Rugerio, al nuevamente violentar el decreto presidencial emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por segunda quincena consecutiva, el gobierno chiautempense pagó el 50 % de su salario a 19 empleados de base del Ayuntamiento de Chiautempan que desde abril pasado están en confinamiento al ser mayores de 65 años de edad o tener una enfermedad crónica.

En la comunicación actual es importante dejar de utilizar sucedáneos y comenzar a usar las palabras correctas para llamar a las cosas por su nombre, sin miedo alguno.

Ante el difícil panorama político y constante confrontación social, los ciudadanos debemos dejar de ser políticamente correctos para convertirnos en personas correctas políticamente.

Llamar “miserable” a Domínguez Rugerio no es una ofensa, tampoco un halago, solo es un adjetivo para calificar la actitud que aplica hasta para sus propios amigos que lo llevaron al poder y a quienes ofreció encabezarían un gobierno diferente a los pasados.

Quienes conocen mejor lo que se vive al interior de esa administración afirman que basta un mínimo pretexto para aplicar descuentos a los directores de área y demás empleados.

Pero como en todo, hay honrosas excepciones y el racero no se aplica por igual, pues los incondicionales cercanos al alcalde y sus familiares inmersos en la administración pública no son objeto de ningún descuento y, por el contrario, son beneficiados con diversas canonjías, contratos y servicios, para acumular lo que más se pueda antes de dejar el cargo en este “debut y despedida” de los Domínguez en la política chiautempense.