/ lunes 10 de mayo de 2021

Nada Personal | Nada para nadie

A cuatro semanas de elegir a quien ocupará la silla del Poder Ejecutivo para los próximos seis años en Tlaxcala, hasta hoy nada está indefinido.

Los equipos de campaña aseguran que triunfarán de acuerdo a los resultados de sus encuestas, pero lo cierto es que en las coaliciones “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” y “Unidos por Tlaxcala”, priva la incertidumbre. Una cosa es certera en todas las encuestas: existe apatía del electorado para ir a votar el próximo 6 de junio y el porcentaje de indecisos es muy alto.

Y justo ahí está la clave para Lorena Cuéllar Cisneros y Anabell Ávalos Zempoalteca, candidatas punteras al Gobierno del Estado y únicas opciones reales de triunfo de entre las seis candidatas y el único abanderado varón. Se acerca el periodo de las definiciones y de las serias decisiones, donde un error podría representar el triunfo o el fracaso en la contienda.

Lo rescatable al momento es que el proceso electoral transcurre sin que se registre ningún hecho violento y lo deseable es que continúe con esa civilidad.

Es tiempo de escuchar propuestas, observar comportamientos, razonar el voto y con absoluta libertad ejercerlo el próximo 6 de junio.

INDECISIÓN

Lo lamentable es que no hay mucho de dónde elegir porque en todos los partidos políticos… en todos, hay gente despreciable que solo busca el poder por el poder y, una vez culminado el proceso electoral, los veremos salirse con la suya con una nueva chamba. Si volteamos a Morena hay expriistas y expanistas disfrazados de nuevos adalides de la democracia cubiertos por el manto sagrado de la 4T, pero con un pasado muy oscuro.

Vemos al PRI y uno se pregunta cómo es posible que sobreviva este partido después de tantas artimañas que aplican en cada proceso electoral y el “agandalle” de sus candidaturas. Si pensamos en el PAN está un dirigente con licencia cuyo único objetivo es ser diputado “pluri” y un secretario en funciones de presidente que ocupó el cargo para regalarle una candidatura a su esposa.

A cuatro semanas de elegir a quien ocupará la silla del Poder Ejecutivo para los próximos seis años en Tlaxcala, hasta hoy nada está indefinido.

Los equipos de campaña aseguran que triunfarán de acuerdo a los resultados de sus encuestas, pero lo cierto es que en las coaliciones “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” y “Unidos por Tlaxcala”, priva la incertidumbre. Una cosa es certera en todas las encuestas: existe apatía del electorado para ir a votar el próximo 6 de junio y el porcentaje de indecisos es muy alto.

Y justo ahí está la clave para Lorena Cuéllar Cisneros y Anabell Ávalos Zempoalteca, candidatas punteras al Gobierno del Estado y únicas opciones reales de triunfo de entre las seis candidatas y el único abanderado varón. Se acerca el periodo de las definiciones y de las serias decisiones, donde un error podría representar el triunfo o el fracaso en la contienda.

Lo rescatable al momento es que el proceso electoral transcurre sin que se registre ningún hecho violento y lo deseable es que continúe con esa civilidad.

Es tiempo de escuchar propuestas, observar comportamientos, razonar el voto y con absoluta libertad ejercerlo el próximo 6 de junio.

INDECISIÓN

Lo lamentable es que no hay mucho de dónde elegir porque en todos los partidos políticos… en todos, hay gente despreciable que solo busca el poder por el poder y, una vez culminado el proceso electoral, los veremos salirse con la suya con una nueva chamba. Si volteamos a Morena hay expriistas y expanistas disfrazados de nuevos adalides de la democracia cubiertos por el manto sagrado de la 4T, pero con un pasado muy oscuro.

Vemos al PRI y uno se pregunta cómo es posible que sobreviva este partido después de tantas artimañas que aplican en cada proceso electoral y el “agandalle” de sus candidaturas. Si pensamos en el PAN está un dirigente con licencia cuyo único objetivo es ser diputado “pluri” y un secretario en funciones de presidente que ocupó el cargo para regalarle una candidatura a su esposa.